A lo largo de la historia, la opresión masculina sobre las figuras femeninas era una fuerza invisible. A veces tomaba forma en nombres de varones inexistentes que les quitaban el crédito de su trabajo y, otras, en un sometimiento constante que las mantenía ocultas y encerradas. El camino para las escritoras de esa época tenía pocas salidas: cambiar su identidad o llevar una vida de encierro, afirma Martina Vogelfang para el portal La Primera Piedra.

Actualmente las mujeres están retomando los espacios que se les había sido negados, nombrándose sin pseudónimos y escribiendo sin esconderse, es por ello que aquí te recomendamos distintos libros de autoras que han sido invisibilizadas que puedes encontrar en PDF.

Sólo da clic en el título de la novela y te redirigirás a una página donde podrás descargar los libros. Deseamos que la magia de cada escritora te atrape y disfrutes las vivencias y mundos creados por aquellas que significan la resistencia.

En Grand Central Station me senté y lloré (Elizabeth Smart, 1945)

Esta novela autobiográfica, publicada por primera vez en 1945, y que muy pronto se convertirá en un verdadero libro de culto al ser traducida a numerosos idiomas, narra con un lenguaje prodigioso, lleno de imágenes tan originales como potentes, la pasión de su autora por un hombre casado del que se enamoraría incluso antes de conocerlo personalmente.

Flush (Virginia Woolf, 1933)

Flush es un cocker spaniel de orejas largas, cola ancha y unos “ojos atónitos color avellana”. A los pocos meses de su nacimiento es regalado a la famosa poetisa Elizabeth Barrett, convirtiéndose en su compañero inseparable y, posteriormente, en el cómplice de sus amoríos con el poeta Robert Browning. Virginia Woolf relató la historia del perro de Elizabeth Barrett con rigor biográfico, consiguiendo una de las obras más deliciosas de la literatura contemporánea.

La malasangre (Griselda Gambarro, 1981)

La malasangre cuenta la historia de amor entre Dolores y Rafael, una adolescente nacida en cuna de oro, hija de uno de los terratenientes más poderosos del país. Su tutor particular es un jorobado que, entre clases de latín, francés y botánica, descubre en su alumna la alegría de soñar con un futuro imposible. Benigno, el padre es el machismo, la dominación, el abuso de poder y la ambición materializados en el cuerpo de un hombre.

Candelaria, la madre, es una sombra en aquella casa, una dama de sociedad privada de cualquier anhelo o pasión, mujer que llega a dudar de su propia existencia. Benigno contrata a Rafael como tutor de Dolores justamente por ser Jorobado, para evitar que su hija Dolores o su esposa vean en él un objeto de deseo u otra forma de afecto. Delega en Fermin su mano derecha ejecutor de sus más oscuros designios, un hombre que respira en una atmósfera de sadismo la tarea de vigilar a su hija y al tutor. Benigno arregla el compromiso matrimonial de su hija Dolores con Juan Pedro, un refinado y prejuicioso joven de familia acomodada Amor, Dolor, Sangre, prejuicios y poder se amalgaman en escena para mostrarle al público una obra en donde el silencio llena los vacíos dejados por las verdades ocultas y el miedo a la libre expresión.

Sé que vienen a matarme (Alicia Yánez Cossío, 2001)

Desmitificadora y polémica, la nueva y esperada novela de Alicia Yánez Cossío es una magistral recreación de uno de los períodos más turbulentos de la historia republicana.

Oculta en la penumbra de las habitaciones de Palacio, la mirada implacable del tirano aterroriza a todo un pueblo, imponiendo su voluntad omnímoda. Nada ni nadie podrá detener su desenfrenada carrera en pos del poder y la santidad. Mujeres, soldados, sacerdotes y políticos son parte de una historia de crueldad, intolerancia y lujuria. Sin embargo, una triple conspiración acosa al tirano. La venganza, la cobardía y la traición confluyen en un final tan estremecedor e inevitable como el de una tragedia griega.

El núcleo de Sé que vienen a matarme es un hecho histórico: el asesinato de uno de los presidentes más controvertidos del Ecuador del siglo XIX. El eje de la obra es la vida de este personaje poseído por la ambición de poder y fanatizado por la religión, nombrado siempre de manera elusiva y oblicua. Esta novela es a la vez una apasionante historia de aventuras, una sobria reconstrucción histórica y una sabia meditación acerca de la condición humana y moral de la clase política. Se trata, sin duda, de una soberbia demostración del talento narrativo de una de las escritoras imprescindibles de la literatura hispanoamericana actual.

El libro de la almohada (Sei Shonagon, Año 1000 aprox.)

Escrito por Sei Shonagon, dama de la corte de la emperatriz Sadako en el Japón del siglo X, El libro de la almohada (llamado así para describir un libro de notas informal que se guardaba posiblemente en los cajones de las almohadas de madera) es, además de una pequeña joya literaria, un vivo y colorido retrato de la vida en la corte imperial.

Como explica en su prólogo María Kodama, el libro original está formado, además de por una larga serie de enumeraciones (de insectos, de plantas, de cosas agradables o desagradables, de temas poéticos, etc.), por anécdotas, anotaciones diarias, y por la descripción de caracteres y de la vida cortesana, con sus costumbres, sus juegos, sus intrigas, y también su crueldad. La presente versión de este libro singular, como la cultura y el tiempo al cual pertenece, ofrece la selección y traducción que del mismo hicieron en su día Jorge Luis Borges (quien sintió siempre especial atracción por Japón y su literatura) y la propia María Kodama.