En Guadalajara, una banda de extorsionadores intentó engañar a una abuelita afirmando que tenían secuestrada a su nieta y sería asesinada si no hacía un depósito de $5000. Los nervios invadieron a la mujer de 75 años, por lo que decidió acudir a una tienda para realizar el depósito; dentro del establecimiento, la cajera notó la preocupación de la abuelita, quien le platicó la situación y al darse cuenta de que se trataba de una extorsión se negó a realizar el depósito y ayudo a la señora a controlar la situación.

Después, la cajera con ayuda de algunos clientes, llamaron a las autoridades quienes realizaron inmediatamente una llamada al 089 para dar conocimiento al Ministerio Público del número desde el que se estaba realizando la extorsión.

Una vez controlada la situación, elementos de la policía de ayudaron a la mujer a comunicarse con la nieta que supuestamente estaba secuestrada, para que así la preocupación por ella terminara y pudiera regresar tranquilamente a su casa. La policía hizo un llamado a las y los trabajadores que se dedican a realizar depósitos bancarios a estar alerta ante estos sucesos, ya que son las personas mayores quienes son más susceptibles a caer en estas extorsiones.

Extorsiones en México

De acuerdo con el portal El País, En 2021 el país registró una cifra récord de 9.407 víctimas de extorsión, un incremento del 12,3% respecto al año anterior cuando la cifra se situó en 8.380 afectados, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP). Zacatecas fue el Estado donde más extorsiones se registraron con un 27,8%, seguido de Guanajuato (26%), Quintana Roo (22%), Tabasco (21%) y Ciudad de México (20%).   

La escalada de extorsiones también representa un descalabro económico para los afectados y en un cuantioso botín para los perpetradores. En 2020, las pérdidas económicas por este delito ascendieron a más de 26.000 millones de pesos, el doble de lo registrado en 2018, cuando la cifra fue de 12.000 millones de pesos, de acuerdo con las encuestas nacionales de Victimización y Percepción de Seguridad Pública elaboradas por el Inegi.

Las cifras oficiales ya dan cuenta de una realidad que apunta a ser al menos cien veces peor de lo que se registra en papel. Mientras las víctimas de este delito se enfrentan a laberintos burocráticos y promesas de justicia, el crimen organizado diversifica sus mecanismos para robar, defraudar y extorsionar.

APVB