Marli Silva se graduó como repostera a sus 66 años de edad y afirmó en sus redes sociales que se trata de “otra victoria” más en su vida. Marli afirma que la edad no fue un impedimento para lograr convertirse en panadera y repostera a nivel profesional, ella decidió comenzar a estudiar la carrera de cocina y especializarse en lo que más le gustaba y después de años de preparación pudo obtener el diploma certifica su preparación profesional avanzada en el Instituto Gastronómico de Las Américas.

Marli, quien es originaria de Brasil, afirmó que tuvo que esperar varias décadas para poder inscribirse a la escuela de gastronomía, por lo que para ella es un gran logro haber podido graduarse de aquella carrera que es su verdadera pasión.

Fue por medio de Instagram que Marli compartió su logro junto con una serie de fotografías donde mostraba su diploma mientras ella vestía una toga. En esa publicación cientos de personas aplaudieron su logro y felicitaron a Marli por haber seguido su sueño a pesar de haberlo pospuesto por tantos años y le desearon mucho éxito en su negocio.

Los estudios en la vejez

Los médicos tienen claro que estudiar a partir de los 65 años es especialmente bueno porque ejercita el cerebro y produce consecuencias positivas como prevenir y reducir el riesgo de caer en una depresión y también ayuda a combatir la aparición de algún tipo de demencias, a la vez que ayuda a mantener la memoria. En general, ya sabemos que siempre es bueno mantenerse activo física y mentalmente. El estudio nos mantiene más vivos. Está demostrado que el ser humano está capacitado para adquirir nuevos conocimientos durante toda su vida, sin importar la edad que tenga, afirma el portal Vanguardia.

Por otra parte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), al continuar aprendiendo, las personas mayores pueden adquirir conocimientos y capacidades para controlar su salud, mantenerse al día respecto de los avances en materia de información y tecnología, adaptarse mejor al envejecimiento (por ejemplo, a la jubilación, a la viudez o a cuidar de otra persona), mantener su identidad y conservar el interés en la vida.

Además, se relaciona estrechamente con las capacidades para crecer -en lo mental, en lo físico, en lo social y en lo emocional- y de tomar decisiones.

APVB