El lenguaje lo creamos y modificamos de acuerdo a las necesidades de la contemporaneidad. El diccionario de Cambridge cambió la definición de “mujer” que respondía únicamente a ser “un humano femenino” y dio un paso a la inclusión y reconocimiento de las mujeres trans al incluirlas dentro de la descripción.

“Adulto que vive o se identifica como mujer, aunque podrían haberle asignado otro género al nacer”, se lee en el diccionario 

La primera definición era transexcluyente y reducía el concepto de mujer a sólo el sexo, por lo que el cambio de esta definición representa un paso importante en el reconocimiento de las mujeres trans. 

La necesidad de adaptar el lenguaje a nuestra sociedad como un acto de inclusión y reconocimiento es un acto que el diccionario Merriam Webster también hizo en julio de este año, al modificar el significado de “mujer” y definirla como una identidad de género.

Por supuesto, los comentarios transfóbicos no tardaron en llover y los usuarios señalaron que existía una deformación de nuestro lenguaje con tal de cumplir “caprichos”, sin embargo, Cambridge decidió pronunciarse al respecto y señaló que esa acción responde a la necesidad de entender el idioma como es utilizado en la actualidad. 

“Nuestros diccionarios están escritos para estudiantes de ingles y están diseñados para que ayuden a que los usuarios entiendan nuestro idioma como esto siendo utilizado actualmente” 

La lengua es de los hablantes

Con el paso del tiempo, las palabras transforman nuestra realidad y la complementan; palabras como feminismo, género, patriarcado, transfobia, por ejemplo, suponen un cambio radical en la manera en que percibimos la realidad; nombrar lo que debe ser nombrado.

El género es una construcción que, históricamente nos ha dictado qué debemos y qué no debemos ser, la CNDH indica lo siguiente: 

“Son ideas y comportamientos que definen a los hombres y mujeres, lo que se espera socialmente de cada quién. El género implica ir más allá del dato diferencial entre sexos, supone comprender y explicar socioculturalmente las desigualdades creadas a partir de las diferencias sexuales.”

Que la sociedad reconozca a las mujeres trans es un gran paso hacia un sector que históricamente ha sido rezagado y les brinda el derecho universal a una identidad; “las personas transgénero, transexuales y trasvestis tenemos derecho a no sufrir ningún tipo de discriminación y a gozar sin distinción de una vida plena”, señala el documento “Los derechos humanos de las personas transgénero."

Decenas de nuevas palabras surgen diariamente en la jerga del internet; son utilizadas con frecuencia y las instituciones de la lengua las aprueban como parte de nuestro lenguaje e identidad, por lo que los múltiples señalamientos que cuestionaron esta decisión reflejan que no existe un interés genuino en la lengua y la defensa de la misma, sino que el problema radica en la intolerancia y la transfobia.