De acuerdo con el Inegi, en 2021 las mujeres representamos el 51.2% de la población mexicana, es decir, somos mayoría. Pero, ¿qué significa eso? Una constante lucha.

Representamos el 40% del mercado laboral; sin embargo, detrás de la incorporación de las mujeres, hay otros aspectos que están detrás de estas estadísticas.

En nuestro país, las mujeres dedicamos 30 horas al trabajo del hogar cada semana, mientras que los hombres sólo destinan nueve (en promedio). El trabajo no remunerado que usualmente realizan las mujeres, es fundamental para la construcción de los hogares, y por ende de la sociedad.

Esto implica que, las mexicanas tienen (o tenemos) que enfrentar barreras para permanecer y crecer en el mercado laboral, considerando las circunstancias del trabajo no remunerado que tiene que realizarse.

El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) publicó el sitio #MujerEnLaEconomía donde aborda aspectos de la vida económica y política en relación al mercado laboral y en contraste con información del género masculino para identificar las brechas de desigualdad que existen.

La pandemia, además de incrementar la brecha de género y  engrosar el techo de cristal, ha representado un reto para las familias en nuestro país.

Ante la pérdida de empleos, incrementó la deserción escolar y el rezago educativo. La inflación generó que las mujeres y hombres tuvieran que autoemplearse para sobrevivir, en el marco de un contexto incierto respecto del avance de la pandemia y las variantes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha comentado que, si bien es un reto la recuperación económica de la ciudadanía, la vacunación ha propiciado que las medidas restrictivas en la operación de servicios y distintos giros disminuya, pero el golpe fue duro, particularmente para las mujeres, ya que el porcentaje como empleadoras ha disminuido, conforme transcurrió la pandemia.

El punto es señalar que sí es más complejo, mas no imposible. Hay que seguir luchando por la igualdad de oportunidades, salarios y condiciones y a su vez, equilibrar la vida personal, con la profesional. Señalar que existen estas dificultades para continuar buscando mejores es importante, la visibilidad y el acompañamiento que nos hacemos forma parte de la búsqueda para una sociedad más justa.

*Dalia Morquecho Teniza es licenciada en Política y Gestión Social en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Estudiante de la licenciatura en derecho en la UNAM. Aspirante a maestra en Comunicación en la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.