Las mujeres han tenido que remar contra corriente en todos los espacios de la vida pública. La academia, el periodismo y la producción audiovisual no son la excepción. Aunque cada vez más mujeres desarrollan su vida profesional en las grandes esferas de la sociedad, su condición de género las hace enfrentar retos distintos. 

Patricia Gaytán, productora y estudiante del doctorado en comunicación de la Universidad Iberoamericana, lo vivió desde temprana edad, cuando tomó la decisión de dejarlo todo para trabajar como nana en el extranjero mientras aprendía inglés.

“Viajé como mujer sola, y me di cuenta de que no es lo mismo. No es lo mismo viajar como mujer sola”, afirmó Patricia en entrevista para Mujeres Líderes de La Cadera de Eva. “Anduve de mochilazo, trabajando como mesera o lavando trastes, todo para seguir viajando. Estuve en Europa principalmente”, agregó.

Acercamiento con los medios de comunicación a temprana edad

Su acercamiento con los medios de comunicación y la producción audiovisual se presentó cuando ella cursaba la secundaria. Su papá era conductor en una estación de radio y, durante los fines de semana, Patricia contestaba las llamadas que llegaban a la radio:

“Mi chamba era ir a contestar los teléfonos de la radio, y por eso, me daban mis ciento cincuenta pesitos, y yo, feliz. Ya en la prepa me dejaban ir a jalar cables y en la universidad también. Yo, la verdad, me la pasaba en la universidad y trabajando. Me encantaba observar el campo y aprender”, cuenta Patricia.

Patricia Gaytán, productora y estudiante de doctorado en la Universidad Iberoamericana. Fotografía de Samanta Avellaneda (IG: @samantisphoto)

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Estudió la preparatoria en una institución de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por lo que tenía acceso al pase directo para la  educación superior en la misma institución. Sus primeros años como estudiante de comunicación los cursó en FES Aragón, pero la distancia entre su casa y la escuela era mucha. Además, su sueño era estudiar en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), siguiendo los pasos de su tío, el reconocido productor Ivo Gaytán.

Tras su viaje al extranjero, pensó en estudiar en la Universidad di Bologna en Italia,  pero  apostó por hacer el intento de ingresar a la UAM y lo logró. “Decidí seguir mi sueño de estudiar en la UAM, y regresé a México. Me quedé en la UAM Xochimilco”, cuenta la productora y doctorante, quien se enfrentó con el sistema modular de la UAM, mismo al que atribuye gran parte de su formación profesional. “Ahí empecé a ver la vida distinta”, afirma. 

Combinar la vida laboral y el desarrollo académico

A Patricia la caracteriza su trabajo constante y perseverancia, desde la Universidad, combinó su vida laboral con su desarrollo académico, cuenta que las prácticas profesionales fueron parte importante de su formación como comunicóloga, pero desde esas experiencias comenzó a notar las diferencias hacia ella en razón de su género:

“A mi me encantaba ser Gaffer [nombre asignado a los encargados de iluminación en el ambiente cinematográfico], pero no me dejaban porque yo quería jalar los cables y me decían ‘no, no, está muy pesado para ti’, ahí dije bueno, no, aquí no hay futuro para mi”, cuenta Patricia.

Otro de sus primeros trabajos fue como asistente de producción, “digo asistente de producción, pero en realidad era la que llevaba el café, pero a mi me gustaba ver las producciones y aprender, me apasionaba, cuando entre a la UAM mi sueño era ser productora de noticias, como mi tío”, dice Gaytán.

A pesar de lo claro que estaba para Patricia su sueño de convertirse en productora de noticias, la vida la llevó por diversos caminos, donde también se apasionó por el arte y la cultura. La Productora afirma que su perspectiva cambió gracias a dos profesores en específico: el Doctor Raymundo Mier y el Doctor Lauro Zavala. “Ellos empiezan a hablarme de cultura, de cine, de cómo nos transforma y ahí me cambió la vida”, dijo Patricia 

Su experiencia en el periodismo

Patricia también trabajó como periodista, realizó prácticas profesionales en El Universal, donde desarrolló nuevas habilidades y enfrentó nuevos retos, su esfuerzo y dedicación la llevaron a tener el reconocimiento de sus jefes y a crecer poco a poco dentro del medio. Una experiencia que la marcó tiene relación con su entonces novio:

“Mi novio de ese entonces y yo entramos juntos al periódico y a él no le daban las secciones que a mi. Salimos un día y le dije ‘oye ¿qué crees? me ofrecieron tal puesto y no sé qué hacer porque tengo la UAM’ a lo que él me respondió ‘seguro es porque le gustas’. Yo lloré de coraje.”

