“God Rest Ye Merry, Gentlemen”, es un villancico cristiano muy popular entre los angloparlantes en estas vísperas navideñas; el cántico tiene como estribillo “que Dios los mantenga felices, caballeros”, recuerda el nacimiento de Cristo y señala que el caballero es fuerte en contra de toda tentación. 

Al igual que estos cantos religiosos existen centenares en las religiones; cantos que parecen inamovibles y tienen una fuerte significación con lo sagrado, sin embargo,  un sacerdote decidió marcar una pauta importante en la inclusión; God rest ye Merry gentlemen, escrita en el siglo XVII, dejó de ser un villancico que exaltaba al caballero y su goce, para hablar de la comunidad LGBT y de la mujer históricamente oprimida. 

En el folleto distribuido en la iglesia de la comunidad Leicestershire en Inglaterra, se lee lo siguiente.

Dios guarde también a las mujeres que fueron borradas por el hombre a través de la historia, ignoradas, profanadas y desplazadas”

Posteriormente, sigue el tradicional estribillo, “que te llene de comodidades y alegría; que Dios las mantenga felices”, el verso siguiente hace referencia a la comunidad LGBT y exalta el amor, aceptación y reconocimiento de Dios por ellxs.

“Dios guarde de ti, tu ansioso corazón será consolado. Eres profundamente conocido en la voluntad de Dios, (…), recuerda que el amor es activo y aquí, sólo incrementa, buenas nuevas de comodidad y alegría”

Esta interpretación renovada también fue cantada durante el servicio de villancicos del alcalde de la comunidad, por lo que los religiosos de esta iglesia celebraron en redes la felicidad que les daba haber sido incluidos en un villancico que usualmente, tiene al hombre como actor principal.

En contraparte, Sam Margrave, miembro del Sínodo General de la Iglesia (reunión anual de la iglesia que se compone de ministros de distintas regiones), se pronunció al respecto señalando que dicho acto era inconcebible, pues el villancico tenia como finalidad adorar al salvador, sin embargo, con esa modificación se atentaba de manera directa contra la enseñanza de la iglesia de Cristo.

Como respuesta, una de las integrantes de esta comunidad y fiel de la iglesia comentó que su fe era también un acto político, por lo que bao ninguna circunstancia, tendría porque sentirse avergonzada o triste; “jamás me disculparé por asistir a una iglesia que me desafía a pensar más y que legisla en nuestro nombre”, señaló una mujer identificada como Rachael Brind. 

Los actos nos acercan a la inclusión

La iglesia es para muchos, refugio, amor, escucha y acompañamiento, sin embargo, históricamente algunos sectores fueron desplazados y renegados de este espacio; el valor tradicional de la iglesia también debe encaminarse al amor y al reconocimiento de todxs y a través de acciones que incitan al cambio se construye un camino alejado del sexismo, el machismo, la violencia, la homofobia y la intolerancia.

Sin embargo, en una institución consolidada como la iglesia el tema de la inclusión se vuelve un tabú, pues aunque el Papa ha señalado su apoyo en reiteradas ocasiones a la comunidad LGBT a la par, aún se expiden documentos por parte de la Congregación para la Educación Católica que señalan a la identidad de género como un "desestabilizador de la familia". Acá un párrafo de dicho documento expedido a finales de 2019.

·La Sagrada Escritura revela la sabiduría del diseño del Creador, que ha asignado como tarea al ser humano su cuerpo, su masculinidad y feminidad. Esta oscilación entre lo masculino y lo femenino se convierte, a fin de cuentas, en solo una exhibición 'provocativa' contra los llamados 'marcos tradicionales'" (Congregación para la Educación Católica)

Por su parte, el Vaticano señaló hace dos años que estos documentos y “conocimientos” están destinados a instruir a los católicos y contribuir en la sexualidad humana.

Como respuesta, un grupo de defensa LGBTT+ católico tildó a la iglesia de vivir en los Años Oscuros promoviendo el mito y las falsedades; “al ignorar los nuevos entendimientos científicos de la identidad de género y al negarse a dialogar con las personas LGBT sobre sus experiencias de autocomprensión y fe, el Vaticano sigue en los Años Oscuros”, señaló la organización.

Señalamientos incisivos de esta naturaleza dejan en claro que el diálogo y la tolerancia aún distan de la iglesia como institución, sin embargo, acciones como la añadidura de la mujer y la comunidad LGBT en los villancicos fomentan el amor en un espacio que tiene como finalidad, ser alegría, apoyo, compañía y comunidad para todxs sin distinción.