La sociedad está siendo atravesada por una violencia feminicida que se ha convertido en una verdadera emergencia de salud pública. De acuerdo a Anita Bhatia, directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, hay una necesidad prioritaria de que los estados comiencen a tratarlo como prioridad.
“Si hay algo que nos está matando, es esta emergencia sanitaria. Hay tanta violencia contra las mujeres que lo hemos normalizado y el mundo, no reacciona con el horror que esto merece” señaló Anita para EFE.
El hogar: espacio mortal para niñas y mujeres
Un informe llevado por las Oficinas de las Naciones Unidas, señala que más de cinco mujeres / niñas, fueron asesinadas cada hora por alguien de su propia familia, esta cifra es un aproximado, pues se contempla que existan mayores incidencias de feminicidios que no son contabilizados por falta de información.
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En números más concretos, de las 81,000 mujeres/niñas asesinadas en 2021, el 56% fue un acto perpetrado por sus parejas o familiares. En contraparte, los homicidios masculinos en el hogar es de 11%.
La violencia feminicida se trata de un acto que aqueja a todos los países a nivel global, siendo África el continente donde las mujeres/niñas corren más riesgo de feminicidio por parte de sus parejas o familiares.
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Feminicidios por cada 100,000 mujeres en el mundo
África - 2.5%
America - 1.4%
Oceania - 1.2%
Asia - 0.8%
Europa - 0.6%
En un comunicado, la directora ejecutiva de la ONU Mujeres, Sima Bahous, hizo un llamado a la sociedad para hacer realidad el derecho de mujeres y niñas a sentirse seguras en el hogar, pero también en las calles, en las escuelas, en las instituciones y en todas partes.
En dicho documento, también se apunta a que si bien los hombres y niños se ven atravesados en mayor medida, por violencia homicida, las mujeres se ven afectadas desproporcionadamente por la violencia feminicida en el hogar, pues supone más de la mitad de estos crímenes. El informe, también apunta a que si bien los hombres y niños se ven atravesados en mayor medida, por violencia homicida, las mujeres se ven afectadas desproporcionadamente por la violencia feminicida dentro del hogar.
Uno de los ejemplos más palpables relacionados a la peligrosidad del hogar, es el aumento del 9% en feminicidios tras el confinamiento derivado del COVID-19 en Estados Unidos, Canadá y México.
“De acuerdo a las cifras recopiladas, en Europa y Norteamerica, el aumento de feminicidios en lo doméstico, fue resultado principalmente, de un mayor número de agresiones por parte de los mismos familiares”, señala la revista Forbes.
Prevención y acción… estancada
Cuando se observa el panorama de discriminación, violencia, feminicidios y abuso en contra de la mitad de la humanidad, señala el Secretario General de la ONU, "es inconcebible la manera en que se limita la vida de las mujeres y niñas."
“Limita la participación de mujeres y niñas en todos los ámbitos de la vida, niega sus derechos, libertades básicos y bloquea la recuperación económica equitativa y el crecimiento sostenible que nuestro mundo necesita”, señala el Secretario General, Antonio Guterres.
Asimismo, Guterres señaló que toda acción que demande a los gobiernos el diseño y financiamiento de planes de acciones es completamente necesaria y reconoció que la sociedad civil debe ser partícipe en la toma de decisiones y vigilancia de que la justicia/leyes se apliquen y respeten por parte del Estado.
“Todos debemos apoyar las campañas públicas, especialmente, si estas desafían las normas patriarcales y promueven diferentes formas de masculinidad. Hay que rechazar en todos sus niveles, la misoginia y la violencia”, señaló el máximo responsable de la ONU.
El estancamiento de las medidas contra la violencia de género queda al descubierto, cuando observamos que desde hace 10 años, no ha existido cambios significativos ni disminuciones en los homicidios/ feminicidios, por ello, Guterres señala, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que existe una clara postergación por parte de los respectivos gobiernos, quienes no han priorizado en términos de financiación y atención pública este problema.
A la par, la directora adjunta de ONU Mujeres, Anita Bathia también apunta a una clara deficiencia de líderes políticos que reconozcan esta violencia como una emergencia de salud pública.
“Necesitamos más líderes que digan: ´la violencia contra la mujer es una violación absoluta de los derechos humanos, es incorrecta en cada aspecto posible y por lo tanto, tenemos que asegurar por todos los medios existentes, que no exista. Erradicar este problema es fundamental para ser un país más próspero”, señala para EFE, Anita Bathia.