Baja California (La Silla Rota).- Judith pagaba con burritos y sodas a indigentes y deportados para excavar, buscaba a su hijo desaparecido en el 2012.
En un predio de un hotel viejo y abandonado ubicado en la zona norte de Tijuana, a veinte metros del muro fronterizo.
Tras cavar, uno de los nueve hombres que forman el contingente exclama ¡Ay! ¡Un hueso! Judith había denunciado ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) y de la Procuraduría General de la República (PGR) que su hijo estaba enterrado en el sitio a donde lo llevaron por última vez que logró hablar con él, las autoridades no le creyeron.
Fernando Humberto tenía 22 años cuando desapareció, el último día que su madre se comunicó con él fue mediante dos llamadas, la primera fue para decirle que alguien lo iba a hacer carnitas; en la segunda le pidió no preocuparse, le aseguró todo estaba bien… no volvió a saber de él.
Durante cinco años Judith encabezó la búsqueda de su hijo, sin ayuda gubernamental, su equipo “especial” fue reclutado en albergues de la zona norte.
Su investigación la llevó hasta El Diablo y Karen, quienes le indicaron el lugar en el que su hijo había sido enterrado, tiempo después ellos también desaparecieron, El Diablo fue encontrado en una playa tijuanense, mientras que el paradero de Karen se desconoce.
El pasado 24 de agosto las autoridades se sumaron a la búsqueda, una vez que Judith les dijo el sitio exacto donde buscar, un tenis y el celular de Fernando fueron el indicio esperado, el 26 de agosto se encontraron los huesos largos y un cráneo, Judith perdió el control, salió del sitio y no se permitió su reingreso a la zona.
La procuraduría se comprometió a sacar muestras para confirmar si los restos son de Fernando, mientras que la Asociación Unidos por los Desaparecidos de Baja California solicitó el apoyo de la PGR para agilizar el proceso.
La cifra crece
Según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas, en diciembre de 2015 se contabilizaron 26 mil 128 personas desaparecidas en México, por lo que a principios de marzo de 2017 esta cifra oficial se elevó a 30 mil 942 lo que implica un aumento - al menos- de 4 mil 814 casos de desaparición en el país.
Los colectivos de familiares de personas desaparecidas y de los informes de organizaciones de la sociedad civil, señalan que este tipo de historias se repite constantemente a lo largo del país, por lo que no podrían considerarse hechos aislados.
Con información del Universal y Vanguardia