La libertad, concentración y contacto con la naturaleza se han convertido en el refugio de Diana y Grace, dos escaladoras que dentro de este deporte han encontrado el medio perfecto para desconectarse del ajetreo cotidiano para vivir el momento plagado de paisajes naturales. Diana, quién es originaria de Colombia, afirma que llegó a México para descubrir que la escalada es su “gran pasión en la vida”, mientras que Grace, quien es mexicana, se emociona al pensar que la escalada se ha convertido en su templo; para ambas, escalar es un refugio natural ante los problemas globales y debido a que este lugar es usado para desconectarse, no les parece justo que su santuario se llene de la violencia patriarcal que permea la sociedad, por ello decidieron denunciar pública y legalmente a Alan ‘N’, ex pareja de ambas y también escalador que ya cuenta con cargos por violencia física, psicológica y sexual.

No es posible que un lugar en donde vamos para desconectarnos, tengamos miedo; no es posible que haya personas violentas y que estemos expuestas así, afirma Diana en entrevista para La Cadera de Eva.

Con esta denuncia, Grace y Diana esperan que la escalada regrese a ser un lugar seguro donde ninguna otra mujer tenga que vivir cualquier tipo de violencia por parte de los hombres que integran estos grupos. Grace afirma en entrevista que el primer contacto entre ella y Diana se dio en 2021, cuando ambas se dieron cuenta de que Alan ‘N’ había ejercido los mismos patrones de violencia contra ambas, mientras cada una se encontraba en una relación sentimental con él. Grace platica que, al entrar en contacto con Diana, tuvo la certeza de que su caso de violencia no era particular y, a partir de ahí, se consolidó una fuerte amistad entre Grace y Diana, lazo que las ayudó a denunciar en las instancias legales correspondientes.

Diana me contacto en 2021 y ahí nos dimos cuenta de que esta situación de violencia la habíamos vivido las dos, fue ahí donde dije ‘pues no es mi caso en particular’. Y creo que eso es lo que pasa mucho con la violencia, es que aparte de normalizarla, como víctima piensas que tu caso es el único, comenta Grace en entrevista para La Cadera de Eva.

No son casos aislados

El pensar que los eventos de violencia ejercidos por Alan ‘N’ durante las respectivas relaciones de Grace y Diana eran únicos, las llevó a dejar el tema de lado hasta que notaron que la comunidad de escaladoras estaba en peligro, ya que era muy posible que Alan ‘N’ continuara ejerciendo violencia física, psicológica y sexual a sus futuras parejas, ellas sabían que era un peligro. Debido a esto y después de juntar fortaleza física y emocional, Grace y Diana decidieron hablar públicamente sobre las agresiones de Alan y, del mismo modo, poner una denuncia legal en donde la Ley Olimpia protegió sus derechos, actualmente, Alan ‘N’ cuenta con cargos por violencia física, psicológica y sexual.

Alan tiene un historial largo, nosotras no fuimos las únicas chicas que tuvieron una mala experiencia con él, pero como que nadie hablaba por miedo. Yo pensaba que mi caso era aislado igual que Grace y me sentía súper mal, de cierta forma me culpaba porque como que no entiendes cómo terminas envuelta en una relación así y cuando yo terminé con él, yo me empiezo a enterar de todo, pues él ya tenía como unas historias por ahí sueltas de otras chicas, afirma Diana.

Al notar patrones de comportamiento en donde se violó la privacidad de ambas, Diana y Grace decidieron que debían parar las violencias ejercidas por Alan para que ninguna otra mujer (escaladora o no) viviera una relación llena de violencias, es por ello que decidieron proceder legalmente y hacer públicas sus historias.

