Con motivo del Día Internacional de la Juventud y bajo la consigna “No somos ninis, somos jóvenes oportunidad”, representantes de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno exigen al gobierno y a la sociedad eliminar los prejuicios y estigmas relacionados principalmente con la edad, la forma de vestir, los tatuajes o circunstancias como su condición económica o complexión corporal, que les impide conseguir un trabajo digno o poder desenvolverse sanamente.

Voceras de Jóvenes con Trabajo Digno exigen que las y los empleadores les abran las puertas del empleo bien remunerado y con derechos laborales a jóvenes; así mismo, piden reconocer las capacidades y preparación de las y los jóvenes. Del mismo modo, reclaman no ser juzgados por su apariencia ya que eso no influye en las capacidades que tienen para poder desenvolverse dentro de un trabajo, por lo que es importante reconocer también que es de suma importancia generar empleos dignos, sin precariedad ni prejuicios.

No somos ninis, ni generación de cristal, ni de mazapán, las etiquetas son falsas pero su efecto es real: contribuyen a cerrar las puertas a millones de jóvenes en las escuelas, en el trabajo, y a veces hasta en las familias. Las etiquetas dañan a quienes las reciben y también a la sociedad en su conjunto: generalizan alrededor de prejuicios y niegan derechos, afirmaron en la conferencia de prensa virtual.

El país tiene 32 millones de jóvenes en su mayoría con una escolaridad superior a la de sus padres, pero la exclusión del trabajo afecta a 7.5 millones de jóvenes. Y quienes sí han conseguido empleo, trabajan en condiciones de precariedad: 10.8 millones no tienen ingreso suficiente para lo más básico y 9.4 millones carecen de acceso a salud y seguridad social, afirman los representantes de Alianza Jóvenes.

Los estigmas hacia los jóvenes

En México, los estigmas hacia las y los jóvenes son evidentes ya que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Discriminación de INEGI y Conapred:

  • El 19 % de las y los jóvenes declaran haber tenido un incidente, donde sin razón aparente, les han negado derechos.

  • El 36% percibe que en el país hay poco o nada de respeto a sus derechos.

  • Las personas jóvenes han padecido discriminación principalmente por peso o estatura (34%), forma de vestir o arreglo personal (30%) o simplemente la edad (19%).

  • El 40% de la población justifica llamar a la policía cuando hay jóvenes reunidos en una esquina.

  • Y el 60% está de acuerdo en que la mayoría de los jóvenes son irresponsables.

Con estas cifras, es evidente que la población mexicana se rige por estereotipos y prejuicios hacia las y los jóvenes, lo que trunca sus oportunidades laborales y crea aún más estigmas hacia las personas jóvenes, por lo que es de suma importancia eliminar el adultocentrismo que frena sus capacidades.

Tasas altas de desempleo

Las personas jóvenes tienen mayores tasas de desempleo y exclusión del trabajo que los adultos. Y los que sí trabajan, la mayoría lo hacen en condiciones precarias: no tienen ingreso suficiente para lo más básico, no tienen acceso a seguridad social y, por lo tanto, tampoco acceso a servicios de salud, estancias infantiles, ahorro para el retiro, INFONAVIT y demás protecciones de la seguridad social, declaró Alianza Jóvenes en su comunicado.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, las condiciones laborales a las que se enfrentan las y los jóvenes son cada vez más complicadas:

  • En total, hay 7 millones 634 mil jóvenes excluidos del trabajo y fuera de la escuela.

  • 3.6 millones de personas jóvenes están desempleadas.

  • La tasa de desempleo de las personas jóvenes es mayor que la de las personas adultas: 19 de cada 100 jóvenes buscan empleo y no encuentran, mientras que para las personas adultas esta cifra es de 11 de cada 100.

Por otra parte, las condiciones laborales para las mujeres jóvenes se ven afectadas, también, por el sistema patriarcal que rige en la sociedad. Debido a esto es importante que las iniciativas, proyectos y políticas públicas que se desarrollen e implementen tengan una perspectiva de género que garantice la protección hacia las mujeres:

  • 24 de cada 100 mujeres están desempleadas, esto equivale a 1.8 millones de mujeres desocupadas o totalmente disponibles para trabajar que no consiguen trabajo.

  • Además, hay 3.7 millones de mujeres jóvenes que ni siquiera tienen la oportunidad de salir a buscar un trabajo remunerado o continuar sus estudios por realizar tareas domésticas o de cuidados en su casa, sin remuneración.

Esto significa una cosa, a las mujeres jóvenes se les vulnera al doble o al triple: por venir de donde vienen, por ser madres y muchas veces por ser madres solteras, y por trabajar dobles o triples jornadas en muchos casos. Esto dificulta mucho más que puedan acceder a un empleo con condiciones dignas. –Alianza Jóvenes.

Precariedad laboral

El hecho de exigir trabajos dignos y remuneración económica justa no les convierte en una “generación de cristal”, simplemente buscan eliminar la precariedad laboral para así generar empleos que no se basen en la apariencia física ni en la explotación laboral, afirma la organización.

Pertenecemos a una nueva generación que desde la sociedad civil busca promover los derechos de las personas jóvenes, y en especial el derecho al trabajo digno, es decir, un trabajo con remuneración suficiente, con derechos laborales, sin abusos y sin precariedad, declaró Alianza Jóvenes.

Las y los jóvenes que consiguen un empleo, muchas veces se enfrentan a condicionales laborales precarias cuando los empleadores confunden la responsabilidad con la explotación:

  • De los 15 millones y medio de jóvenes que trabajan, 10.8 millones no tienen ingreso suficiente para lo más básico y 9.4 millones carecen de acceso a salud y seguridad social.

Por medio de un Decálogo para la inclusión laboral de los jóvenes, Alianza Jóvenes busca cambiar la cultura de las empresas y entidades empleadoras, con los 10 puntos presentados en el documento se pretende identificar y revertir acciones discriminatorias como la exigencia de exámenes médicos, pruebas de embarazo o carta de antecedentes no penales o contratar jóvenes con base en la apariencia física en lugar de los méritos o las habilidades.

Para ello, han establecido acuerdos con organismos que ofrecen certificaciones y reconocimientos, a fin de que se incluyan estas medidas en sus distintos, por ejemplo con Mejores lugares para Trabajar (“Great places to work”) y el distintivo Empresa Socialmente Responsable (ESR) de CEMEFI, o la certificación de trabajo digno de la Secretaría del Trabajo.

Por otra parte, la Alianza busca promover políticas públicas efectivas para la inserción laboral de jóvenes, especialmente aquellos en contextos adversos: con pobreza, rezago educativo y carencias sociales, en diálogo con las autoridades.

Alianza Jóvenes está tomando acciones para eliminar los prejuicios que existen en torno a las y los jóvenes, así como cambiar el adultocentrismo que existe dentro de la sociedad para poder aprovechar las capacidades de la población joven y, así, contribuir al desarrollo del país.