#MeToo fue un movimiento creado por la activista estadounidense Tarana Burke en 2006 para atender a mujeres jóvenes de comunidades marginadas que sufrieron algún tipo de violencia sexual. Tarana Burke, comenzó a utilizar la frase “Mee too” en redes sociales para hacer consciencia del abuso y agresión sexual que se encuentra totalmente enraizado y normalizado en las sociedades de varias partes del mundo, afirma el portal Todas Podemos.

Según relató la activista, cuando trabajaba en un refugio de jóvenes una chica de 13 años le platicó que era abusada sexualmente por su padrastro. A la mitad de la historia, Burke la interrumpió y la dirigió con alguien más. La joven nunca regresó al refugio.

La lucha de #MeToo

  • Este movimiento cobró fuerza y se transformó en el 2017, cuando varias mujeres estadounidenses empezaron a usar el hashatg #MeToo en redes sociales para denunciar las conductas de abuso y acoso sexual del famoso y poderoso productor de cine, Harvey Weinstein.

  • A partir de ese momento, más de 80 mujeres, entre ellas famosas actrices, acusaron a Weinstein de acoso sexual o violación mediante el uso de este hashatg en redes sociales, al punto en que se convirtió en una protesta global cuando personas de todo el mundo replicaron el hashtag en apoyo a las denunciantes, afirma el portal Todas Podemos.

  • La campaña #MeToo, propuesta de la actriz estadounidense Alyssa Milano, supuso la difusión en redes sociales, a través del hashtag #MeToo para que mujeres y hombres contaran sus malas experiencias silenciadas como víctimas de abuso. El resultado fue que muchas actrices denunciaron estos hechos abusivos.

  • Muchas actrices de Hollywood, se atrevieron a exponer públicamente casos de abusos que pensaban que no eran tan usuales como el escándalo sexual de Harvey había desvelado, aunque era un secreto a voces en Hollywood.

  • La campaña ha creado nuevas plataformas para denunciar de manera segura, los abusos cometidos en muchos ámbitos y muchos países. Han sido cientos las denuncias públicas hechas contra escritores, fotógrafos, tatuadores y hasta periodistas que se escudan con sus puestos de trabajo para acosar sexualmente a quienes trabajan con ellos.

APVB