Arctic Monkeys, una banda británica que acompañó la adolescencia de millones de millenials alrededor del mundo, se ha vuelto un indispensable junto con The Libertines, The Strokes o Interpol. La agrupación se presentó en Perú y muchos, desempolvaban sus converse y pantalones de pitillo, a la par, también una abuelita preparaba su camisa con la portada del álbum AM para estar cerca de su ídolo: Alex Turner

Fue a través de Twitter, que su nieta compartió un hilo que demostraba el gran amor de “mamá Celia” por la agrupación y señaló que aunque hubieron algunas dificultades para trasladarla en su silla de ruedas, al final, se logró y la abuelita pudo disfrutar del concierto en un espacio reservado.

La joven también explicó que Celia es una gran fanática, siendo Arabella su canción favorita, perteneciente al álbum AM, se caracteriza por ser un rock alternativo bastante suave que canta sobre una mujer fuera de este mundo y que marcó un hito en la vida de Turner. 

“Próximamente abuelita interpolera”, comentó la nieta, pues antes del concierto de Arctic Monkeys, se presentó Interpol, otra banda dosmilera con un sonido más oscuro; “esa no es la voz de mi Turner”, le dijo la abuelita preocupada a su nieta. Sin embargo, al termino de esa presentación, Celia se veía muy contenta y señaló que le habían gustado mucho.

La importancia de la inclusión de adultos mayores en nuestros espacios

Celia, recibió múltiples comentarios positivos sobre su asistencia al concierto, pues demostraba que la edad no representa ningún impedimento para disfrutar de las cosas que les apasionan. 

De acuerdo al artículo Acciones educativos para mejorar la calidad de vida en los adultos mayores, el envejecimiento no es sinónimo de una dependencia funcional o mental, si bien, existe un deterioro en la velocidad de reacción, no influye en su capacidad para reflexionar, comprender y tomar decisiones; creer que los ancianos no pueden disfrutar de ciertas cosas por su edad o excluirlos, es un acto de discriminación directa. 

El edadismo, acto que discrimina a los adultos mayores por su edad, se trata de una práctica interiorizada que muchas personas realizan; no es necesario caer en una violencia verbal o física para hacer edadismo, pues incluye el hecho de infantilizarlos, excluirlos o creer que no entenderán los temas tendenciosos, estas son algunas prácticas que delatan una discriminación normalizada contra este sector. De acuerdo a información de la ONU, uno de cada dos personas en el mundo tiene actitudes discriminatorias, desde actos como los anteriormente mencionados, hasta actos de violencia en contra de los adultos mayores, por lo que existe una necesidad urgente de dignificar la vejez.

Estas imágenes negativas que tenemos aquellos grupos de menor edad en contra de los adultos mayores, responde a la idea de que las condiciones sociales cambian y eso influye en nuestro comportamiento; cargando de prejuicios y valoraciones negativos a los ancianos pues "no poseen las mismas nociones que nosotros". Sin embargo, se deja de lado que los adultos mayores, continuan siendo personas capaces de modificar, aprender, reflexionar y escuchar, de acuerdo al artículo  "La dignificación de la vejez: un desafío al nuevo principio de solidaridad".

“Sí, somos responsables de la sociedad que nos ha tocado vivir, pero eso implica, que también podemos cambiarla”, señala el artículo.

La abuelita Celia, se convierte en un ejemplo de que la vejez, se trata de una serie de constructos sociales que dicta lo que puede y no puede hacer; lo que le gusta o no le debe gustar y en este caso, ella decidió romper con el prejuicio de una vejez “enferma” y “deteriorada” y demostrar, que como cualquier etapa de la vida, siempre se puede gozar en plenitud. 

A.D