Las redes sociales se han convertido no sólo una manera de mantener contacto con personas allegadas a nosotros, sino también, han abierto el espacio para conocer múltiples historias que enternecen y mueven las emociones de millones de seguidores alrededor del mundo, esta vez, un joven compartió el momento en el que le muestra a su abuela el tatuaje que se realizó en honor a ella. 

El usuario de TIktok Jorge Alejo Amores, publicó el vídeo,me tatúe la firma de mi abuela, aunque a ella no le gusten los tatuajes, explicó. Posteriormente se acercó a la abuela, quien sorprendida, le pregunta si es un tatuaje de verdad y si la llevará de recuerdo por siempre; finalmente, la mujer abraza con cariño el brazo de su nieto y besa el tatuaje

Por supuesto, el hecho generó más de 12 mil comentarios que señalaban lo bonito del vídeo y otros, recordaron a sus abuelas con melancolía, sin embargo, queda en la mente esta idea sobre la complicada relación entre nuestras madres - abuelas y los tatuajes, ¿de dónde surge este rechazo?, pues parece ser que esta conexión se ve atravesada por un tema cultural, social e incluso, de femineidad. 

La aversión contra el tatuaje de las generaciones pasadas: los estereotipos negativos

En nuestro país, hasta finales del siglo XX, tener tatuajes era vista como una situación clandestina, precaria y que apuntaba a ser un delincuente, señala La Jornada. 

Entretanto, si la situación con los tatuajes siempre fue vista con connotaciones negativas en el contexto social de las generaciones pasadas, el sesgo orientado a las mujeres queda aún más rezagado añadiéndole otros estereotipos relacionados a la promiscuidad. 

Un estudio realizado por la revista Archives of Sexual Behavior en 2015 reveló que los hombres tienden a acercarse más a las mujeres con tatuajes bajo la idea de que probablemente, será más fácil consumar el acto sexual con ellas en la primera cita, además, tras una serie de preguntas que mostraban la imagen de una mujer tatuada, las personas señalaron que daba la impresión de ser alguien poco agradable e irresponsable.

Los prejuicios entorno a los tatuajes se han ido modificando de manera paulatina conforme a nuestro contexto, especialmente entre las generaciones más jóvenes que han eliminado el tabú de la tinta y aquellos clichés negativos, quizás, para las generaciones más grandes se trate aún de un tema de aversión, aunque claro, cómo no ganarse el corazón de nuestros abuelos con un tatuaje que honre y recuerde su memoria en un acto como este de profundo amor. 

A.D