Tener una vida sexual sana y segura requiere información, responsabilidad y consentimiento. Aunque la educación sexual de la educación básica generalmente omite el aprendizaje sobre el consentimiento, se trata de una parte fundamental de las relaciones sexuales. 

Saber qué es el consentimiento y actuar en consecuencia también es una forma de hacerle frente a la violencia sexual, porque todo el sexo sin consentimiento se convierte en violencia sexual.

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De acuerdo con la organización Planned Parenthood, el consentimiento sexual es todo acuerdo para participar en una actividad sexual, por ello, antes de mantener relaciones sexuales con otra persona debes saber si esta persona está de acuerdo. Es importante ser honesto u honesta con tu pareja sobre lo que deseas hacer y lo que no.

“Consentir y pedir consentimiento consiste en establecer tus límites personales y respetar los de tu pareja; debes volver a preguntar si las cosas no están claras. Para que sea algo consensuado, ambas personas deben estar de acuerdo en tener relaciones sexuales, todas y cada una de las veces”, afirma el sitio web de la organización.

El consentimiento es fundamental para cualquier actividad sexual, incluido el sexo oral, la masturbación, tocar partes íntimas y la penetración vía vaginal o anal. Las claves del consentimiento son la libertad, la información y la reversibilidad, aquí te contamos más al respecto. 

Las claves del consentimiento

El consentimiento debe ser informado, es decir, debe ser una decisión que se toma sin presión, sin manipulación, sin influencia de drogas, alcohol, y conociendo los posibles riesgos o consecuencias del acto sexual. De esta forma se contribuye a que el consentimiento sexual también sea entusiasta, y libre es decir, que sea algo que de verdad quieres hacer. 

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Algo importante es que el consentimiento sexual debe ser reversible, es decir, estar abierto a la posibilidad de que se pueda cambiar de opinión. En el momento en el que una persona deje de sentirse cómoda puede pedir que todo se detenga y no es obligatorio continuar con el acto sexual. 

Recuerda que tú tienes la última palabra sobre lo que pasa con tu cuerpo. No importa si ya lo hicieron o incluso si dijiste que sí antes y luego cambiaste de parecer. Tienes derecho a decir “basta” en cualquier momento, y tu pareja debe respetarlo.

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El consentimiento debe comunicarse con claridad y es importante tener en cuenta que existen condiciones biológicas y legales que imposibilitan a una persona para dar su consentimiento de forma libre e informada. Una persona que está en estado de ebriedad o inconsciente no puede dar consentimiento, lo mismo pasa con las y los niños, quienes bajo la ley son incapaces de dar un consentimiento informado y libre.

Con información de: Planned Parenthood