En estas fechas en distintos lugares del mundo se celebra el día del amor y la amistad, día de los enamorados o San Valentín. Es común en México que se estimule el dar muestras de afecto, concretamente el intercambio de regalos y festejar el tener a alguien en particular con quién celebrarlo, alguien a quien se ama. 

Los medios de comunicación, las estaciones de radio, redes sociales, la publicidad y el mercado ponen énfasis al consumo de productos, de bienes y servicios que alientan la festividad de las relaciones de amistad y de amor, en consecuencia las personas disponen algo de su ingreso, en ocasiones una parte importante del mismo a esta celebración de lo que consideran son sus relaciones de amor y sus relaciones de amistad. 

Ante esto cabe la reflexión ¿qué significa hoy en día el amor y la amistad? ¿Cómo se construyen hoy en día las relaciones de amor? 

En el marco de una sociedad que se propone vías hacia relaciones más equitativas y democráticas, las relaciones personales también se deconstruyen, las ideas tradicionales en las que en algún momento se basaron los vínculos de tipo familiar y por ende un esquema en particular de relaciones de pareja se modifican; se dilucida que actualmente la familia ha dado el paso a ampliar el espectro en el que se ubicaba anteriormente, es decir, el vínculo matrimonial entre un hombre y una mujer y los hijos que de esta relación se derivaban, con carácter de perpetuidad “juntos hasta que la muerte nos separe” va perdiendo predominio en las expectativas de las personas al relacionarse.  

¿Con base en qué discurso del amor se ubican estos modelos que pierden vigencia? El concepto de amor romántico se basa en una idea particular de amor en donde podemos tomar como ícono en una de sus variantes a los cuentos clásicos de princesas, relatos de las relaciones amorosas entre hombres y mujeres con unas características peculiares. Las mujeres apegadas a un estereotipo de debilidad ubican como sujeto atractivo al varón fuerte, con buenas posibilidades económicas y recursos en todos los sentidos para ser las figuras que les brindarán a las mujeres seguridad y cobijo, proveeduría en el plano material y fortalezas para enfrentar las vicisitudes de la vida, supliendo así las carencias que en ellas subyacen. Las mujeres por su parte tienen características atractivas para estos varones, ya que al ser sensibles, amorosas y cariñosas, tienen la tarea de darles amor incondicional a ellos, de abrigarlos en el aspecto sentimental y afectivo, suplantando una figura de corte maternal. 

Estos lugares comunes en donde se ubicaba a las relaciones de pareja en el amor romántico, actualmente mutan hacia diferentes formas, distintas a las que algún momento se establecieron como las únicas y pertinentes para establecer vínculos de pareja y relacionarnos en el plano amoroso.

La representación del amor romántico se ha cuestionado, repensado así el papel que tienen las mujeres y los varones en la sociedad, así como en el interior de los vínculos que se establecen a partir del amor y el afecto; evidenciando la inequidad en las relaciones de género manifestadas en la vida cotidiana. En consecuencia, se estimula el replantear el esquema común de amor romántico, con la mira de modificar las relaciones de poder y de dominio que favorecen a la inequidad y las relaciones dispares en cuestión de derechos.

Rompiendo la inercia de la tradición, ya que la expectativa de consolidar relaciones basadas en el amor romántico se definió como una meta real de ser alcanzada por hombres y por mujeres en la sociedad.  Por lo que se invita a pensar en que las relaciones de corte amoroso se puedan establecer en un proceso de democratización superando los lugares comunes o esquemas relacionados con la sumisión, que generalmente colocaban a las mujeres en situaciones desfavorables; hoy en día es importante repensar el lugar que tienen las mujeres y los varones en las relaciones de intimidad que se manifiestan en particular en aquello que ubicamos como el amor y la amistad. 

Considerar que los esquemas de relaciones amorosas no solo se determinan con base en la heterosexualidad sino que los vínculos amorosos también se establecen en un marco de la diversidad sexual. En este sentido, si es nuestro deseo, celebremos al amor y a la amistad con la esperanza de relaciones de género equitativas.

Tania Lizbeth Meléndez Elizalde                                                       

Twitter: @MelendezTania20

Socióloga, Maestra y Candidata a Doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM. Docente en la carrera de Sociología en la FES Aragón UNAM. Líneas de investigación: Sociología de la Familia, Sociología de la Religión, Perspectiva de Género, Cambio social y cultura.