El cabello de Lauryn Caldwell comenzó a llenarse de canas desde que tenía 16 años, esto la convirtió en víctima de bullying ya que los demás consideraban que era muy joven para tenerlas; debido a los constantes comentarios, las canas se convirtieron en una gran inseguridad y comenzó a arrancárselas ya que sus padres no la dejaban pintarse el cabello.

Lauryn recuerda un incidente en particular donde una compañera de escuela que se sentaba detrás de ella le preguntó por qué tenía canas siendo tan joven, este comentario la hizo sentir muy nerviosa y fue el detonante para sus inseguridades.

Al cumplir 18 años, comenzó a pintarse el cabello cada tres semanas ya que no soportaba ver ningún cabello blanco. A pesar de que sus padres le repetían constantemente que no tenía nada de qué avergonzarse no fue hasta el 2021 que descubrió una comunidad de mujeres que, como ella, habían vivido con canas desde muy jóvenes y fue a partir de esta red de apoyo que comenzó a aceptar sus canas. Si bien afirma que “aún hay días en donde no quiero mirarlo”, cree que es normal y que con el tiempo la sensación pasará. También sostiene que: “Recientemente he recibido muchos comentarios positivos y creo que es porque ha crecido bastante, por lo que se puede ver el color completo y la gente me dice lo bien que se ve”.

Lauryn afirma que cada día es más feliz con su cabello y ama poder ayudar a otras mujeres a aceptar su cabello canoso ya que una de sus principales motivaciones es poder ayudar a otras mujeres a aceptar sus canas.

Las canas de las mujeres

Hasta hace muy poco tiempo, las canas eran las responsables de darle al hombre un toque interesante, pero a la vez las causantes de dar a la mujer un aspecto descuidado. Debido a los estereotipos de belleza, parece ser que las mujeres no tienen permitido envejecer, es por ello que las canas se han convertido en algo que se debe esconder ya que cargan con estereotipos negativos, como lo son las brujas en los cuentos.

El feminismo ha llegado a cuestionar lo que “se espera” de una mujer y con esto también se cuestiona el hecho de que las mujeres deben verse siempre jóvenes ya que las arrugas y las canas no se encuentran permitidas en los estándares de belleza, pero es justo este cuestionamiento lo que ha permitido que las mujeres puedan decidir cómo verse.

Las canas son un símbolo del paso del tiempo y el constante cambio, por lo que cada mujer debería tener la elección de mostrar sus canas sin ser juzgada o teñirlas sin ser objeto de comentarios sobre su apariencia física.

APVB