Aunque Patricia rechazó el puesto importante que le ofrecieron para terminar sus estudios universitarios, afirma de esa experiencia que, desde la perspectiva actual, debió haber terminado de inmediato a su novio por hacerle ese comentario. 

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En el mundo del fotoperiodismo también identificó los riesgos a los que las mujeres se encuentran más expuestas, una de sus anécdotas universitarias más importantes se relacionan con Atenco y el Subcomandante Marcos. Jesús Villaseco, actual fotoperiodista de La Jornada, quien era su profesor de fotoperiodismo en un FARO de la Ciudad de México, la invitó a cubrir los hechos de Atenco, pero ella debía presentar un examen, por lo que no pudo acudir al lugar de los hechos, sus compañeras i fueron a Atenco en su lugar.  “Después de que Marcos sale de Atenco, llega a Aragón y cercan Atenco, es cuando pasa todo y yo recibo al comandante Marcos en Aragón”, narra Patricia. 

En ese momento fue cuando ocurrieron violaciones a derechos humanos y las compañeras de Patricia sufrieron agresiones, “fue tan fuerte para mi y también me sentí culpable, muy culpable. Así que pensé si seguiría el camino del fotoperiodismo aceptando los riesgos como mujer, decidí no seguir por ese camino. No dejé la fotografía del todo, pero sí seguí pensando en la comunicación y la imagen como un eje de transformación social”, enfatizó Gaytán.

Ser mujer en el mundo de la producción

Al salir de la universidad Patricia trabajó en el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y posteriormente en el Canal 11. La productora afirma que con esas experiencias aprendió la importancia de cuidar a todo el equipo de trabajo en una producción. “Para mi la producción es como un reloj, si una pieza falta no funciona [...] Un buen productor deja todo hecho para que, si mañana me atropellan, el show siga”, dice Patricia. 

Pero ser mujer en el mundo de la producción audiovisual tiene sus retos, Patrica Gaytán cuenta que se enfrentó a una industria que calificó como “cerrada y jerárquica” y donde, al inicio de su carrera, los camarógrafos no le hacían caso por ser una mujer joven. “Yo me enojaba porque no me hacían caso y mi jefe se frustraba, me preguntaba a mi misma: ‘¿acaso debo de ser grosera, tener otra actitud o ser una “perra” para que me respeten?’”, cuenta Patricia. 

Sin embargo, esas experiencias la llevaron a posicionarse políticamente frente a las actitudes normalizadas en las producciones y se planteó como objetivo tener un ambiente laboral amigable en sus equipos de trabajo. 

Ser mujer en el campo laboral

Patricia tiene muy claro que ser mujer en esos espacios laborales no es nada sencillo, “Así como viajar sola no es lo mismo y debes aprender a protegerte, también como mujer fotoperiodista, también como periodista, también al trabajar en la política, también en todos lados, debes aprender a protegerte”, afirma Gaytán.

Para Patricia las relaciones de poder se encuentran en todos lados y es fundamental identificarlas, algo que no se enseña en los temarios universitarios de comunicación. “Hay relaciones de poder implícitas que no están escritas en los libros y necesitamos más mujeres que vengan a darnos clases en las universidades, que vengan a escribir. Pero no solo mujeres que hayan leído los libros, sino mujeres que también hayan estado en campo”, enfatizó. 

Desde su experiencia como productora, Patricia ha aprendido a cuidarse, a negociar y adaptarse a los contextos llenos de relaciones de poder que ponen a las mujeres en un lugar subordinado, algo a lo que ella llama tener estrategias.  “Son estrategias del día al día”, afirma.

Ser mujer en la academia

En el campo de la academia Patricia también ha obtenido logros importantes, y aunque asegura que es criticada tanto en el área de la producción como en la academia por no decidir dedicarse plenamente a uno, ella apuesta por crear puentes entre ambos ámbitos profesionales. 

Gaytán hizo la especialidad en Historia del Arte en la UNAM, donde realizó una tesina sobre Canon Bernaldez, una artista mexicana fotógrafa que fue fotoperiodista. Posteriormente entró a la maestría en la Universidad Iberoamericana donde recibió una beca del Conacyt.

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“Cuando yo entré a la maestría dije ‘no, yo no quiero estudiar género’, pero el tema que había decidido estudiar era sobre las mujeres cinefotógrafas mexicanas”, cuenta. Patricia se negaba a hablar de su tema desde una perspectiva de género, hasta que su tutor, el Doctor Edwin Culp, le recomendó bibliografía y su perspectiva cambió.

