Eufrosina Cruz se salió de su pueblo a los 12 años, pese a discusiones con su papá. Su mamá le puso en un caja sus mejores ropas. Ella se sentía linda con su vestido más bonito y sus huarachitos de plástico. Eufrosina quería alcanzar sus sueños, aquellos que se fueron formulando con las clases que les dio su profesor Joaquin, el maestro de la comunidad.

Cuando Eufrosina llegó a al ciudad conoció la discriminación o la indiferencia hacia las personas indígenas, pero eso no la detuvo. La ahora diputada por el estado de Oaxaca por el Partido Acción Nacional (PAN) fue la primera mujer en ganar la presidencia de su pueblo a sus 27 años, pero no la dejaron gobernar por ser mujer. En ese momento inició su lucha.

Eufrosina Cruz nos regala su historia en el lanzamiento de su libro Los sueños de la niña de la montaña .  Escribirlo no fue un proceso fácil, “fue una forma de desnudar su alma, corazón. Exponer tu rebeldía, tus frustraciones, tus dolores, tu soledades, pero también tus alegrías. Al elaborarlo entendí que era la historia de miles de mujeres, “dijo en entrevista la diputada por el estado de Oaxaca.

Eufrosina Cruz Mendoza es una mujer zapoteca, originaria del municipio de Santa María Quiegolani que se siente orgullosa de lo que ha logrado y de su vestimenta. “Mi huipil no me achica, me engrandece.”, compartió. Parte de su huella en la Constitución fue cambiar el artículo 2, fracción tercera, orgullosa lo lee de su constitución que la acompaña en su oficina en el Congreso: “dice elegir de acuerdo con sus normas procedimientos y prácticas tradicionales a las autoridades o representantes para el ejercicio de sus formas propias de gobierno garantizando -Ahí empieza mi aportación- retoma, garantizando que las mujeres y los hombres indígenas disfrutarán y ejercerán su derecho de votar y ser votados en condiciones de igualdad así como acceder y desempeñar los cargos públicos y de elección popular…”.

APOSTAR POR LA EDUCACIÓN

Eufrosina busca que su libro también sea leído por funcionarios, ya que ofrece una mirada sobre los pueblos indígenas y crítica los programas sociales, “no es inventarte programas, regalar dinero si no promover la movilidad social, sabes que ese es el reto, o sea de nada sirve que le des 5,000 3,000 pesos cada gobierno que venga va a dar a esa misma población… La apuesta debe ser hacia la educación de calidad, se le deben brindar herramientas a los niños para que puedan estudiar”, apuntó la diputada.

La educación para Eufrosina fue lo que le permitió salir de su comunidad y aspirar a otra vida. Dejar de normalizar atender a sus hermanos, dormir en petate, casarse y la violencia se lo permitió la educación.

“Dormir en un petate es normal que no es malo, sabes siempre y cuando tengamos la conciencia de escoger de decir, pues no me quiero dormir una cama. Yo me sigo durmiendo un petate, pero que esa esa posibilidades de decisión sea la que tú decidas, la toma de decisiones no sea a través de la monotonía”.

“No digamos es mi destino, mi origen no puede definir mi destino lo debo de construir yo, que es un poquito de lo que creo que me enseñó mi maestro, si me quiero dormir un petate, pues adelante, pero yo ya lo decidí, no, la circunstancia”, dijo en entrevista.

En el libro Los sueños de la niña de la montaña la autora también toca temas que conciernen a las mujeres, la violencia, el aborto y el feminismo.

Ella dice que el feminismo y la feminidad deben ir articuladas y debemos posicionarnos desde lo que somos. Tanto en entrevista como en persona señaló que el feminismo debe encaminarse hacia la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres y es concepto que apenas se va asimilando.