La violencia en pareja puede normalizarse. Se convierte en un círculo que no para. “Hace algunos años me aventaba o hacia cómo que me iba a pegar, dejó de hacerlo. Lo volvió a retomar, ahora se está comportando igual que antes”, comparte Susana para La Cadera de Eva.

“El círculo de la violencia” es un concepto desarrollado por la psicóloga Lenore E. Walker. Ella identificó tres fases: la de tensión, agresión y reconciliación.

“Por las noches me revisa el celular y ve a quién el escribí y a quién no. Me dice que deje de hablar con mis hermanas porque me va a pasar lo mismo que ellas. Me voy a quedar sola”, cuenta Susana, quien es víctima de violencia de pareja.

Susana cuenta que cuando ve llamadas que le hace a hombres, no deja de insultarla y decirle que es una "golfa". "Pero yo no hago nada", dice.

“A veces siento que estoy loca”, dice. “Dice que él y yo no pensamos lo mismo entonces le pregunto ‘qué hacemos juntos’. No me responde. Al siguiente día me trata como si nada”.

Las fases de la violencia escritas por Lenore E. Walker. En su libro The Battered Woman, planteó que la violencia contra las mujeres aumenta de forma cíclica o en espiral ascendente, especialmente la ejercida por sus parejas (violencia conyugal).

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-Fase de tensión

En esta fase el hombre violento expresa hostilidad, pero no en forma explosiva; la mujer intenta calmar, complacer o evitar las molestias a su agrsor, tratando de controlar la situación.

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-Fase de agresión

Aquí se hace totalmente visible la agresión, la mujer tiene pruebas para denunciar y voluntad para solicitar ayuda y terminar el abuso, sin embargo, el temor puede impedir que ésta tome las acciones pertinentes.

-Fase de conciliación o luna de miel

El hombre violento suele mostrar arrepentimiento y pedir perdón, hace promesas de cambio y muestra afecto exacerbado. Tras el cambio aparente, la mujer puede justificar a su pareja y permanecer a su lado, pasando por alto el episodio violento. Si han denunciado suelen retirar la denuncia y justificar los hechos ante sí mismas y su círculo cercano.

Si te encuentras en una situación parecida, no dudes y pide ayuda. Existen diversos centros que pueden orientarte en cómo salir de ese círculo. Uno de ellos es la Red Nacional de Refugios o puedes llamar al 911.

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