El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que su gobierno ha ayudado como nunca a las mujeres, en la conferencia del prensa del 29 de julio. Sin embargo, hizo énfasis en que primero están los pobres y lo demás es accesorio. El gobierno de la 4T justifica los recortes a las programas enfocados a mujeres porque se ha dado prioridad al tema de la pandemia y ya existen programas que las atienden. Sin embargo, los feminicidios en México también son una emergencia, señalaron activistas y feministas.

En la conferencia, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero presentó las cifras de las personas que habían sido atendidas con los programas generales como Jóvenes Construyendo el Futuro, Sembrado Vida, Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores, entre otros. Sin embargo, para la abogada y feminista Patricia Olamendi la desigualdad no se atiende con programas generales, sino con aquellos que están enfocados a las mujeres o acciones afirmativas.

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“Los programas generales han existido por años en la política pública y no han dado resultado”, dijo la abogada Olamendi.

“Sólo Bartola puede hacer más con menos”

Ante el recorte del prespuesto del 75% al Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres),  Nadine Gasman, señaló que sí podrán hacer más con menos ya que están evitando hacer congresos. Sin embargo, para Olamendi su discurso forma parte de una simulación. “Sólo Bartola puede más con menos”, dijo la abogada, haciendo alusión a la canción popular.

Si el “bien superior” como señaló Gasman es “salvar vidas”, Olamendi y Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios (RNR) exponen que la violencia de género mata a más mujeres que el covid-19.

Además, si la prioridad son las mujeres pobres, Olamendi pregunta lo siguiente: “¿Por qué no han ido a revisar a las comunidades si estas mujeres tienen agua? ¿Cuántas clínicas de geriatría han formado para mujeres adultas mayores?  ¿Cuántos centros para el retiro? Las mujeres mayores siguen trabajando, ¿dónde está el apoyo?, ¿quién a las abuelas?”.

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“La pobreza tiene rostro de mujer”, coincidieron las feministas. Ya que son ellas quienes más padecen más desigualdades por cuestión de educación, alimentación y carga de trabajo. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha expuesto que de 2008 a 2018, la brecha de participación económica descendió 8 puntos, 52% de las mujeres fueron económicamente activas, cifra que asciende a 83% en los hombres.

Figueroa compartió que las mujeres de las comunidades de Chiapas le han dicho que si se mueren de covid-19, nadie se enteraría. “Sólo dicen lávate las manos, lávate las manos pero ni agua tienen”, declare Figueroa.

Programas de género sí tienen resultados

Para ejemplificar cómo es que acciones enfocadas sí tienen resultados, la abogada habló en entrevista sobre la beca Progresa. Ésta se implementó en el año 97 con Ernesto Zedillo a petición de las feministas para combatir la brecha de desigualdad en la educación.

“Las niñas abandonaban la escuela hasta tercero o quinto de primaria. En el 97, le solicitamos muchas mujeres el expresidente Zedillo implementar una beca para cumplir con la conferencia Beijing. Se creó Progresa, una beca dirigida a las niñas para que acabarán las primarias y eso permitió que se avanzara en la brecha de género. Las niñas no sólo terminaron la primeria, llegaron a la secundaria, preparatoria, universidades y posgrados”, contó Olamendi.

Los centros de salud no son una opción para las mujeres rurales

Los recursos para las Casas de las Mujeres Indígenas (Camis) no les han sido entregados al cien porciento. “Tenían asignados 32 millones de pesos y apenas les van a dar el 25% de los recursos para pagar los gastos básicos”, dijo Martha Tagle.

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La preocupación sobre el presupuesto es que las Camis también atienden a embarazadas. Al respecto, el mandatario señaló que para eso existe el acceso gratuito a la salud, y evadió la respuesta.

La declaración del presidente muestra un total desconocimiento de la situación de las mujeres indígenas en el país. “Si en las zonas urbanas les es difícil a las mujeres acceder a la salud, en las comunidades es más, por tema de distancia y trato. Las Camis están dentro de la comunidad son atendidas por mujeres que hablan su misma lengua, a diferencia de los centros de salud donde algunas son revictimizadas, no las atienden; sabemos de casos donde las mujeres tienen a sus hijos en el patio o en los pasillos, dijo Wendy Figueroa.