La educación afectiva y sexual en un entorno familiar y de respeto, es fundamental para las niñas, niños y adolescentes, así podrán identificar situaciones abusivas y comunicarlas sin miedo a lo que pueda suceder.
El consentimiento es un tema que desde pequeñas y pequeños hay que comprender, ya que cuando se respeta su autonomía corporal, es más fácil la comprensión de también respetar la autonomía de las demás personas.
La enseñanza de la importancia del consentimiento y de la autonomía que las personas tienen sobre su propio cuerpo también va enfocada a que las niñas, niños y adolescentes, aprendan a decir que no cuando algo no les gusta.
Acá te dejamos algunos consejos que madres han puesto en práctica sobre cómo aplicar el consentimiento durante la crianza:
Siempre pedir permiso sobre su cuerpo
Enséñale que tiene derecho a la privacidad de su cuerpo, que nadie puede tocarle, mirarle, grabar o fotografiar si no quiere. Además de pedir permiso para abrazarle o besarle.
Enseñar a pedir permiso a las demás personas
Enséñale que para saludar o acercarse a alguien siempre debe preguntar si puede hacerlo. Así comenzará a comprender que las otras personas también deben ser respetadas y que pueden decir que no.
No permitir que otros adultos le obliguen a transgredir su autonomía corporal
Cuando un adulto, sea conocido o no, transgrede la decisión del niño, niña o adolescente sobre no querer acercarse, puede entender que cualquier persona adulta que se le acerque puede dejarse tocar por ellos.
Explica la diferencia entre una expresión de cariño y un manoseo sexual.
Enseñar que puede decir que no
Tiene derecho a decir “No” si se siente incómodo o incómoda en determinada situación. Habla con ellos y ellas, sin alarmarles, de la existencia de la violencia sexual, y de que puede ser cometida por personas extrañas o conocidas de la familia.
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