“Amar es sufrir”, “por amor todo se soporta”, “el amor todo lo puede”, son algunas de las frases comunes que reflejan el pensamiento social sobre el amor. Estas ideas se presentan y reproducen a través de las películas, la música y los libros. Se encuentra tan arraigado el mito del amor romántico en las sociedades occidentales, que es común conocer historias que pasaron de ser románticas a ser tóxicas y violentas.

El amor romántico, según las y los expertos de las relaciones sociales, es un mito al que las personas aspiran en sus relaciones sexo-afectivas y que daña principalmente a las mujeres desde temprana edad.

La historia de Daniela González es un ejemplo de que el amor romántico puede llegar a convertirse en amor terrorífico, tenía 15 años cuando conoció a su ex novio, un joven estudiante dos años mayor que la cortejó durante un par de meses, hasta que le pidió que fueran novios formalmente. 

Los primeros meses todo iba viento en popa según cuenta Daniela, hasta que empezaron los problemas, “las primeras discusiones que tuvimos fueron por sus celos enfermizos, yo ya ni siquiera podía tener amigos hombres porque él me reclamaba y me decía que seguramente lo estaba engañando con ellos” cuenta Daniela, “incluso me llegó a decir que yo era una ofrecida y una puta”, agregó. 

“Cuando estábamos con mi familia él se comportaba diferente, a mis papás les caía muy bien y todos me decían lo supuestamente afortunada que era por tener una relación así, eso hizo que me fuera muy difícil terminar la relación, porque yo pensaba que quizás yo siempre estaba exagerando”, narra Daniela.

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De poco en poco la relación se convirtió en tormentosa y violenta, llegando incluso a la violencia física y las amenazas de muerte, “yo ya no podía salir sin avisar todos los detalles de a dónde iría y con quién, perdí a muchas amistades durante esos 4 años de relación”, cuenta Daniela con expresión triste, “lo peor es que yo sola me engañaba y me decía a mi misma que él iba a cambiar, que en el fondo era buena persona”. 

A Daniela le costó años de terapias recuperarse del daño que la relación le provocó, según cuenta le ha costado mucho esfuerzo recuperar su autoestima y la confianza en sí misma. “Cuando recién terminé la relación tuve mucho miedo y sueños en los que él venía a cumplir sus amenazas. Me provocó mucho daño, ha sido difícil avanzar con mi vida intentando no revivir los episodios de violencia”, cuenta Daniela.  

¿Qué es el amor romántico?

Coral Herrera Gómez, académica y escritora experta en el estudio del amor romántico, afirma que la idea colectiva sobre el amor depende completamente de una construcción sociocultural, es decir, está sujeta a la cultura y el contexto social. 

Para Coral Herrera, el amor romántico se trata de una utopía emocional colectiva que  está preñada de ideología, la ideología hegemónica que subyace a la utopía emocional del amor romántico es de carácter patriarcal. Según Herrera, la moral cristiana ha jugado un papel fundamental en la constitución del amor romántico como un mito generalizado, porque marca que el amor debe ser siempre heterosexual y monogámico con una orientación reproductiva.

“El amor romántico es, en este sentido, un ideal mitificado por la cultura, pero con una gran carga machista, individualista, y egoísta. A través del amor romántico se nos enseña a relacionarnos, a reprimir nuestra sexualidad y orientarla hacia una sola persona. A través de las ficciones que creamos y los cuentos que nos contamos, aprendemos cómo debe de ser un hombre, y como debe de ser una mujer, y muchos seguimos estos modelos de masculinidad y feminidad tan limitados para poder integrarnos felizmente en esta sociedad y encontrar pareja”, afirma Coral Herrera.

La relación del amor romántico con la violencia

El amor romántico tal y como está se ha normalizado, utiliza los estereotipos de género para la subordinación de la mujer. Desde esa perspectiva las mujeres deben ser sumisas, atender a sus parejas, casarse para tener una familia y hacer las labores de cuidado y del hogar sin remuneración económica. 

Además, bajo la idea del amor romántico, la monogamia es fundamental, la mujer no debe vivir para otra persona que no sea su pareja sentimental y por tanto, los celos son vistos como algo positivo, es así como surgen frases como “te celo porque te amo”. 

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De acuerdo con la psicóloga y terapeuta sexual Andrea Maza, “El amor romántico es un dispositivo de control que sufrimos las mujeres. Está determinado por el patriarcado, y nos va definiendo las maneras en las que tenemos que ser, en las que tenemos que comportarnos. Esto impacta en la forma de cómo debemos amar”.

Por otra parte, la feminista, sicóloga, maestra en Metodología de la Ciencia y encargada de la Unidad Especializada en Igualdad y Equidad de Género de la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Cuajimalpa Kemberli García Barrera, dijo en entrevista para Vértico Político que la relación entre el amor romántico y la violencia se también en la desigualdad:

“Desde que él gana más que ella o que incluso ella no tenga adquisición económica y que esto sea romántico o lindo. O usar la presión social. Eso es violencia de género: utilizo la presión social para pedirte que te cases conmigo, que seas mi novia. Y nos han hecho creer a las mujeres que eso es romántico. Estas ideas sostienen estas relaciones desiguales, relaciones de poder, porque hay violencia”, afirmó.

Además, la socióloga explicó que existe una relación entre el amor romántico y otros tipos de violencia contra la mujer, como la trata con fines de explotación sexual: 

“Estas personas captan a las víctimas utilizando los discursos de amor romántico. Desde niñas nos enseñan que la felicidad es casarse, que va a haber alguien que te rescatará de la situación en la que estás o que tú puedes cambiar a las personas. Y que lo más valioso o la meta en la vida de las mujeres es tener un hombre contigo. Entonces esos padrotes van ganando su confianza pero también abusan de la vulnerabilidad en la que se encuentran las víctimas. Para ellos es mucho más fácil entrar a familias donde las mujeres tienen un alto nivel de vulnerabilidad, ya sea por problemas familiares, psicológicos, económicos o baja autoestima. Ellos llegan con todo este discurso de salvación pero al final se benefician al encontrar mujeres para explotarlas sexualmente”, explicó la experta.