La comunidad médica exige justicia para Mariana Sánchez Dávalos, una médico pasante  que fue víctima de feminicidio en la comunidad de Nueva Palestina, en Chiapas, donde realizaba su servicio social. Sus familiares y amigos denuncian que las autoridades de la Universidad Autónoma de Chiapas y de la Secretaría de Salud estatal fueron omisas, porque ella denunció en noviembre pasado que fue víctima de un ataque sexual y a pesar de eso, no hicieron algo.

La mañana del jueves, fue hallado el cuerpo sin vida de Mariana en el lugar donde habitaba, las primeras versiones indicaron que presuntamente habría sido un suicidio. Sin embargo, este viernes se indicó que la Fiscalía General del Estado de Chiapas abrió una carpeta de investigación por el delito de feminicidio.

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La Fiscalía indicó que “la necropsia de ley determinó que la causa de muerte de Mariana de Lourdes “N” es asfixia mecánica secundaria por ahorcamiento. El médico legista informó que el cuerpo no presentaba huellas de violencia y tampoco de agresión sexual. El ministerio público agota las diligencias para el protocolo de feminicidio”.

A través de un comunicado, la UNACH lamentó la muerte de Mariana y señaló que se mantiene atenta a las investigaciones que realiza la fiscalía en torno a estos hechos.

En noviembre pasado, Mariana presentó una denuncia ante la Fiscalía y una queja a la UNACH y la Secretaría de Salud estatal, porque un compañero de la clínica la acosó e intentó abusar sexualmente de ella. Sin embargo, sus seres queridos señalaron que no obtuvo apoyo de parte de las autoridades.

“La jurisdicción le contestó que se tomara unos días, obviamente no iba a tener sueldo, incluso la amenazaron de no liberarla del servicio social si no continuaba con su labor en dicha zona”, explicó su amigo Carlos, en entrevista con La Cadera de Eva.

Ni las autoridades de Salud ni de la UNACH apoyaron para el traslado de su cuerpo

Mariana tenía 25 años, era hija única, vivió casi toda su vida con su abuelita y soñaba con estudiar la especialidad de patología. Su amigo Carlos, quien la conocía desde la preparatoria, rompió en llanto al recordarla.

Entre sollozos, la describió como “una mujer tierna, linda, inteligente, que a pesar de los obstáculos que le habían presentado, los supo superar, una buena amiga que te deba un apoyo incondicional, que te aceptaba en su casa como un hermano”.

La joven médico realizaba su servicio social en la comunidad de Nueva Palestina, en el municipio de Ocosingo, Chiapas. Llevaba varios meses en esta zona, que fue la que le asignaron en la Universidad con base en su promedio.

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Carlos destacó que esta área selvática es de alto riesgo, ya que existe el antecedente de agresiones a otros médicos y el gobierno no entra hasta ahí, porque es zona zapatista.  “Esta zona es muy machista, por así decirlo, nosotros como chiapanecos sabemos el contexto, muchas veces nos dicen es que son zonas indígenas, hay que comprenderlo, pero toda esa zona la población es literal roban, matan, queman linchan a muchas de las personas”.

“Ya la Universidad sabe de las zonas de alto riesgo en la jurisdicción, mandan a los pasantes a hacerla de médicos allá. Nosotros como hombres incluso nos exponen a eso, ahora imagínate a una persona bonita, linda, tierna, chaparra, pelo largo, güerita, hermosa la chamaca, que la manden a un pinche lugar así y que aún así no tengas el apoyo de las autoridades”, señaló.

Tras el feminicidio de Mariana, los pobladores de la zona fueron muy herméticos, dijeron que no la conocían y que no vieron nada, a pesar de que es una comunidad pequeña y ella ya tenía varios meses atendiendo pacientes ahí.

Ni las autoridades de Salud ni de la UNACH apoyaron para el traslado de su cuerpo, por lo que su familia y sus amigos cooperaron para esto. Una de sus amigas relató en Twitter lo compleja que fue esta situación.

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“El aspecto fúnebre del centro de salud de Nueva Palestina jamás se me va a borrar de la cabeza, la nula información brindada por las autoridades menos, el hermetismo de la situación da rabia. Nadie quiso brindarnos información, nos enviaron a otra comunidad media hora más adelante en las inmediaciones de la selva, poco fue lo que nos dijeron, hasta nos hicieron ver que ‘nos hicieron un favor’ al trasladar su cuerpo a Palenque, nadie pudo ver un dictamen pericial”, indicó.

Carlos manifestó que sólo esperan que se haga justicia para Mariana y que no se repitan estos hechos. “Nosotros sabemos que por ella ya no podemos hacer nada, ya nos la quitaron, pero queremos que no se vuelva a repetir, porque sabemos que van a  volver a hacerlo en esas zonas, que es peligrosa”.