Huyendo de la violencia doméstica hacia Estados Unidos, Norma decidió iniciar una nueva vida, sin embargo, volvió a Ciudad de México para concretar su divorcio; fue víctima de feminicidio por parte de Francisco, su exmarido. 

El agresor se comunicó con ella para convencerle de tener una comida familiar antes de separarse oficialmente, señalando que quería hacer las paces de la mejor manera posible. 

El día del feminicidio, Francisco irrumpió en la casa de su hijo en la colonia industrial, Gustavo A. Madero. Ahí desenfundó su arma, golpeó y amenazó a Norma, quien murió en el lugar tras recibir múltiples impactos de bala.

Hasta el momento, no existe pista alguna del paradero de Francisco, pues huyó en un taxi que abandonaría más tarde en una de las colonias aledañas, además se conoce que el feminicida tiene familiares en Cancún, Quintana Roo que controlan taxis de mar rumbo a Belice de manera ilegal, sin necesidad de documentación. 

El hecho, fue planeado con mucha antelación; Francisco esperaba que Norma regresara al país para perpetrar el cometido. Rompió las cámaras de seguridad del domicilio, inhabilitó los teléfonos de su hijo y hermana de Norma, además haber tramitado diversos documentos falsos que se encontraron en la vivienda. 

Violencia doméstica, en aumento en CDMX

Hasta el 31 de mayo de este año, se han registrado 110 mil 138 reportes de violencia doméstica  con una tendencia a la alta alarmante.

En promedio, una mujer se comunica cada hora para pedir apoyo a la Red Nacional de Refugios A.C, la mayoría de las orientaciones se realizaron en Ciudad de México y Estado de México ocupando el 33% de las solicitudes. 

Además que el 67% de las mujeres que reportaron amenazas, violencia sexual, psicológica y sentirse en peligro de feminicidio, señalaron que los agresores tienen -o tuvieron- algún vínculo afectivo con ellas.