¿Vives sola/o y has estado enferma/o? ¿Qué haces? ¿Avisas a tu familia? ¿Pides apoyo a tus vecinos? ¿Llamas a alguna amistad?

Todas las personas necesitamos cuidados cada día, nadie está exento, y cuando una persona vive sola, se enfrenta a una serie de requerimientos que con frecuencia no imaginamos. En México para la realización del Censo de Población y Vivienda 2020, los hogares se clasificaron en familiares y no familiares.

Un hogar familiar es aquel en el que al menos uno de los integrantes tiene parentesco con la jefa o el jefe del hogar, se divide en: nuclear, ampliado y compuesto y un hogar no familiar es donde ninguno de los integrantes tiene parentesco con la jefa o el jefe del hogar. Se divide en: hogar unipersonal y corresidente.

Un hogar unipersonal es el que está formado por una sola persona. Estos hogares pasaron de 5% en 1990 a 10.1% en 2015 y quienes más viven solas son mujeres mayores de 50 años.

Al vivir sola/o, si te enfermas, muchas veces es complicado llamar a la familia (biológica o por elección), pues cada persona tiene su vida y sus actividades. Si estás en condiciones puedes ir al médico sin nadie más; incluso a veces sintiéndote muy mal, prefieres no llamar a nadie porque has aprendido a irlo solucionando. Sin embargo, cuando la enfermedad es de gravedad y no puedes ser independiente para realizar las actividades de la vida cotidiana como hacerte de comer o bañarte, la vida da un giro porque comienzas a necesitar la ayuda de otras personas, familiares o no.

En México se sigue considerando que la familia nos cuida y esto no necesariamente es así por diversas razones: porque se vive lejos, porque los padres ya son mayores, porque no tienes comunicación con ella.

¿Qué pasa en estas circunstancias? ¿El Estado debería involucrarse? Por ejemplo, podría brindar servicios de salud a domicilio y dar seguimiento a la persona que está enferma, proporcionar un servicio de asistencia de salud que monitoree a la persona o dar días libres a amistades y familiares para cuidar. Este es un tema que vale la pena reflexionar, ya que las personas de estos hogares están poco consideradas en las políticas públicas.

Desde del inicio de la pandemia se hizo referencia a la exacerbación de los cuidados en los hogares y en las familias, y los hogares unipersonales no son la excepción. Por ello, es muy importante seguir impulsando el Sistema Nacional de Cuidados, ya que todas las personas necesitamos cuidados todos los días de nuestra vida, estemos o no enfermas y se requiere generar las condiciones para ello.

*Luz María Galindo Vilchis

@Luzapelusita

Actualmente, docente de la UNAM. Realizó su estancia postdoctoral en el CEDUA-COLMEX. Sus líneas de investigación son la perspectiva de género, políticas públicas, usos del tiempo, corresponsabilidad social, vida cotidiana y trabajo de cuidados, diversidad familiar y diversidad sexual, nuevas experiencias de ser hombres (masculinidades)