El movimiento feminista ha avanzado por todo el mundo y está conquistando cada vez más espacios para que las mujeres puedan desenvolverse en áreas que hasta hace años, se les habían negado. Pero a pesar de estos avances, el machismo continúa siendo un sistema que se encuentra muy arraigado en la sociedad, por lo que eliminar de raíz estas creencias aún continúa siendo complicado.

Si bien, parece ser que las nuevas generaciones comienzan a ser más críticas sobre su entorno y no dudan en señalar las actitudes machistas que ven, existen personas que continúan perpetuando discursos machistas y misóginos, pero ahora lo hacen de una forma más disimulada y son denominados “neomachistas”.

El machismo suavizado

Los neomachistas continúan reproduciendo ideas machistas, pero con argumentos más ligeros para suavizar sus argumentos; el neomachismo se sustenta en la idea de que las mujeres tienen menos valor como personas y sus intereses, motivaciones y criterios giran en torno a los estándares de los hombres. Las personas neomachistas expresarán estas ideas de manera indirecta, evitando ciertos actos y frases que son consideradas políticamente incorrectas por la mayoría de la población.

De acuerdo con el psicólogo Arturo Torres, reconocer a las personas neomachistas es un poco más complicado ya que sus actitudes sutiles se normalizan y terminan pasando inadvertidas, por lo que estas pueden ser algunas características para identificarlos:

  • Condescendencia sistemática. Muchas personas brindan un trato ventajoso hacia las mujeres, pero esto no se debe a que haya un sistema que las oprime constantemente, sino que se fundamenta en la idea de que las mujeres tienen el estatus social de las infancias y es por su “poca madurez” que deben ser protegidas y orientadas en su vida. Este paternalismo resta autonomía a las mujeres y las hace ver como un ser delicado que no sabe cómo vivir.
  • Defensa elegante de valores tradicionales. Los neomachistas no afirman abiertamente la supuesta superioridad del hombre ante la mujer, pero sí romantizan décadas pasadas en las que el estilo de vida estaba orientado hacia ello. Usan el amor romántico para decir que sueñan con una mujer que sólo viva para su pareja, en donde la “virginidad” juega un papel fundamental y el hombre protege a la mujer mientras controla cada aspecto de su vida.

Se trata de una defensa de los valores tradicionales que se intenta asocial a lo elegante y las buenas costumbres, lo moralmente correcto y "lo natural". De este modo, el neomachista niega la posibilidad de cuestionar estas ideas y creencias al apoyarse en un dogmatismo fundamentado en lo que se viene haciendo desde hace siglos, afirma el psicólogo Arturo Torres.

  • Comentarios sobre el físico de las mujeres. Para los neomachistas la apariencia corporal de las mujeres tiene especial importancia ya que la relacionan con el “valor reproductivo” y, por consecuencia, defienden los cánones de belleza patriarcales. Así mismo, se sienten con el derecho de lanzar comentarios innecesarios sobre el físico de las mujeres con la excusa de “críticas constructivas”, mientras que el físico masculino no es señalado de ninguna manera.
  • Referencias constantes al papel reproductivo de la mujer. Si bien es cierto que los “roles de género” se están rompiendo, los neomachistas sostienen la idea de que el papel de la mujer está reducido a la reproducción, crianza y realización de tareas domésticas, mientras que el hombre es el proveedor, por lo que no se involucra en ninguna de las tareas ligadas con lo que “hacen las mujeres”.

Los neomachistas asumen que el destino de toda mujer es ser madre y que el éxito profesional o financiero de una mujer está ligado a su capacidad para atraer a los hombres.

  • Referencias a la “naturaleza femenina”. Las personas neomachistas afirman que los roles de género asociados a lo femenino están producidos por diferencias biológicas que no pueden ser evitadas y que determinan en gran parte la conducta de ambos sexos; a partir de ahí argumentan que la conducta femenina está ligada a la sumisión y la realización de tareas domésticas porque son sencillas, mientras los hombres, quienes son más inteligentes y no se dejan llevar por sus emociones, son los encargados de tomar decisiones importantes.
  • Críticas hacia el liderazgo femenino. Según los neomachistas, las mujeres que están en puestos de poder van en contra de la “naturaleza femenina”, por lo que critican a quienes han obtenido puestos altos y engrandecen sus errores para así evidenciar que las mujeres “no sirven para esos puestos”.
  • Piensan que los piropos están bien. Los neomachistas afirman que las mujeres agradecen los “piropos” mientras van por la calle debido a que, según la “naturaleza femenina”, las mujeres son encantadas por los “halagos” que los extraños les dicen en la calle.

¿Has escuchado alguno de estos "argumentos" alguna vez?