Por medio de TikTok, la usuaria Diana Contreras (@dianacontreras.97) documentó como se sometió a una bichectomía y lipopapada que trajo graves secuelas para su salud; ella afirma que a raíz de los procedimientos quirúrgicos sufrió inflamación extrema del cachete izquierdo, derrame ocular y un dolor insoportable.

Diana cuenta que no pasó mucho tiempo antes de que comenzara con síntomas como dolor de cabeza, vómito, desmayos y dificultad para respirar. Además, le fue imposible abrir la boca e ingerir alimentos, por lo que inmediatamente regresó a la clínica donde le habían realizado el procedimiento para pedir ayuda.

Supuestamente, los síntomas pasarían poco a poco, pero a pesar del paso de los días, Diana no sentía mejoría ya que la inflamación de su mejilla era demasiado pronunciada. Ante ello, la mujer decidió regresar a la clínica de belleza donde le indicaron que no tenía infección, sino que se le habían generado coágulos que debían drenarle. Luego de tres cirugías más, finalmente Diana pudo comenzar su recuperación y dejar de sentir dolor.

Violencia estética

La violencia estética es esa presión social, impuesta especialmente sobre las mujeres, para adaptarse a los cánones de belleza. Desde niñas se les enseña que su aspecto físico es muy importante y es clave en el éxito, esta presión se asume como autoexigencia y puede tener graves efectos físicos y psicológicos, afirma El País.

La violencia estética se apoya en cuatro pilares discriminatorios según la socióloga Esther Pineda: sexismo, gerontofobia, racismo y gordofobia.

Es sexista porque estas exigencias solo se aplican los cuerpos de las mujeres. Por otra parte, los cánones de belleza son gerontofóbicos ya que no quieren mostrar ningún rastro de madurez, envejecimiento o deterioro. La piel debe seguir lisa, sin ninguna arruga o marca, nada que muestre el paso del tiempo, por lo que las canas, arrugas y manchas creadas por el paso de los años, no son bien vistas dentro de los estereotipos de belleza.

En el caso de la edad es curiosa la diferencia entre hombres y mujeres. A ellos se les permite envejecer y se aplaude, porque se convierten en maduritos interesantes, mientras que nosotras nos abandonamos y nos convertimos en “la loca de los gatos”. Nunca George Clooney ha dado ni media explicación sobre su pelo plateado, nadie se ha atrevido a decirle que le hace mayor o dejado, mientras que Sarah Jessica Parker ha tenido que justificar sus canas: “Hay cosas más importantes en el mundo que intentar parecer joven”, afirma Azahara Nieto, nutricionista.

Así mismo, los cánones de belleza también son racistas porque se han basado sobre todo en la mujer blanca y los rasgos eurocéntricos que son considerados “bellos”. Finalmente, la violencia estética se apoya también sobre la gordofobia debido a que no se permite belleza en cuerpos grandes y estos se convierten en el centro de burlas y exclusión dentro de la sociedad.

APVB