Un 98% de los 720 pacientes menores de edad que se encuentran en tratamiento hormonal se muestran completamente seguros de este procedimiento, dándole continuidad de entre tres y seis años, tiempo que dura el seguimiento de los casos, señaló la revista The Lancet. 

Esta investigación se llevó a cabo en el Centro de Disforia de Género en el Centro Médico de la Universidad VU de Ámsterdam, y que desde hace dos décadas se han dedicado a apoyar a miles de personas que intentan cambiar 

“Cuando llegan adolescentes o pre adolescentes con incongruencia de género (anteriormente mal llamado “disforia”), se les realiza una evaluación diagnostica, tras la cual, se les administra una medicación de supresión de la pubertad. Esto detiene los cambios físicos asociados a la adolescencia.”, explica la revista. 

Esto último puede resultar en inconformidad, depresión y ansiedad para los jóvenes transexuales, es importante destacar, que el tratamiento es reversible lo que le permite al adolescente explorar su sexualidad y sentirse más cómodos con su decisión, en caso de desear continuar con el tratamiento, entonces se iniciará el proceso hormonal de afirmación de género, siendo estas, irreversibles.

El País señala que al tratarse de datos cuantitativos, no se percibe todo el espectro que rodean las decisiones de los pacientes, pues probablemente, algunos que abandonaron el tratamiento no es porque se sintieron precisamente arrepentidos o porque quisieron cambiar de opinión, sino que una serie de factores externos y desconocidos los orillaron a dejar el tratamiento. 

¿Qué pasa en México?

Hablar sobre la transición en menores de edad es un tema polémico y usualmente, se señala que se están violando los derechos del menor y que se les obliga a involucrarse en esto por culpa de los padres, sin embargo, es aquí donde el adultocentrismo entra en juego y se le resta total voz a los jóvenes que están buscando apoyo y que, pareciera, no tienen ninguna clase de capacidad para saber cómo se sienten y qué quieren. 

En nuestro país, esta discusión quedó congelada durante casi cuatro años, hasta que en 2021 se publicó el Gobierno de la Ciudad de México le dio continuidad a través de los “Lineamientos para Garantizar los Derechos Humanos en el Procedimiento Administrativo de Reconocimiento de Identidad de Género en la Ciudad de México de las Personas Adolescentes”, trámite que permite modificar el acta de nacimiento desde los 12 años.

Por otra parte, para recibir un tratamiento hormonal es necesario ser mayores de edad y requiere de una evaluación exhaustiva y seguimiento psicológico que respalde que eres candidatx a este procedimiento, pero, entonces, ¿dónde quedan los menores de edad? En México, esta discusión aun se contrapone continuamente.

“Se debe tomar en una fase de desarrollo, pero ya en una fase de desarrollo, donde hay menos alteraciones psíquicas y hormonales, los 21 son una buena etapa para pensarlo mejor”, señala la psicóloga Cynthia Peña de la Universidad La Salle

En paralelo el psicoanalista Damián Cruz explica para el portal de Expansión, que no se violan los derechos de ningún menor, que no se le obliga a nadie a cambiar su identidad y que es un tema que nos compete a todos al tratarse de las infancias, además recalcó la importancia de los padres o tutores para dar inicio a este proceso.

La transexualidad no es una patología, y lo ideal sería dejar de poner barreras que dificultan la plenitud a los menores trans; para el periodista Pablo Linde al no tratarse de una enfermedad, no debería de entrar en discusión cómo, cuándo, porqué o a quién administrar tratamientos hormonales, sino más bien, los sistemas de salud deberían de garantizar con acciones eficaces que este sector vulnerado se sienta protegido, acompañado y apoyado.