De manera simple y resumida, OnlyFans es una aplicación en la que pagas una suscripción para ver cierto tipo de contenido. Puedes crear una cuenta y ser productor o solo consumidor y suscribirte a tus creadores favoritos, en cualquier caso, se tiene que pagar una cuota.
Aquí, los suscriptores disfrutan de las imágenes y videos que suben las personas a las que siguen. Entonces, ¿no es como cualquier otra red social? Uno de los mayores atractivos de la plataforma, y posible parte importante del por qué es tan popular, es que no existe censura. Por lo tanto, el entretenimiento para adultos es muy común en OnlyFans.
Sin embargo, es necesario aclarar que, aunque es un portal que se ha popularizado por el material relacionado con sexo, también es posible encontrar otro tipo de temas y productos como rutinas de ejercicio o recetas y tips para una alimentación sana, incluso, el proyecto fue pensado en un inicio para apoyar a artistas amateur.
¿Puede ser considerado prostitución?
De cualquier modo, y aunque se puede encontrar una amplia gama de temas, los más populares son aquellos de contenido explícito, eróticos y de entretenimiento para adultos. Aunque hay actores y productores de cine para mayores de 18 años, también hay modelos y personas amateur que ofrecen contenido de este tipo (como fotos y videos íntimos).
Un dato importante es que en una investigación de la BBC para el documental Nudes4Sale, se descubrió que hay menores de edad que venden contenido sexual. Y que los mayores consumidores en OnlyFans son hombres.
El problema es que al ser una red social que se vende y comercializa como cualquier otra plataforma de contenido para el entretenimiento, es fácil para cualquier persona acceder, producir material sexual legal y verlo como una forma de ganar dinero fácilmente. En pocas palabras, se normaliza la venta de los cuerpos y se ve al sexo como entretenimiento pagado, cosa que no ayuda mucho a erradicar la cosificación del cuerpo de las mujeres.
Las críticas que ha recibido esta plataforma en cuestión del feminismo es que solo se une en la misma frase empoderamiento y sexo cuando se refiere a la satisfacción sexual de los hombres, el único público que parece tenerse en cuenta. Pero, ¿es realmente una libre elección enseñar el cuerpo cuando solo se hace para recibir una remuneración económica? Si se pudiera tener esa gratificación económica de otra forma, ¿aún se pensaría en crear ese tipo de contenido?
Éstas son cuestiones que tenemos que tomar en cuenta al decidir consumir o producir contenido que incite a la cosificación del cuerpo, incluso cuando sea desde una perspectiva de empoderamiento.