Ana Bolena es conocida como la segunda esposa de Enrique VIII. El papel que jugó en la creación de la iglesia anglicana, al igual que su trágico final han sido representados varias veces en películas y obras de teatro.

La semana pasada se encontró un libro en particular en los Archivos Nacionales del Reino Unido. Un pasaje del libro incluye notas explícitas de Enrique VIII, en las que instruye cómo y en dónde quería que su segunda esposa fuera ejecutada. 

La mayoría de los historiadores están de acuerdo en que los cargos de adulterio y traición contra Ana Bolena eran falsos y que su único crimen fue no haberle dado un hijo a Enrique para heredar el trono. Esta búsqueda de un heredero llevó al rey a casarse un total de seis veces.

La vida de Ana

Ana Bolena nació alrededor del año 1507 en Inglaterra. Pasó parte de su niñez en Francia, en donde fue parte de la corte de la reina.

Tras su regreso a su país natal en 1522, Ana llamó la atención de varios nobles en la corte de Enrique VIII. Incluso se comprometió en secreto con Enrique Percy, hijo del Conde de Northumberland, aunque la boda nunca se llevó a cabo.

En ese entonces, el rey estaba casado con Catalina de Aragón, hija de los Reyes Católicos de España. Sin embargo, en 1526, Enrique VIII comenzó a cortejar a Ana, quien constantemente rechazaba sus avances. Un año después, el rey le propuso matrimonio y ella aceptó.  

Foto: Miniatura de Ana Bolena por el artista George S. Stuart.

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En general se supone que Enrique llevaba tiempo considerando la anulación de su matrimonio con Catalina. Aunque tenían una hija juntos, María, el rey buscaba un heredero a su trono y creía que la reina ya no podía tener hijos. La manera más fácil de anular su matrimonio con Catalina era diciendo que este nunca había sido consumado. Esto implicaba que María era en realidad hija del esposo anterior de Catalina, el hermano mayor de Enrique VIII.

La reina negó las acusaciones, pero Enrique y Ana se casaron en enero de 1533 En mayo de ese año, el arzobispo de Canterbury declaró su matrimonio con Catalina inválido. El asunto causó la separación de la monarquía inglesa y la iglesia católica, y la formación de la iglesia anglicana.

Cargos de traición y brujería

Ana tuvo una hija, Isabel, en septiembre de 1533. Después, en 1534 y 1536 Ana tuvo dos abortos espontáneos, pero se desconoce si hubo otros. Su dificultad para tener hijos causó problemas con Enrique, quien entonces comenzaba a cortejar a Juana Seymour. 

En 1536 Enrique arrestó a varios hombres, bajo la idea de que la reina le era infiel con ellos. Entre ellos se encontraban un músico al servicio de Ana y tres nobles. El rey también arrestó al propio hermano de Ana, Jorge Bolena, y lo acusó de tener una relación incestuosa con ella.

En mayo de ese año Ana fue arrestada y llevada a la Torre de Londres. Fue acusada y sentenciada por adulterio, incesto y alta traición. La ejecución fue llevada a cabo el 19 de mayo de 1536. 

El 30 de ese mismo mes, Enrique se casó con Juana. 

Rumores e implicaciones 

En el documento, el rey explica que Ana fue “juzgada a muerte... por quemadura de fuego... o decapitación". Al final, Enrique decidió evitarle a su esposa la muerte más dolorosa de ser "quemada por el fuego". Pero continuó: "Nosotros, sin embargo, ordenamos que... la cabeza de la misma Ana sea... cortada."

Ana Bolena en La Torre de Londres

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Además, Enrique especificó que el acto se debía llevar a cabo con una espada, ya que las hachas podían ser menos eficientes al requerir varios golpes. El rey incluso mandó a su consejero Thomas Cromwell a Calais, Francia para conseguir un espadachín que realizara la ejecución.

Aunque se puede argumentar que Enrique hizo lo posible para evitarle a Ana una muerte más cruel o dolorosa, la historiadora Leanda de Lisle explicó que la decisión del rey fue egoísta y se basó en conceptos distorsionados de la caballerosidad. La historiadora Tracy Borman reveló al diario británico The Guardian que lo que el documento muestra “es la manera premeditada y calculadora de Enrique”. Agregó: “Sabe exactamente cómo y dónde quiere que ocurra” la ejecución de su esposa.

Acerca del método elegido por Enrique, también se debe tomar en cuenta de lo poco ordinario que era ejecutar a una reina. "Como conocemos tan bien la historia, olvidamos lo profundamente impactante que fue ejecutar a una reina,” explicó Borman. “Así que este es Enrique asegurándose de ello. Durante años, su fiel consejero Thomas Cromwell ha tenido la culpa. Pero esto demuestra, en realidad, fue Enrique quien movió los hilos".