Los piercings o perforaciones han acompañado a la moda por muchos años y la joyería usada en estas prácticas se ha modernizado con el paso del tiempo; a pesar de que actualmente es muy común ver personas con cualquier tipo de perforación, éstas continúan cargando con muchos estigmas ya que son asociadas a acciones delictivas o al “poco profesionalismo” de quienes los portan, pero esto está completamente alejado del significado que antiguamente tenían.

Bajo la visión occidental, el uso de piercings es relativamente actual ya que fue popularizado por tribus urbanas que buscaban romper con las normas sociales e incomodar a la parte más conservadora de las personas, pero esta práctica ha formado parte de las culturas antiguas desde hace muchos siglos.

Perforaciones con historia

De acuerdo con El País, las perforaciones son una técnica milenaria que en algunos casos funciona como símbolo de estatus (así sucedía en el Antiguo Egipto), y en otros como rito de iniciación a la vida adulta, por ejemplo, entre los esquimales que pueblan las regiones árticas de América del Norte desde hace varios milenios. En África, la perforación de distintas partes del cuerpo, así como la dilatación con grandes adornos, es igualmente una práctica tradicional, extendida entre hombres y mujeres, también como símbolo hacia una nueva etapa vital o como simple elemento de belleza. Igual que en países de Occidente se perforan los lóbulos de las niñas al nacer, en regiones de la India es habitual el piercing en la nariz también entre las más pequeñas. Como ornamento, forma parte del ajuar de las novias indias una versión del piercing en la nariz que se conecta con el cabello a través de una cadena.

Las personas con perforaciones se enfrentan a situaciones de discriminación debido a los estereotipos y estigmas que rodean a los piercings, ya que muchas veces se antepone la apariencia física a las actitudes y habilidades de quienes portan estos aretes.

Cuidados de un piercing

Actualmente, las perforaciones se han hecho cada vez más comunes, pero siempre es importante buscar un lugar seguro para realizarlo y así reducir los riesgos. Recuerda que es importante acudir con una persona experta y un lugar limpio.

Durante el proceso de cicatrización

  • Intenta desinfectarlo 3 veces al día.

  • Lávate bien las manos antes de tocar la joya.

  • Gira la joya con cuidado. Es normal ver alguna secreción o enrojecimiento. Si sientes un dolor más fuerte, tienes fiebre o pus saliendo del piercing, acude a un médico.

  • Lava bien la zona con suero fisiológico y jabón antibacteriano con un cotonete de algodón o una gasa para evitar la inflamación de la zona perforada.

  • Elimina cualquier residuo de la zona con cuidado para no golpearla.

  • Utiliza un cotonete seco para retirar la humedad.

  • Si es necesario, utiliza una crema cicatrizante, indicada por el profesional que hizo el piercing.

  • Mantén la zona del agujero aireado y seco.

  • No duermas arriba de la zona perforada.

  • No uses ropa ajustada sobre el piercing.

  • Evitar deportes de lucha o natación en los primeros 3 días.

  • Evita lastimar la zona. Si sucede, haz una compresa con solución salina.  

  • No te quites la costra. Es parte de una cicatrización sana.

Después de la cicatrización

  • Intenta lavar la zona entre 2 y 3 veces por día.

  • Lávate bien las manos antes de tocar la joya.

  • Retira el piercing para lavar la joya y la zona.

  • Lava bien la zona con solución salina y jabón antibacteriano.

  • Utiliza un cotonete seco para retirar la humedad.

APVB