El machismo está en todas partes: en la música, el cine, las relaciones laborales, afectivas, y ha sido tolerado durante décadas e incluso, se ha celebrado.

El machismo forma parte del sistema patriarcal en el cual nos encontramos inmersos, por lo que no es extraño encontrarlo en la unidad más antigua de la sociedad: la familia. Estas conductas se reproducen como un círculo vicioso, para detenerlo el primer paso es reconocerlo.

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DEFINICIONES SOBRE EL MACHISMO

Existen múltiples definiciones que buscan explicar nuestra realidad. De acuerdo con  la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (CONAVIM) el machismo es:  “el conjunto de actitudes y comportamientos que violentan injustamente la dignidad de la mujer en comparación con el hombre”; se configura como un conjunto de conductas y comportamientos que promueven, reproducen y refuerzan diversas formas de discriminación hacia la mujer y está construido mediante la polarización de los roles que definen lo masculino de lo femenino, degradando esto último. Su mayor expresión es la violencia en todos sus tipos.

Para el diccionario feminista machismo significa “el conjunto de leyes, normas, actitudes y rasgos socioculturales del hombre cuya finalidad, explícita y/o implícita, ha sido y es producir, mantener y perpetuar la opresión y sumisión de la mujer a todos los niveles: sexual, procreativo, laboral y afectivo”.

Como podemos ver, estas definiciones no se contraponen, por el contrario, se complementan y hablan de algo que acontece en todo el mundo.  Un tercio de las mujeres del planeta es víctima de violencia física o sexual, generalmente desde que es muy joven, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONU Mujeres.

Alrededor de 736 millones de mujeres han sufrido violencia a manos de una pareja o por otras personas y una de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 24 años que ha tenido alguna relación íntima lo habrá padecido al llegar a los 25. La situación se ha agravado durante el confinamiento por el covid-19 y las denuncias por violencia se han multiplicado considerablemente, de acuerdo con datos de la OMS y ONU.

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REFLEXIÓN

Hay que realizar una reflexión sobre quienes somos y cómo nos comportamos con los demás, valdría la pena preguntarnos lo siguiente: ¿soy justo con mi hija al prohibirle que se vista o realice ciertas actividades que a mis hijos varones les permito sin problema? ¿soy justa con otras mujeres al asumir que si se involucran con mi pareja las culpables son ellas? ¿está bien que asuma que sólo las mujeres de mi hogar deben hacer la limpieza? ¿las mujeres pueden hablar de fútbol, política y religión y pueden ser tomadas en serio? ¿las mujeres se “arreglan” o suben fotos para que las vean otros hombres? ¿mi madre / hija / exesposa puede volver a tener otra pareja luego de divorciarse?

Transformar pequeñas actitudes, puede cambiar la vida de las personas. El machismo nos divide y es doloroso sufrirlo. No es exclusivo de hombres, también las mujeres también tomamos partido y lo perpetuamos, por eso hay que analizarnos y tratar de pensar en nuevas formas de ver el mundo.

¿CÓMO ENFRENTAR EL MACHISMO?

 Como es una lucha en equipo, para los hombres, hay organizaciones en México que se ocupan de erradicar el machismo, como GENDES (Género y Desarrollo) donde se especializan en trabajo con varones e impulsa procesos de reflexión, intervención, investigación e incidencia desde la perspectiva de género con énfasis en las masculinidades y DDHH, para promover y fortalecer relaciones igualitarias que contribuyan al desarrollo social.

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Con el programa Hombres Trabajando(se) ofrecen de manera permanente un espacio seguro para que los hombres participen en un proceso reeducativo y reflexivo en el que los participantes aprenden a identificar, reconocer y detener sus ejercicios de violencia y a desarrollar formas alternativas (no violentas) de resolver conflictos promoviendo relaciones igualitarias y buen trato. Incluso cuentan con una línea telefónica en caso de crisis.

Las sesiones se llevan a cabo en los siguientes horarios:

Lunes, martes, miércoles a las 19:00 a 21:30 hrs y sábado a las 10:00 a 12:30 hrs, la duración del programa son 16 sesiones con una sesión a la semana (con la posibilidad de vivir el proceso dos veces a lo largo de un año)

Costos: $100 cada sesión

Si conoces a alguien que pueda servirle  o te interesa asistir comunícate al 55840601 o escribe a hugo@gendes.org.mx

También tienen la opción de recibir atención individual terapéutica con nuestros psicoterapeutas, de acuerdo con sus necesidades. 

No cerremos los ojos ante lo que vivimos todos los días, quizá podamos cambiar nuestro entorno.

*Dalia Morquecho Teniza es licenciada en Política y Gestión Social en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Estudiante de la licenciatura en derecho en la UNAM. Estudiante del Posgrado en Comunicación en la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México  

Twitter: @DaliaMMT