Con una serie de vídeos en Instagram alertaron a la comunidad de escaladoras y a pesar del miedo, hablaron de las agresiones que vivieron cuando estuvieron en una relación de pareja con Alan; decidieron que era importante hacerlo público debido a que, de acuerdo con Diana, él se esconde bajo la empatía ya que se muestra muy empático y amable con las personas que recién lo conocen, pero ellas saben que al conocerlo más a fondo se destapa lo agresivo y manipulador que realmente es.

Debido a la imagen que tiene Alan, al inicio Grace y Diana temían ser tachadas como las “ex novias locas”, pero las respuestas fueron contrarias ya que, a raíz de su denuncia, muchas otras mujeres escaladoras comenzaron a contar eventos de violencia que Alan había ejercido contra ellas y fue así como la movilización contra la violencia dentro de las escaladas comenzó.

Podría decir que lo otro positivo que salió fue que se generó como una especie punto y aparte en la historia de la escalada o en nuestro círculo; sí tuvimos que vivir todo ese infierno, pero somos como un vehículo del universo para que más chicas se motiven a hablar y de pronto los chicos tomen conciencia de que si les mandan una foto, pues son cómplices. También de hablar de que de ciertas cosas y comportamientos están mal en la escalada, la problemática al final no fue como salió a la luz una persona violenta, sino que salieron a la luz muchos otros problemas de fondo, de comportamientos inadecuados en muros de escalada en zonas, puntualiza Diana.

Las amigas salvan

De acuerdo con Diana, quién es originaria de Colombia, el movimiento feminista en México fue lo que la incentivó a denunciar las violencias que vivió y al comenzar el cansadísimo proceso legal supo que ya no había marcha atrás y como acto de sororidad hacia las demás mujeres que pueden llegar a encontrarse con Alan y aquellas otras que también se convirtieron en víctimas de él decidieron continuar “hasta la muerta”, como se dice en la escalada.

Es como muy fuerte ir a las marchas [refiriéndose al 8M], pero cuando empecé a ver todos los carteles pensé mucho en Alan porque yo dije ‘¿cuántas de esas niñas las pudieron advertir de su violentador? ¿cuántas de esas niñas de pronto se quedaron calladas porque estaban muy manipuladas y terminaron siendo una cifra? ¿cuántos amigos de ese agresor les pudieron advertir y estar hoy con su familia?’ Entonces ese día de verdad me empoderé y dije ‘a muerte’, o sea, no hay reversa y en ese momento no me sentía lista emocionalmente para denunciar, pero sabía que lo iba a hacer en algún momento y que no había vuelta atrás por todas esas chicas, porque esto no es una venganza contra Alan, es por todas nuestras hermanas que están viviendo una situación similar y sus agresores están impunes y están sonriendo mientras las chicas están en terapia, llorando, con problemas para entrar en otras relaciones, con la inseguridad, con la autoestima en el piso, eso no es justo. –Diana.

En medio del desgaste físico y emocional que ha sido denunciar legalmente a su agresor, Grace y Diana han podido continuar con el proceso gracias a las redes de apoyo que se han formado desde la denuncia pública. Diana y Grace afirman que una de las cosas positivas fue que pudieron conocerse y han formado un lazo de amistad bastante sólido y hermoso que las impulsa a continuar y las acuerpa cuando su fortaleza se debilita.

Así mismo, dentro del círculo de mujeres escaladoras, han encontrado otro espacio donde a cada momento se les recuerda que no están solas y si bien, dentro de la esfera pública hay algunas personas que se niegan a acepta que Alan ha violentado a muchas mujeres, la comunidad de escaladores ha respaldado sus declaraciones y han comenzado a movilizarse para crear estrategias de género donde no se toleren actos machistas dentro de la comunidad de escaladores.

La batalla que están librando Grace y Diana es enorme, pero ellas están seguras de que también significa un cambio para crear entornos seguros donde cualquier mujer que ha sido víctima de alguna agresión pueda hablarlo de manera pública sin ser juzgada y, al mismo tiempo, continuar escalando sin miedo de ser violentada por los hombres que la rodean.