En México, un país donde las mujeres son violentadas continuamente en el espacio público y privado, además de ser asesinadas 10 al día según datos de la ONU, no se puede hablar de paz, dice para La Cadera de Eva, Elvia González del Pliego Dorantes, coordinadora del Programa de Género e Inclusión de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. "Que la Guardia Nacional este en las calles no significa que haya paz en el país", denuncia la académica.

La violencia contra las mujeres es algo que sucede todo el tiempo y que durante los conflictos ésta incrementa, por eso en el año 2000 el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución 1325 sobre Mujer, Paz y Seguridad, dejando clara la relación entre igualdad de género y paz.

Posteriormente se aprobaron otras resoluciones como la 1960 que abre un sistema de rendición de cuentas para acabar con la violencia sexual en situaciones de conflicto y exige elaborar listas de agresores e informes anuales sobre sospechosos de cometer o ser responsables de actos de violencia sexual.

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"Mientras hay esta violencia contra las mujeres y contra la diversidad sexo-genérica, contra las personas migrantes, contra las personas de los pueblos indígenas, que sucede todo el tiempo, haya o no militares en las calles, estemos o no en conflicto, mientras todo eso esté no se puede hablar de paz", señala la académica.

Elvia señala que se tiene identificado y documentado que en época de guerra o conflictos aumenta la violencia hacia la comunidad LGBT y hacia las mujeres en el espacio público y en el privado. Ahora también en México, podemos ver un aumento de la violencia hacia las mujeres por temas del crimen organizado.

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Elvia González explica que hay dos concepciones sobre la paz, la negativa donde se habla de paz porque no hay guerra o conflictos armados; y la positiva, en la que se trabaja para hacer valer los derechos de todas las personas, se busca la justicia social y la erradicación de las expresiones xenofóbicas, homofóbicas, racistas, machistas, etc., todo aquello que las feministas pacifistas pusieron sobre la mesa desde el “I Congreso Internacional de Mujeres”, organizado el 28 de abril de 1915.

Este Congreso fue el origen de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF), el objetivo era identificar y erradicar las causad profundas de la guerra y trabajar en proceso de construcción de paz. Hubo feministas pacifistas de aquella época que proponían dejar de regalar juguetes bélicos a los niños para dejar de asociar la masculinidad con el uso de la violencia o cuestiones relacionadas con la paz internacional como el desarme y la autonomía de los pueblos; la garantía de los derechos civiles y políticos de las minorías; la igualdad de mujeres y hombres en el ámbito social y económico; el desarrollo de la autonomía de los pueblos colonizados, el acceso de las mujeres a los puestos de responsabilidad en la Liga de las Naciones, entre otros, propuestas que no se siguieron porque fueron hechas por mujeres, cuenta Elvia.

Construcción de paz en México

En consonancia con este proceso de construcción de paz, el Programa de Género e Inclusión de la Universidad Iberoamericana lanza desde 2017 el Congreso de Construcción Paz con Perspectiva de Género, su cuarta edición se llevará a cabo del 3 al 13 de noviembre, se transmitirá en el canal de YouTube del programa (Género e Inclusión IBERO).

La conferencia inaugural será Una genealogía de feministas por la paz en América Latina y España, presidida por Carmen Magallón, presidenta de la Fundación Seminario de Investigación para la Paz (SIP) y presidenta de Honor de la WILPF de España.

Las conferencias tratarán los temas de violencia sexual, desapariciones, mujeres en la construcción de la paz, justicia restaurativa, justicia transicional, el paradigma de los cuidados, violencia en las universidades, racismo, xenofobia, homofobia, familia y educación, entre otros.

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