La influencer Yeri Mua se ha hecho tendencia debido a que en uno de sus más recientes lives (vídeos grabados en vivo donde platica con sus seguidores) explotó contra una de sus seguidoras debido a que la usuaria le dijo en los comentarios del vídeo que Yeri se “veía igual de delgadita que antes de operarse”.

Yeri Mua estaba hablando sobre cómo ha sido su vida después de pasar por una serie de cirugías estéticas y mientras hablaba de su proceso, en los comentarios del live, la influencer leyó “yo te veo igual de delgadita”, comentario que desencadenó en una serie de insultos hacia la autora de aquella “crítica”. Distintos usuarios que veían su transmisión en vivo concordaron en que la manera en que la influencer reaccionó ante tales declaraciones no fue la correcta, debido a que habló de manera insultante sobre el físico de las mujeres que la “critican”, pero muchos otros afirman que, para empezar, la autora del comentario no debió dar opiniones no solicitadas hacia Yeri ya que se cae en el body shaming.

Por otra parte, su reacción evidentemente molesta fue criticada por los que la seguían en su transmisión, asegurando que la joven ya no es la misma persona que era hace unos meses, pues ahora “carece de humildad”.

Mientras que otro grupo de sus seguidores afirma que sigue siendo la misma y que sus desplantes solo “forman parte de su personaje en redes sociales”.

Body shaming, una violencia normalizada

Para Marian Blanco Ruiz, doctora e investigadora de medios de comunicación y violencia de género en la Universidad Rey Juan Carlos, el body shaming es una cuestión de género debido a que las mujeres, desde que son niñas, son valoradas no solo por sus hazañas sino por su aspecto físico, por lo que forma parte de la violencia simbólica.

Estamos socializadas para recibir la gratificación por parte de terceras personas y de nuestro entorno y si nuestro entorno solo nos felicita cuando nos acercamos al canon -cuando estamos más delgadas, cuando nos hemos maquillado o peinado- acabamos buscando acercarnos al canon para encajar en la sociedad, Marian Blanco Ruiz.

Además de esas felicitaciones específicas, el entorno social, laboral, familiar, puede reproducir frases que avergüencen a la persona que las recibe, como “qué delgada estás”, “has ganado unos kilitos”, o “es feo, seguro que están con él por su dinero”.

En la práctica del body shaming “a las mujeres se les valora por su cuerpo, por lo que, entre otras razones en su socialización de género, aprenden que el aspecto físico es algo que se tiene que cuidar”, explica a Blanco al portal Newtral, “lo puede recibir cualquier persona, pero es la mujer quien recibe el mayor número de comentarios sobre su cuerpo.” Ellas son las que lo sufren en mayor medida, también de manos de los medios de comunicación, que puntualizan las virtudes físicas de personajes femeninos.

APVB