“Hacer investigación sobre mujeres es una acción verdaderamente política”, afirma Gaytán, quien como parte de su formación tomó una estancia de investigación con la doctora María Ruido en la Universitat de Barcelona. “Impresionante esta mujer que me dice ‘yo volteo a ver no solo a las mujeres que están dentro del campo sino las que rompen el campo’ y a mi eso me quedó grabado”, recuerda Patricia con cariño.

Sus éxitos académicos también se ven reflejados en las becas que ha obtenido, donde fue una de las tres mexicanas en recibir la beca de CONICET para estudiar el Doctorado en Argentina, la cual no tomó por motivos personales. Después comenzó el proceso para estudiar en Estados Unidos y recibir la Beca Fulbright, pero debió quedarse en México.

Finalmente entró al doctorado en la Universidad Iberoamericana donde decidió continuar el estudio sobre cinefotógrafas hasta que se topó con un término que ella no conocía, “la gordofobia”, en ese momento vio una serie que le cambió la perspectiva de sí misma. 

“Yo en ese momento pesaba casi 100 kilos y me enfrenté a la gordofobia”, cuenta Patricia. Una amiga le recomendó la serie Girls,  que le ayudó a empoderarse porque la protagonista no era la clásica mujer que entraba en los estereotipos de belleza delgados. 

Al investigar sobre quién había producido la serie,  Patricia identificó la importancia de las mujeres showrunners en las producciones y la relación de las mismas con la creación de contenidos que rompen con las normas sociales patriarcales. Esto llevó a  Patricia a cuestionarse cosas como: ¿Qué pasa cuando la protesta y la resistencia se introducen en el sistema y toman la cámara como las cinefotógrafas? ¿Qué pasa con la transformación del discurso? Para Patricia, la lucha de las mujeres puede estar en todas partes:

“La lucha no está solo en las calles, está en todos lados, necesitamos también meternos dentro del sistema”, afirma Patricia.

“Yo quiero hacer puentes, quiero hacer puentes entre la academia y la práctica, y quiero trabajar por la equidad. Quiero de-construir y reconstruir una industria justa”, enfatizó la productora, quien también señaló la importancia de hacerse las siguientes preguntas: “¿Las mujeres tenemos que adaptarnos y ganarnos el lugar en esta estructura de producciones audiovisuales o hay que dinamitarla y construir una industria equitativa realmente?”

Recientemente Patricia se integró a la Asociación de Mujeres del Cine y la Televisión, algo que para ella representa entrar en un espacio de mujeres que admira, “siempre las admiré, las admiré desde que yo estaba en el IMCINE trabajando, pero quizá no estaba lista para entrar o tal vez no estaba legitimada por la edad”, cuenta. 

 

“Ahora estoy en el doctorado, estoy dando pláticas en las universidades, moderando mesas, etcétera, todo en pro no sólo de que las mujeres tengamos cabida en este sistema sino también en pro de  transformar o poder idear un nuevo sistema”, enfatizó la productora.

¿Qué es lo que mueve a Patricia Gaytán?

Patricia afirma que todos trabajamos a partir de nuestra historia personal y afectiva, y que ha sido su propia historia la que la ha motivado a enfrentar diversos retos. “Las ganas vienen de los propios retos, afectos, de las propias heridas que pueden enseñarnos tanto”, afirma.

Acepta que el miedo ha estado presente, pero también reconoce la importancia de dialogar cotidianamente con el síndrome de la impostora que muchas llevamos dentro y la importancia de aprender a festejar los logros propios.

Como productora, Patricia aconseja a las mujeres jóvenes que se integran al campo, negociar con el contexto e identificar las luchas de poder que existen en todos los espacios. “Va a tocar una especie de lucha, hay muchos tipos de lucha. Vivimos en un espacio donde la industria audiovisual es jerárquica y heteropatriarcal, donde los gritos son comunes, es bueno una a una empezar a generar cambios”, afirma. También recordó la importancia de no dejar de lado la empatía y los afectos. 

Finalmente, la productora recomendó crear redes entre mujeres o integrarse a las redes que ya existen y dejar de lado la competencia entre mujeres que nos ha impuesto el propio sistema. 

 

Patricia Gaytán, productora y estudiante de doctorado en la Universidad Iberoamericana. Fotografía de Samanta Avellaneda (IG: @samantisphoto)