Las artes dentro del contexto social y la cultural ha jugado un papel relevante en la historia dejando diversos testimonios que van desde lo artístico, plástico y emotivo, hasta lo político y la denuncia social y/o de guerra. Los primeros registros datan de la época de la caverna donde se han encontrado en las cuevas diversas pinturas rupestres, grabados, esculturas y petroglifos que dan cuenta de rituales como la caza del mamut y de la vida cotidiana de los pobladores de las hordas. Al respecto Margarita Chacón, pintora mexicana comparte a la Cadera de Eva:
El arte siempre ha sido una necesidad para expresar lo que llevamos dentro, es el reflejo de la sociedad, del tiempo que nos ha tocado vivir y, por eso, es importante fomentarlo, transmitirlo y preservarlo, es una forma de conservar la cultura de los pueblos.
Actualmente existe una discusión al definir que es arte y que no, sin embargo, sus diversas expresiones a través de la música, la danza, la fotografía, la literatura, el cine, y las artes plásticas que integran a la pintura, la escultura, la arquitectura, el dibujo, el grabado, la cerámica, la orfebrería y la pintura mural, han aportado desde las perspectivas de las mujeres, su mundo interno, su introspección, su sentir, sus valores, su perspectiva filosófica y su historia, confrontándose y/o espejeándose ante su entorno, al respecto Nour Kuri escultora comenta a la Cadera de Eva:
Mi primer encuentro con el barro fue posterior a la perdida de mi madre, me sacudió y necesitaba agarrarme de algo, así que al tocar el barro, comenzó mi proceso de sanación, fue una caricia a mi alma y comencé a expresar lo que había dentro de mí y en ese momento solo era para mí, después se hizo empático con otros.
En el caso de las artes y las mujeres, en un inicio jugaban un papel pasivo siendo solamente musas y modelos, sin embargo, poco a poco fueron abriendo caminos que les han llevado a tener un mayor protagonismo y visibilidad de sus propuestas, siendo el primer caso registrado el de la pintora Italiana Susana de Artemisa, quien firmó su primer obra a los 16 años; en un inicio su cuadro lo firmó su padre, ya que en las escuelas de 1611 las mujeres no podían ingresa a la academia de Bellas Artes, solo los varones. Su obra Judith decapitando a Holofernes, muestra su enojo ante la violación que sufrió por parte del pintor Tassi. Caso que llego a juicio, y en el cual fue torturada Artemisia, sin embargo, se mantuvo en su declaración junto con su padre y pudieron encarcelar al pintor. En 1970 Artemisia comienza a llamar la atención de grupos feministas ya que en su obra muestra la no aceptación de los modelos establecidos para las mujeres de su época.
Al camino de las artes se llega desde diferentes lugares, por casualidad, por recreación, por tristeza, por miedo, por la necesidad de tramitar la violencia vivida, por angustia, para tramitar los duelos, por la alegría, por la necesidad de un dialogo con una misma, por el placer, por la libertad y la necesidad de plasmar simbólicamente en el exterior lo que en el interior de la artista se mueve “el acto de crear y contemplar…es una caricia al alma, y es una catarsis…recién presente mi obra En Intimidad, compuesta de cincuenta esculturas en bronce, mármol, ónix y madera, buscando esta expresión de hablar, de mi yo al tú, algunas de las Esculturas estaban acompañadas de un espejo con la finalidad que el espectador sea parte del decir de la escultura y participe y forme parte de la obra, y se funda con ella, en esta Intimidad” (Nour Kuri, escultora).
Las artes como revolución
Si bien las artes tienen que ver con la introyección de la artista, al principio decíamos que también es un acto político, social y cultural, de ahí que pintoras como María Izquierdo, visibilizó a las mujeres desde su dolor, soledad y fuerza, además de ser la primera mexicana en exponer su obra en Nueva York. Aurora Reyes, muralista plasmo la desigualdad social, tanto en su obra mural como en sus poemas, activista a favor del derecho al voto de las mujeres, quien además creo la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios (LEAR). Carmen Mondragón mejor conocida como Nahui Olin, aportó desde la pintura y la poesía a la teoría feminista, al reconocimiento de las mujeres indígenas y en el derecho al voto de las mujeres. Leonora Carrington, si bien nació en Reino Unido se nacionalizó mexicana, ella incursionó como pintora, escultora y escritora, mostrando en su obra mitológica, la expresión de su espíritu y de su mundo interno trasmutado, desafiando al surrealismo y siendo parte del movimiento de liberación femenina en los años 70.
Por ahí dicen que mujeres juntas, ni difuntas, sin embargo, la semana pasada tuve la posibilidad de acudir a la presentación Memoria y Tiempo un evento mixto lidereado por mujeres creadoras de arte en todo sentido, no solo en el institucional. Dicho evento fue organizado por Beatriz Badillo, galerista que cocreó una propuesta con diversas técnicas integrando la obra pictórica de Margarita Chacón, la música de Matías Carbajal y el diseño de modas de Diana Morlan. Artes que se fueron hilvanando a través de diversos escenarios sensoriales con juegos de luces que invitaban a la introspección, a la vives de los cuerpos y sus cinco sentidos, rodeados de piezas del escultor Sebastián que invitan al movimiento. Entre la degustación, el reencuentro, el compartimiento de experiencias de vida y los conocimientos de mujeres generosas interesadas en sentar puentes para seguir construyendo diversas realidades que permitan a una sociedad sanarse a través del arte, posterior a lo vivido durante la pandemia.
Así se gestó esta puesta durante el tiempo de pandemia, entre el encierro y la creación Margarita Chacón opto por pintar “Mi obra hoy día, es el resultado de explorar la descomposición de la forma, a través de la luz, colores vibrantes, y trazos libres con movimiento, relacionados entre sí, creando de este modo efectos visuales que inviten al espectador a acercarse a mi obra y descubrir los sentimientos, recuerdos, y estados de ánimo que trato de expresar en cada una de mis obras”
Finalmente, seguiremos cuestionando los mitos en torno a las artes, promover su accesibilidad, visibilizar la creación de las mujeres en las artes, contar con mayores financiamientos para la creación, vislumbrar el valor que tienen en torno al desarrollo de una sociedad y su salud mental, y como una forma de humanizarnos al contactar con nuestro mundo interno, que al mismo tiempo es social, el adentro es afuera y viceversa.
Norma G. Escamilla Barrientos es licenciada en pedagogía por la Facultad de Filosofía y Letras en la UNAM y tiene maestría en psicoterapia psicoanalítica por el Centro Eleia, A.C.