La pandemia mundial a causa del COVID-19 nos ha llevado a las medidas de aislamiento físico, el resguardo en nuestras casas y limitar la asistencia a espacios públicos en donde se puedan presentar contagios masivos por la convivencia entre la personas. 

Dicha situación ha colocado distintos retos a la vida personal y comunitaria, impactos en la economía, el trabajo, la educación, en los hogares, es lo más palpable.

Los conocidos movimientos sociales, las diferentes acciones colectivas llevadas a cabo por la sociedad civil organizada, se han visto trastocados, ya que una de las medidas más recurrentes para visibilizar sus causas ante la sociedad y los gobiernos es precisamente manifestarse de manera pública, generalmente en caminatas, marchas, en donde el objetivo es exigir la demanda que origina su movilización. 

Los movimientos sociales también se han tenido que confinar, toda la sociedad ante la pandemia ha sido llamada al retraimiento. Ante esto la lucha del movimiento feminista que en México y muchos lugares del mundo tenía un gran empuje en el último año, tuvieron que frenar de alguna manera su activismo, al menos la movilización en la calles y trasladarlo con más contundencia a las redes sociales, mismas que en la última década en particular han sido un medio importante para dar a conocer sus demandas.

Así mismo la comunidad LGBTI+, en particular este mes, junio, es una oportunidad de expresión, de activismo importante con la ya clásica y esperada por muchos sectores sociales: “la marcha del orgullo gay” que en México lleva celebrándose desde 1978 y que año con año muestra cada vez más afluencia de asistentes y grupos que apoyan esta manifestación.

Hoy en día, en tiempos de pandemia, este movimiento de la misma manera se encuentra desafiado, puesto que ante la cancelación de manifestación por las calles el reto es visibilizar la lucha, por medios virtuales que logren tener el efecto de hacerse presentes en la sociedad, pugnar por sus derechos y sensibilizar a una sociedad como la mexicana que aún se muestra resistente a la incorporación de una diversidad de género y sexual que reclama este sector excluido de derechos.

Es menester de una sociedad incluyente que nos abramos a la diversidad de maneras que las personas eligen vivir su identificación de género así como la elección que hacen de ejercer su sexualidad.

Las afrentas conservadoras tampoco se han detenido, y en las redes sociales sigue presente la pugna entre estos grupos que desestiman las consignas de la comunidad LGBTI+ organizada, descalificándoles como personas anómalas, que no merecen la inclusión ni la garantía de sus derechos.

Un sector amplio de la sociedad mexicana hoy en día después de más de cuarenta años que surge la primera marcha del orgullo gay, muestra un rechazo ante esta población. Desde las posturas conservadoras más sistematizadas que ha llevado el debate a considerar a la diversidad sexual y la pugna de sus derechos como una agenda política ideológica particular catalogada como ideología de género, categoría que le resta valor reflexivo. Por el contrario, la visibilización de las demandas de la comunidad LGBTI+ se ha avalado desde un discurso de derechos humanos, en particular desde los derechos sexuales y reproductivos. 

La comunidad LGBTI+ este mes en México no podrá salir a las calles a mostrar su presencia en la sociedad y una petición de inclusión en muchos espacios que se les han negado históricamente, sin embargo, quedan las redes sociales como el lugar en el que es posible seguir generando reflexiones en la sociedad para que paulatinamente se logre una total inclusión.

De la misma manera el movimiento feminista, sigue dando batalla desde esta trinchera virtual pero real, las redes sociales, que logran tender puentes de apoyo, esperando la oportunidad de volver a expresarse en las calles para demandar el freno de la violencia e inequidad que siguen padeciendo tanto las mujeres como la comunidad LGBTI+.

Tania Lizbeth Meléndez Elizalde                                                       

Twitter: @MelendezTania20

Socióloga, Maestra y Candidata a Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM. Docente en la carrera de Sociología en la FES Aragón UNAM. Líneas de investigación: Sociología de la Familia, Sociología de la Religión, Perspectiva de Género, Cambio social y cultura.