La Feria Internacional del Libro de Guadalajara está cada vez más cerca. El país invitado de este año es Perú, quien tiene preparadas interesantes exposiciones para ser presentadas entre el 27 de noviembre y el 5 de diciembre. 

Una de las exposiciones a las que podrás asistir es “La vida sin plazos. Escritoras en la ciudad de los 90”, se trata de un acercamiento a diversas autoras que publicaron en Lima hacia finales del siglo pasado, época que presenció la mayor convulsión económica, política y social de la historia reciente de Perú. 

Nicole Fadellin, una de las curadoras de la exposición, explicó en entrevista para La Cadera de Eva, que al asistir a la exposición, el visitante podrá experimentar un poco sobre cómo era vivir en la ciudad de los 90. 

“En el piso van a encontrar un mapa de Lima y también recortes con fotoperiodismo de la época. Se crea un ambiente de tensión y de caos. El visitante va a poder ver algunas huellas de la violencia de esa época, de la violencia política y también de la censura y la represión durante la dictadura de Alberto Fujimori”, dijo Fadellin.

 

Primer Encuentro de Escritoras Jóvenes. De pie: Mariela Dreyfus, Mariella Sala, Carmen Ollé, Pilar Dughi, Marcela Robles, Giovanna Pollarolo y Martha Castañeda. Sentadas: Rossella Di Paolo, Maritza Villavicencio, Patricia Alba, Susi Gutiérrez y Dalmacia Ruiz-Rosas. Fuente: Tomo 3 de Literatura peruana, de Augusto Tamayo Vargas.

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Para las curadoras, lo más importante de “La vida sin plazos”, es la forma en la que se expone la respuesta de las mujeres escritoras al contexto de violencia que vivían:

 

“Lo más importante para esta exposición es la respuesta de las escritoras a través de fragmentos de su obra, de correspondencia personal y también iniciativas de ellas mismas”, dijo Nicole Fadellin.

La exposición aborda un grupo de 18 escritoras de Perú que escriben en un contexto particularmente complejo para su país. “Un momento en el que la violencia, la muerte, las desapariciones, el exterminio, la represión y la censura son parte de la atmósfera diaria”, dijo Yaneth Sucasaca, también curadora de la exposición. 

“Estas escritoras de algún modo deciden tomar la palabra y escribir, responder desde sus propias particularidades, desde sus individualidades. Es un trabajo bastante personal con el lenguaje de cada una”, señaló Sucasaca.

Las escritoras y el espíritu contestatario

De acuerdo con las curadoras, la exposición nos acerca al contexto de una ciudad que está constantemente atravesada por la violencia, y no únicamente la violencia del conflicto armado interno, también las experiencias de violencia propiciadas por la crisis económica y la imposición de un nuevo modelo económico. 

“La exposición recoge un poco ese contexto, genera una atmósfera”, dijo Yaneth. “Hay un espíritu contestatario de las escritoras en ese momento que a nosotras no interesaba resaltar”, agregó.

“Nos interesaba por un lado en recuperar las voces de estas escritoras que estaban respondiendo a ese momento de gravedad, pero también manteniendolas en su propia particularidad, evidenciando que cada una tiene una voz propia muy particular con una agenda también particular a nivel social y a nivel cultural”, señaló Yaneth Sucasaca.

Ventana intervenida con cinta de embalaje y fragmentos de poemas. Artistas invitados: Trudy Macha y Juan Osorio.

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Según explicó Nicole, la exposición también nos habla de un contexto particular del movimiento feminista en Perú, donde las mujeres se organizaban y había  una toma de conciencias sobre el lugar de la mujer en la sociedad peruana, reflexiones que están presentes en sus obras literarias.

 

“Las mujeres recién estaban ocupando ese lugar de enunciación como escritoras, como profesionales. Ocuparon la palabra para denunciar lo que estaba pasando en la sociedad, para reivindicar el lugar de una mujer en la sociedad”, enfatizó Fadellin.
  

¿Cómo era ser mujer peruana en esta época y cómo era ser una mujer escritora en esta época?

La época en la que estas mujeres escritoras tomaron la pluma fue una época en la que Lima, Perú estaba azotada por un contexto de violencia, donde las mujeres fueron violentadas de forma diferenciada por su condición de género.

“Podemos remitirnos al informe de la CVR [Comisión de la Verdad y Reconciliación] en donde se evidencia la gravedad de la violencia que sufrieron las mujeres en particular, o sea, si bien esto es algo que atraviesa toda la sociedad, las mujeres fueron víctimas en otros niveles”, dijo Yaneth Sucasaca refiriéndose a  violaciones, desapariciones y embarazos forzados que enfrentaron las mujeres peruanas. 

Pero ante la violencia las mujeres también se organizaron. Ese es el caso, por ejemplo, de María Elena Moyano, activista y dirigente de de comedores populares que falleció víctima de un atentado. Ella encontró modos de organizar a su barrio, de generar dinámicas como el de las ollas comunes, para garantizar la sobrevivencia no solo suya sino también de su distrito, señaló la curadora.

Foto: Diego Díaz

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Además, las escritoras se enfrentaron a contextos de violencia dentro del ámbito literario y al menosprecio de su trabajo

“Había una actitud de los críticos literarios muy despectiva. Hablaban de su apariencia física en los  recitales, elogiaban su pelo, sus ojos, su hermosura y a veces hablaban del poder de la poesía como escándalo, como provocación”, dijo Nicole, quien también señaló las dificultades que las mujeres enfrentaron para poder escribir, en un contexto de crisis económica que exigía la supervivencia a través de otro tipo de trabajos. 

 

“Era imposible para ellas vivir como escritoras, tuvieron que buscar los momentos libres en el bus camino a su trabajo para leer, para escribir, porque era una situación muy precaria para las mujeres. Las mujeres en general sobrellevaron la peor parte de la crisis económica y también la violencia. Las escritoras no eran ajenas a esa realidad económica, es algo que está en su obra”, agregó Nicole Fadellin.

Para las curadoras, conocer y leer la obra de las escritoras latinoamericanas es reconocer su trabajo y conocer sus realidades, pero también es una posibilidad de dejarse interpelar por las palabras y experiencias de mujeres del pasado, cuyas vivencias resuenan con las vivencias de las lectoras. 

El sábado 27 de noviembre en el pabellón Perú habrá una visita guiada a la exposición, ¿te animas a asistir?