Son muchos los mitos que rodean el uso de los esmaltes rojos, por parte de la sociedad más conservadora está mal visto que una mujer use tintes rojos brillantes en las uñas ya que éstos se relacionan con la sexualidad, pero Geoffrey Jones, profesor de Historia en la Harvard Business School y autor del libro Beauty Imagined: A History of the Global Beauty Industry (2011), afirma que este mito es completamente falso ya que la atracción sexual se da por otras variantes y el color de las uñas no tiene nada que ver con ello.

Del mismo modo, Jones afirma que durante la Gran Depresión americana nacería la revolucionaria gama de esmaltes Revlon, elaborada ??con pigmentos en lugar de colorantes. En 1932 esta marca de cosmética asentada en Nueva York lanzaría su primera referencia y esta sería, por supuesto, en rojo, cuyos creadores Charles y Joseph Revson, se inspiraron en los labios escarlatas tan de moda entonces, para crear unas uñas rojas a juego. Fue así como el esmalte de uñas rojos comenzó a ser relacionado con el glamour y sólo mujeres con gran poder adquisitivo podían usarlo.

Fue al final de la Segunda Guerra Mundial que el uso del barniz de uñas dejaría de ser un objeto de lujo más fácilmente accesible para todas las mujeres. Sus costos de producción se abarataron hasta el extremo de que aquel símbolo de estilo y extravagancia llegó a ser accesible para todo el mundo.

La sexualización del rojo

No es de sorprenderse que un color tan llamativo como el rojo fuera presa del patriarcado, quién lo sexualizó y comenzó a relacionarlo con las mujeres en situación de prostitución, así fue como el mito de que las uñas rojas aumentan la atracción de los hombres hacia las mujeres, debido a que éste tono ya podía ser usado por cualquier mujer que lo deseara; para eliminar el estigma que se creó alrededor de barniz rojo, actrices y figuras públicas como Diana de Gales o Dior comenzaron a usarlo dentro de su cotidianidad, usándolo como un símbolo de lucha contra los estereotipos de belleza.

Debido a lo brillante del rojo, este color comenzó a ser el foco dentro de las colecciones de moda y en 1947 la marca Dior afirmó que solo un toque en los labios y las uñas podía hacer que maquillajes sencillos y atuendos básicos resaltaran de sobremanera.

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Esta exaltación de la moda alcanzaría su punto más alto con las formas dramáticas celebridades como Liza Minnelli o Dolly Parton usaron el color rojo como parte de su esencia, además de abanderar el empoderamiento de la mujer trabajadora en la siguiente década entre círculos como Wall Street.

El rojo en la actualidad

Como se ha visto, la moda es cíclica y parece ser que los próximos meses estarán llenos de nostalgia, por lo que distintos trends en TikTok afirman que el color rojo en las uñas será el protagonista en los siguientes meses de frío, quedando en contraste con colores neutros para la vestimenta.

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El color rojo estuvo en controversia por muchos años y factores sociales como el racismo y el clasismo dictaron por mucho tiempo que sólo cierto sector de la población podía usarlo sin alterar los cánones sociales, pero gracias a la deconstrucción de estos estereotipos de belleza, hoy en día es una realidad que cualquier mujer puede usar el tono de rojo que más le guste y esto no es para nada una insinuación sexual ni mucho menos.

El color rojo es un color que transmite fuerza, seguridad y empoderamiento, y a la vez se mantiene en la línea de los clásicos, lo que hace que sea siempre una puesta segura independientemente de la época del año, señalan en Nailstetic