América fue presa injustamente, discriminada por ser indígena, transgénero y trabajadora sexual, pero en la educación encontró su refugio, señala Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, "Elisa Martínez", A.C.

Fue acusada de asesinar a su pareja, pese a que ella tajentemente dijo “yo no lo maté”, la hicieron firmar papeles que supuestamente eran de la denuncia, horas después ingreso al reclusorio.

Estuvo 14 años presa en Centro Varonil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla. Además, del encarcelamiento injusto también fue discriminada por las autoridades: “de inicio me cortaron mi cabello, eso es no respetar mi identidad de género y me negaban el tratamiento hormonal, me trataban cómo hombre pero yo no soy tal”, menciona.

AHORA BUSCA REPARACIÓN DEL DAÑO

En el 2017 América salió de la prisión, había sido sentenciada a 20 años por el delito de homicidio calificado, pero en el mismo año que obtuvo su libertad, su historia salió en la revista “Proceso” en un reportaje titulado: “La desgracia de ser transgénero y estar en la cárcel”, meses después de la publicación su abogado de oficio interpuso un amparo que falló a su favor y salió libre.

Durante toda su condena su familia desconocía su paradero y es que la relación no había sido sencilla ya que al venir de una comunidad indígena de la Costa Chica de Guerrero (Xochistlahuaca), no había sido aceptada plenamente y desde joven migró de su pueblo.

A sus 48 años, América busca acceder a la justicia que le fue negada cuando la condenaron sin contar con un traductor. Actualmente, junto con el equipo legal de Brigada Callejera, se busca la reparación del daño por haber estado encarcelada injustamente.

Durante su encierro América retomó sus estudios, pero no obtuvo sus papeles. Mediante el programa permanente de alfabetización para las trabajadoras sexuales, que implementa la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer “Elisa Martínez” A.C, América terminó su primaria, su certificado salió con el nombre que ella decidió no con el de José María, el cual tenía antes de convertirse en la primera mujer transgénero indígena amuzga de su comunidad en cambiar legalmente su identidad de género.

EL SUEÑO DE AMÉRICA

Ahora está apunto de iniciar la secundaria, su sueño es llegar hasta la preparatoria y acceder a la justicia. Su certificado de primaria se lo dieron en el mes del orgullo de la comunidad de la diversidad sexual, aunque señala que no sólo un día se deben reconocer los derechos de la comunidad, se debe garantizar el acceso a la salud, derechos jurídicos y acceso a la vivienda todos los días.

“Hoy se´ que conmigo cometieron una injusticia”, menciona Ame´rica que agrega que au´n sigue adapta´ndose a la vida en libertad, pero critica que no exista un programa que realmente apoye a las personas que han sido presas injustamente.

Elvira Madrid, presidenta de la Brigada Callejera menciona que para la organizacio´n es muy importante promover que las personas que se dedican al trabajo sexual sigan con sus estudios. Además, comparte que han identificado que au´n existen muchas barreras en torno a las mujeres transge´nero y en muchas ocasiones no son contratadas por los empleadores debido a los prejuicios, la falta de oportunidades las orilla a trabajar en la informalidad o en el trabajo sexual.

En Ame´rica Latina la esperanza de vida para las mujeres transge´nero es de 35 an~os. En Me´xico solo el 3% de las mujeres transge´nero acceden a estudios universitarios y en cuanto a las poblacio´n de personas en situacio´n de reclusio´n en la capital del pai´s son mujeres trans ma´s del 30% de las personas de la comunidad LGBTI+ es decir, 150 de las 450 que se reconocen asi´ y esta´n en prisio´n.