Cuando se piensa en lencería, quizás nos recuerde a aquellos desfiles de principios del milenio donde aparecían las llamadas Ángeles de Victoria Secret, mujeres de piernas largas y por supuesto, delgada; el estándar parece dictado en cuanto a la lencería, quién sí puede usarla y quién no… o al menos, esto era lo que pensaba Mercedes Carrascal, una mujer de 55 años que recientemente, decidió incursionar en el mundo de la ropa interior. 

“Cuando me puse la lencería, sentía vergüenza y miedo, pero al momento de salir (a modelar) las personas me aplaudieron y apoyaron; me sentí muy bien conmigo misma y disfruto esta nueva etapa en mi vida”, explicó Mercedes. 

La tienda Sensualtissé creada por Cristina Rey, se encontraba en la disyuntiva de aquellos prejuicios que acompañan a la lencería y los cuerpos delgados y/o jóvenes, por lo que decidió impulsar un desfile que mandara un mensaje contundente a sus clientes. Con esto, Cristina contrataría a mujeres, amigas, conocidas y clientas para modelar alguno de sus conjuntos, que ahora se hacen llamar “Las Guerreras contra la Gordofobia”. Las publicaciones alcanzarían un gran auge, incluso fuera de España, especialmente, porque las modelos aseguraron que ese fue el primer paso para comenzar a amarse.

“Nunca pensé sentirme tan bien y sexy con una braga o un conjunto, pero después de verme al espejo me sentí muy bien conmigo misma, incluso quería llevármelo puesto. Ya no me importaba que me dijeran gorda, a mí ahora eso se me resbala, si puedo aportar en esta lucha (contra la gordofobia), lo seguiré haciendo”, señala Mercedes en una entrevista para La Voz de Galicia.

Lenceríadiversidad

Como se mencionaba a principio del texto, uno de los estandartes que impuso en la memoria colectiva el concepto ligado delgadez/lencería desde hace décadas, fue la compañía Victoria’s Secret que precisamente, en 2021 el director general Martin Walters, señalaría que existió un poco entendimiento sobre el mundo que les rodeaba pues desde un inicio, la lencería era concebida androcéntricamente, ¿qué quieren los hombres?, perpetuando la cosificación y dejando de lado el punto medular: el deseo y necesidades de toda mujer sin distinción. 

Hasta hace algunos años, la lencería ha comenzado a optar por un camino diferente donde se acoplen nuevos conceptos de imagen corporal y diversidad, un ejemplo de esto, es Neo Moon, una marca que ha decidido eliminar aquellos rellenos en los sostenes, utilizar materiales que eviten hongos/ bacterias, sostenes para personas lactante, las fuertes varillas y los encajes incómodos de las bragas.

“Si la lencería no tuviera este contexto sexualizado desde que tenemos nuestro primer sujetador, ¿las mujeres serían más atrevidas en la vida? No se trata de parecer sexy o de satisfacer las miradas de los hombres”, dice Hayat Rachi, fundadora de Neon Moon.

Nadia del Real, psicóloga experta en alimentación de Centro TAP, señala en una entrevista para MedicaPlus, que a diferencia de hace una década, cada vez encontramos más personas con diversidad corporal en los medios, en las redes sociales y en la publicidad, sin embargo, explica que aún existen actos arraigados en nuestra sociedad que perpetua la gordofobia y se alimenta de los cánones, a partir de esto, surge la necesidad de cambiar el paradigma de la delgadez como concepto único de belleza.

“La idealización de la delgadez nos orilla a querer encajar en los cánones estereotipos, asimismo, principalmente las mujeres, ligan el éxito en función de su aspecto por lo que somos quienes nos sometemos a más dietas poco saludables y operaciones, por ello, es tan importante normalizar todos los cuerpos y la representación “, finaliza Nadia.