Hablar de la migración nos lleva a muchas dimensiones, condiciones y perspectivas, la población mexicana que han decidido vivir de manera legal en otro país, ha podido destacar en diversos ámbitos como el cine, la escritura, la joyería, en investigación, docencia, la música, la comida, la actuación, el servicio exterior y empresarial, entre otros.

El Instituto de los Mexicanos en el Exterior tiene un registro de 11,913, 989 mexicanos en el extranjero, de los cuales 54% son mujeres y el 46% hombres, distribuidos en el continente americano con un 54%, un 40% en Europa, un 4% en Asia, un 2% en Oceanía y un 3.35% en África. Es decir, la población mexicana tiene una gran movilidad en el mundo. 

Esta otra cara de la migración creativa que podemos ver es desde la perspectiva del efecto prisma poniendo en el centro a las personas como sujetas de derechos y con la posibilidad de decidir a dónde, cómo y para qué migrar, como parte de un proyecto guajiro de vida.

¿Por qué migran las personas?

Los motivos para emigrar a otros países son diversos, desde el probar suerte, estudiar, trabajar, conocer su historia familiar de origen, por amor, iniciar una nueva vida, alcanzar sueños y desarrollarse profesionalmente.

En el caso de Gabriela Gutiérrez, Antropóloga Cultural, que ha vivido 24 años entre Islandia y Galicia nos comparte “nunca es por un motivo, es por un cúmulo de motivos, primero me desencante del país, de la política, no veía que la vida fuera mejorando, por lo menos la vida que una desearía vivir, y no me refiero sólo a lo económico, sino a la seguridad de las personas, criar hijos allá es muy difícil, vivir en la zozobra de si vuelve o no a casa, es muy fuerte”.

En el caso de Yaas, profesional de filología eslava que vive en Polonia hace 4 años “por mucho tiempo había soñado con estudiar en Polonia, fue una cuestión de amor por las lenguas eslavas y no por querer salir de México en realidad; por otra parte, Giorgio Lavezzaro quien vive hace 3 años en Italia nos comparte “siempre quise vivir fuera de México, quería ser trotamundos, mi papá era italiano y quería saber lo que él dejó allá antes de venirse a México”.

¿Qué llevarte en la maleta cuando te vas a vivir a otro país?

El irte de tu país es toda una expedición, descubrir un nuevo mundo implica tomar decisiones nada fáciles, entre ellas el plantearte si te irás para siempre o por un tiempo, y a partir de ahí, es definir qué te llevas en la maleta y qué dejas en tú país.  Para irte preparas físicamente una maleta “chica” pero inconscientemente te llevas todo y después lo vas desplegando cuando lo necesitas para irte adaptando a ese otro país al que llegas. Se aprende a vivir en una nueva realidad, mezclando la esencia mexicana que sin duda se convierte en un sostén y en una ventaja para hacerte visible en la interacción, el aprendizaje y la aceptación a una nueva sociedad cultural.

Al respecto Jesús Garcés Lambert, director de cine, globo de oro en 2018, que vive en Italia hace 26 años comenta “y como buen mexicano, la creatividad y el buen carácter, logró llamar la atención del director de la serie, ese espíritu mexicano que te hace leer inteligentemente lo que ves, y de repente había una escena de extras como de 50 hindúes que hablaban sólo inglés, y él asistente de dirección no hablaba, así que me puse a organizar a los extras, y así el director dijo -quién es ese que está organizando, al final me llamó para ser su asistente y me llevó para otra película, ese fue mi comienzo”.

El irte a otro país es como el proceso de iniciar una relación, “al principio es la seducción del país, pero estando allá es aceptarla como es, te va decepcionando y al mismo tiempo emocionado por vivir cosas nuevas” (Giorgio Lavezzaro), de igual forma Antonio García Popoca, profesor de Inglés, vive hace 2 años en Utha “irme de México me ha permitido lograr metas que me propuse hace muchos años, trabajar en una escuela en USA, poder hacer un muy buen papel en mi trabajo, vivir de una manera diferente al de una gran ciudad en México, y tener algunos reconocimientos por mi trabajo en el aula, algo que en México jamás me dieron durante 30 año de servicio”, en el caso de Paola Méndez, quien vive en Grecia hace 10 años considera “decidir emigrar por el motivo que sea y a dónde sea, es muy valiente, es súper difícil salir de tu zona de confort para adaptarte a algo nuevo, es un proceso muy fuerte, sin embargo todo vale la pena, obvio, siempre se extraña a la familia, los lugares, la comida, pero siempre está la opción de regresar y visitarles”.

Empresarialmente el concepto de efecto prisma hace referencia al análisis que tendrá un producto cuando cruza la frontera.  Lo retomo en este caso para visibilizar que las personas cuando se van de México, refractan sus historias y comienzan a hacer conscientes de sus fortalezas.

 

“Son cosas distintas en cada uno de los países donde he estado, en Islandia encontré que podía adaptarme a mundo distinto, que soy buena para los idiomas, yo pensaba que no lo era, aprendí que era más fuerte de lo que pensaba, que no hay blancos y negros, sino muchos matices en todo, soy más flexible, aprendí a ser humilde, y que si la vida te lleva por otro lados, no pasa nada, hay que vivirlos, dijo Gabriela Gutiérrez.

“Encontré en mí a una persona fuerte, que a pesar de las diferencias puede salir adelante, encontré libertad, acá puedo salir sin miedo a que me pase algo, encontré a una Paola que puede valerse por sí misma”, compartió Paola Méndez.

“Encontré mis resistencias, mis miedos, mi fortaleza y mi resiliencia. Partes de mi identidad que no había explorado tanto. Mis pasiones. Mi mexicanidad, mi apego a mi lengua materna, el fortalecimiento de mi dignidad”, dijo Yaas. Y finalmente como diría la abuelita de mi amiga Norma Orozco Camacho, cuando le dijo que se iría a Italia mostrándole el mapa, ella le contesto, -pues mira hija, tú vete a la botita y si no te gusta, pues te regresas a tu casa, total, esa nunca se moverá. Y si, quienes me apoyaron con sus palabras para este texto coincidieron en nunca pierden de vista que “a México siempre podrán volver” y les dejo ahora con la tonadita de nuestra afamada canción México lindo y querido.

Norma G. Escamilla Barrientos es licenciada en pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM y tiene maestría en psicoterapia psicoanalítica por el Centro Eleia, A.C.

@EscamillaBarr