Según la organización Transgender Europe, en el año 2021 México se colocó como el segundo país con más asesinatos de personas trans en el mundo, con 46 personas durante ese periodo de tiempo se confirma que ser trans en México tiene un riesgo de muerte.

Kenya Cuevas ha sido testigo y víctima de estas formas de violencia, donde durante toda su vida ha transitado por espacios llenos de agresiones y amenazas de muerte.

A los 9 años salió de su casa para escapar de la violencia machista en la que vivía, al no tener recursos para mantenerse comenzó en el trabajo sexual, una mujer trans con la que se identificó inmediatamente fue quien le enseñó cómo trabajar, la ayudó a “arreglarse” y la presentó con la madrota a quien lo le importó lo pequeña que era.

Todo el mundo quería irse conmigo y me iba muy bien. Muchos años después entendí por qué: era una niña de 9 años. Por obvias razones llegué a tener una clientela alta. –Kenya Cuevas

Cuando el trabajo bajó comenzó a consumir sustancias para acompañar a ciertos clientes, esto la llevo a tener un consumo problemático que la dejó viviendo en la calle. Por 20 años fue consumidora hasta que, en un picadero, la policía la detuvo y aunque ella nada más estaba ahí para comprar, fue detenida por posesión y venta de cocaína. Fue trasladada al Reclusorio Norte en la zona varonil, ahí fue agredida sexual y físicamente por los reos.

A mí me llegaron a violar. Los custodios me vendían con internos para sus fiestas y orgías nocturnas de las personas que realmente vendían droga y secuestraban y tenían mucho dinero. –Kenya Cuevas

Tras 10 años de reclusión salió porque el juez consideró que no había sido culpable de lo que se le acusaba. Duarnte los siguientes años comenzó a capacitarse dentro del activismo para ayudar a las trabajadoras sexuales que se convirtieron en sus compañeras de vida.

El comienzo de su activismo

El 30 de septiembre de 2016, Kenya fue testigo del asesinato de su amiga Paola Buenrostro, una mujer trans de 24 años de edad que fue asesinada por un cliente que le disparó dentro de su auto pocos metros más delante de donde ella se encontraba. 

Entonces nos encontramos con un sistema discriminatorio, violatorio de derechos humanos, de no acceso a la justicia y criminalizante de las mujeres trans y el trabajo sexual, por sus propios prejuicios y creencias y posturas políticas. –Kenya Cuevas

El juez dejó en libertad al asesino de Paola, el fiscal les entregó su cuerpo y el ataúd lo llevaron a la avenida Insurgentes de la CDMX como una forma de protesta.

Fue nuestra manera de gritarle a la sociedad que a las mujeres trans nos mataban y a nadie le importaba, que a las mujeres trans no nos reconocían, nos violentaban, no nos daban oportunidades laborales, ni de salud, ni de vivienda, ni de derechos humanos. –Kenya Cuevas

Al levantar la voz, comenzaron las amenazas de muerte y en 2017 sufrió un atentado donde entraron a su casa y asesinaron a su compañera y, a pesar de esto, le negaron la protección como activista. Aunque las amenazas continuaron, las constantes denuncias lograron que el asesinato de Paola Buenrostro fuera catalogado como el primer transfeminicidio en el país.

Con todo este camino recorrido, fundó La Casa de las Muñecas Tiresias, esta es una organización sin fines de lucro que da acompañamiento integral para los procesos de identidad, salud, trabajo, vivienda, derechos humanos. De todas las personas diversas y todas las personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad: personas de la calle, consumidores de sustancias, trabajadores sexuales, personas con VIH y todo el colectivo LGBT.

Tras el asesinato de Paola Buerostro fue visible ante la sociedad, los medios, las autoridades y la academia y se ha logrado ante todos los contextos que se requiere inclusión de todas las comunidades poco favorecidas. –Kenya Cuevas

En este largo y doloroso transitar, Kenya ha construido un activismo sólido en el que los principales actores son las personas trans de México.

Información de BBC News

APVB