Cada 20 de abril se celebra el Día de la Marihuana, en la Ciudad de México se pueden ver movilizaciones que buscan eliminar los estigmas que existen en torno a la planta y compartir todos los usos que ésta tiene. Según el Informe Mundial Sobre Drogas del 2021, durante ese año, alrededor de 275 millones de personas consumieron sustancias en todo el mundo; así mismo, el informe destaca que en los últimos 24 años la potencia del cannabis ha advertido hasta cuatro veces en algunas partes del mundo.

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Es innegable que las sustancias psicoactivas existen y forman parte de la historia de la humanidad y es por ello que las narrativas que las rodean deben cambiar; asociaciones como ReverdeSer Colectivo han implementado modelos de reducción de riesgos y daños para brindar información precisa sobre cada sustancia y que así, cada quién, tenga el poder de decidir si consumir o no y, al mismo tiempo, crear redes de apoyo para quienes tengan consumos problemáticos.

Por otra parte, el uso de sustancias suele estar relacionado con hombres y esto sólo invisibiliza las vivencias de mujeres consumidoras, es por ello que las políticas públicas relacionadas con el consumo de sustancias se ven dirigidas únicamente a hombres, lo que crea un sesgo enorme que , al mismo tiempo, continúa perpetrando el sistema patriarcal donde la mujer no es tomada en cuenta y, además, son sexualizadas por el mero hecho de consumir cannabis.

En consecuencia de este sesgo y el sistema patriarcal, las mujeres son aún más estigmatizadas por consumir cualquier tipo de sustancia y son castigadas socialmente al no cumplir con los estereotipos de su género, así mismo, desde el prohibicionismo, las mujeres son explotadas y usadas como botín en la guerra contra las drogas, por lo que las pone en una situación aún más vulnerable.

Feminismo psicoactivo

El feminismo se ha nutrido de distintas vertientes, cada mujer tiene vivencias y violencias que la atraviesan de distintas maneras y es importante reconocerlo para derribar la concepción universal de lo que es ser mujer. Vivimos en una época de cambios donde cada vez se cuestionan, con mayor profundidad, las opresiones por las que son atravesadas las mujeres y una de ellas es el consumo de sustancias y hoy, específicamente, la marihuana.

Es urgente reconocer y visibilizar que el prohibicionismo ha afectado más gravemente a las poblaciones históricamente más vulneradas: las mujeres, las personas jóvenes, campesinas, y a las personas consumidoras. –Avelina Fonseca, Luchadoras.

La política prohibicionista ha centrado sus esfuerzos en crear estrategias militarizadas y armamentistas que han traído muertes, desapariciones forzadas, desplazamientos de comunidades, aumento de encarcelamiento, disminución de empleo y aumento de la precarización; en lugar de destinar recursos a la creación de estrategias de salud, prevención y atención a consumos problemáticos, los intereses internacionales buscan a toda costa crear un mundo “libre de drogas” que sólo daña a la sociedad.

Las leyes prohibicionistas, implementadas desde una lógica represiva y de mano dura, han tenido un impacto diferenciado en las mujeres. Particularmente, de manera desproporcionada hacia aquellas que se relacionan con la planta de cannabis, desde su cultivo hasta su consumo, debido a la estigmatización, discriminación y criminalización. –Amaya Odorika, Animal Político.

Para las mujeres, el impacto del sistema prohibicionista es enorme, según investigaciones de Equis Justicia Para las Mujeres, en México los delitos contra la salud representan el 43% de los casos de ingreso de las mujeres por delitos del fuero federal, como ha sucedido con las dos compañeras detenidas en la Okupa Cuba por supuesta posesión de sustancias.

Desde el feminismo, es importante reconocer la opresión que viven las mujeres consumidoras y hacer parte de la lucha el antiprohibicionismo para así crear legislaciones justas donde el papel de las mujeres sea priorizado; así mismo, es necesario posicionarse en torno a la despenalización del consumo de sustancias y la violencia causada por la política prohibicionista para así acuerpar a las mujeres consumidoras de cannabis y cualquier otra sustancia psicoactiva y validar el espectro completo de las opresiones que viven.

El patriarcado nos quiere alejadas del placer, de nuestras cuerpas. Compañeras feministas, es hora de abandonar los prejuicios, que dejen de mirarnos con estigma por ser consumidoras […] el derecho a decidir sobre su nuestras cuerpas no se limite a la interrupción del embarazo, que se extienda a otros ámbitos también importantes pero estigmatizados, […] implicando también el libre acceso al consumo de sustancias. –Pronunciamiento 8M, Mujeres Forjando Porros Forjando Luchas

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