Dalia Ramos Guerra lidera el área de Build and Test (Construcción y Prueba) y aunque podría relacionarse solamente a las pruebas de validación, su trabajo va más allá de eso, pues no sólo asegura la calidad de las piezas sino también construye el mejor auto posible echando mano de la ingeniería y diseño con un objetivo final: coronar al equipo francés Alpine

Su trabajo se divide en las siguientes cuatro funciones:  

  • Ensamblaje mecánico
  • Ensamblaje final
  • Pruebas de validación
  • Coordinación de piezas 

Con esto, se convierte en la primer mexicana en encabezar esta área en la Fórmula 1, sin embargo, no es la única mujer en desarrollar los bólidos para Alpine, pues la recientemente implementada campaña RacHer apunta a un mínimo del 30% de mujeres en el equipo para el 2025, este proyecto ha visibilizado la labor de mujeres increíbles que están a cargo áreas como construcción, análisis de data, ensamblaje u operaciones en pista.

A través de diversos videos, las mujeres del BWT Alpine respondieron a comentarios sexistas que cuestionaban sus habilidades y conocimientos sobre la Fórmula 1. Durante la participación de Dalia, la mexicana señala que no es un deporte para hombres, sino para personas con grandes ambiciones.

"Como parte de mi puesto actual, estoy a cargo de la construcción mecánica, la construcción externa y la homologación del auto antes de que salga a la pista. Claramente, el deporte motor no es solo para hombres. Es para las mejores personas con grandes ambiciones."

Desde 1950, la Fórmula 1 siempre ha tenido un tinte sexista. Hombres en autos increíblemente veloces, mujeres en minifalda que sostenían banderas y hasta 2014, hablaba el director general de la F1,  Bernie Ecclestone, sobre mujeres que debían vestirse de blanco porque debían ser consideradas como un electrodoméstico más.

En un plano más actual, en 2018 se eliminó la figura de las mujeres que ondeaban banderas o que se mantenían de pie junto a los ganadores; como si se tratasen de un adorno. La Formula 1 hizo un comunicado señalando que era momento de dejar de utilizar a las "mujeres como florero", pues iba en contra de los valores de este deporte. En respuesta, algunos pilotos como Sebastian Vettel señalaron que el empleo de estas mujeres era una buena tradición que no se debería cambiar, pues representaban el glamour y feminidad en las carreras.

Dalia Ramos, una vida normal en la Ciudad de México: Un gran impulso y ambición

Originaria de la alcaldía Azcapotzalco, Dalia Ramos proviene de una familia clase media. Un padre que trabajó desde los once años y una madre que se dedicó a cuidar de ella y sus hermanas, sin embargo, sus padres fueron una parte determinante para Dalia, pues siempre la apoyaron e impulsaron en alcanzar sus sueños, explica la mexicana para Excélsior.

"Aunque ellos no tenían el dinero para financiarme mis estudios, yo labraría mi propio camino para conseguir lo mejor y así fue. Primero conseguí una beca en el Tecnológico de Monterrey para estudiar mecatrónica y después, otra para estudiar la maestría en ingeniería de manufactura y management en la Universidad de Nottingham en Inglaterra; un sueño hecho realidad", comenta Dalia.

Pese a que aún existe una representación mínima de las mujeres en un deporte como este, Dalia ha reiterado que además de su responsabilidad en el trabajo, intenta ser una inspiración para las infancias que tienen intereses en la ingeniería, especialmente, las niñas de latinoámerica que difícilmente se ven representadas en puestos como ese. "Soy consciente de que soy parte del cambio para abrir el camino a las niñas y adolescentes de las siguientes generaciones", finalizó.

A.D