Salir “tapada” a la calle; regresar temprano a casa; buscar compañía al caminar por la calle; llevar gas pimienta; sentir un vuelco en el estómago cuando, de noche, pasa un carro a tu lado; compartir tu ubicación en tiempo real; cuidar tu vaso en las fiestas… Esta es la realidad que viven las mujeres mexicanas en un país feminicida.

Los números de mujeres desaparecidas han inundado los medios que difunden sus fichas de búsqueda, diariamente se da a conocer otro caso de desaparición que, generalmente, va acompañado después de un cuerpo sin vida que es encontrado en algún lugar de la ciudad.

De enero hasta el mes de noviembre de 2022 se han contabilizado 858 casos de feminicidio en todo el país. La mayoría de las mujeres asesinadas fueron mayores de 18 años, seguidas por mujeres de edades no especificadas y, por último, mujeres de 17 años y menos. Las entidades que acumulan más registros de feminicidios son el Estado de México (131 casos), Nuevo León (85) y Ciudad de México (70), así lo afirmó el último informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

El feminicidio se considera como la violencia más grande que enfrentan las mujeres debido a su género y, de acuerdo con expertas en violencia de género, ésta es resultado del machismo profundamente arraigado y la desigualdad sistémica, a esto se suma un sistema plagado de problemas: policías que no aceptan denuncias sobre mujeres desaparecidas, investigaciones torpes y fiscales y jueces que revictimizan a las mujeres.

De acuerdo con el informe presentado por la asociación civil Impunidad Cero, la tasa de feminicidios a escala nacional en 2021 fue de 1.55 por cada 100 mil mujeres, 125% más que seis años antes. Algunas autoridades lo han atribuido a una mayor concientización sobre el tema y a la voluntad de clasificar más casos como tales, pero Impunidad Cero también encontró que en 2021 sólo 27% de las muertes violentas de mujeres fueron clasificadas como feminicidios.

La violencia de género “persiste como una realidad y no hay señales claras de que el fenómeno esté disminuyendo”, señaló un reciente informe del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, que depende de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

¿Cuándo se considera feminicidio?

Si bien es cierto que los hombres también sufren las consecuencias de la violencia que azota el país, se ha logrado identificar los homicidios de mujeres como feminicidios, ya que ellas son asesinadas por su género y para que las autoridades consideren un caso como feminicidio es necesario que tenga características como:

  1. Exista o haya existido entre el agresor y la víctima una relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de matrimonio, concubinato, noviazgo o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad de la que se haya valido;
  2. Exista, o haya existido, entre el agresor y la víctima una relación sentimental, laboral, escolar o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad y exista antecedente documentado de violencia;
  3. La víctima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
  4. A la víctima se le hayan infringido lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones previamente a la privación de la vida, o presente marcas infamantes o degradantes sobre el cadáver, necrofilia, o éste sea mutilado;
  5. Hayan existido amenazas, acoso o lesiones del agresor en contra de la víctima, o misoginia;
  6. El cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público;
  7. La víctima haya sido incomunicada previo a la privación de la vida;
  8. La víctima se encuentre en estado de gravidez y ese haya sido el motivo del hecho; y,
  9. Todas aquellas circunstancias que no hayan sido descritas pero que sean consideradas en las legislaciones penales federales y estatales.