Pocos se encuentran realmente capacitados para responder de manera adecuada cuando el tema de conversación es la violencia sexual, en boca de quienes la han vivido en carne propia. 

“¿Qué se responde a esto?” es la pregunta frecuente cuando alguien nos cuenta que fue víctima de violencia sexual. No saber cómo responder es normal. A veces, simplemente no sabemos expresar nuestra solidaridad o consuelo, lo que debemos evitar a toda costa es emitir expresiones que revictimicen y causen más dolor a las víctimas. 

Estas son 5 frases que nunca debes decirle a una sobreviviente de violencia sexual:

1. “A muchas nos ha pasado lo mismo”

Sí, la violencia sexual es más común de lo que nos gustaría y se ha normalizado, pero decir que es algo común no la hará sentir mejor, sino que minimizará sus emociones y la batalla que está luchando internamente. 

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A veces tendemos a decir nuestras experiencias cuando nos cuentan sobre las violencias que han vivido con la intención de hacer sentir más cómoda a la otra persona, pero esto tiene el efecto contrario, pues enviamos el mensaje: “no es para tanto, a todas nos pasa”. Esto invisibiliza su trauma y la culpabiliza por sus emociones.

2. “¿Por qué no denunciaste?”

Exigirle a las mujeres que denuncien en un sistema legal abrazado por la impunidad es inconcebible, especialmente para aquellas víctimas que se encuentran en los estratos más bajos de la pirámide social de poder.

Muchas mujeres evitan denunciar por miedo a ser revictimizadas en el proceso, una práctica común en las instituciones encargadas de asegurar justicia. Los altos índices de impunidad y la insatisfacción con las instituciones provocan que las víctimas no quieran ni siquiera denunciar, y no podemos juzgarlas por eso. 

Para las sobrevivientes de violencia sexual es más importante cuidarse a ellas mismas y recuperarse del trauma que han vivido. Enfrentarse en una lucha legal contra sus agresores, en un sistema donde llevan las de perder, queda en segundo plano. 

3. “¿Pero estás segura de que eso fue lo que pasó? Tal vez lo malinterpretaste”

Cuando una mujer confiesa haber sobrevivido a un ataque sexual, lo que menos desea es que se le cuestione la terrible experiencia que se ha atrevido a contar. Cuestionar a las víctimas sobre la veracidad de lo que han vivido y reclamar evidencias o detalles minuciosos pueden llevar a la persona a revivir el trauma. 

Poner en duda la declaración de una sobreviviente contribuye a la perpetuación del sistema patriarcal, que históricamente ha protegido los abusos de los varones, llamando locas o mentirosas a las mujeres que se atreven a denunciar.

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4. “Si eres feminista, debes hacer una denuncia pública”

Muchas mujeres han optado por hacer denuncias públicas de sus agresores en búsqueda de un poco de justicia o con la intención de alertar a otras mujeres que conviven con sus agresores. Se ha convertido en un mecanismo de protección entre mujeres, pero presionar a una víctima para que denuncie públicamente puede resultar agresivo y causarle ansiedad. 

Lidiar con la verguenza y el miedo tras una violación sexual no son cosas sencillas; publicar su historia puede hacerlas sentir más frágiles y en peligro. Además, una mujer que decide no publicar su historia no es más, ni menos, feminista. 

5. “Pensé que ustedes eran novios”

Socialmente se asocia a la figura de un agresor sexual con alguna persona extraña, pero la mayoría de las agresiones sexuales suceden en casa, por parte de familiares, parejas o amigos. No por estar en una relación significa que sus agresiones ya no son violencia sexual: también los novios y esposos violan. 

No es obligación de las mujeres brindarles sexo a sus parejas. Si están siendo obligadas o manipuladas para tener relaciones sexuales, están sufriendo violencia sexual. 

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A veces carecemos de las palabras adecuadas para hablarle a alguien que depositó su confianza en nosotras, y nos contó que es sobreviviente de violencia sexual. A veces un abrazo dice más que mil palabras. Procurar no revictimizar o agredir a las sobrevivientes con lo que decimos ayuda mucho más de lo que puedes imaginar. 

Con información de: feminisminindia