El pasado domingo, un joven de 26 años entró a una iglesia en la comunidad de Sutherland Spring y asesinó a 26 personas. Este evento pasará a la historia de Texas como uno de los más sanguinarios.
Pero también lo harán los héroes que atraparon al ‘villano’.
Johnnie Langendorff y Stephen Willeford son dos vecinos de ésta pequeña comunidad que persiguieron al autor de multihomicidio, después de dejar un infierno en la Primera Iglesia Bautista donde se celebrara un servicio religioso.
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“El tirador huyó en su vehículo, el otro hombre vino hacia mí y me dijo que teníamos que perseguirlo, ha matado a muchas personas", relató Johnnie.
El pasado domingo, él se dirigía a la casa de su novia cuando escuchó los disparos. Stephen se acercó a él y le dijo que tenían que perseguir a aquel hombre que se acababa de subir a su auto: había asesinado a mucha gente.
Sin dudarlo, el joven texano, ataviado de su sombrero vaquero y con un tatuaje en el cuello de un toro, entró al vehículo de Stephen y comenzaron con la persecución.
Ambos siguieron al atacante, Devin Patrick Kelley, a lo largo de varios kilómetros por la carretera FM 539 en dirección norte, hasta que Kelley perdió el control de su vehículo.
“Íbamos a alta velocidad alcanzando los 153 km/h hasta que el atacante perdió el control de su auto y se estrelló contra una zanja. Nos acercamos con el rifle del otro hombre gritándole que saliera del auto, pero no se movió, ya estaba muerto”, describió Johnnie.
A pesar de que él y Stephen Willeford son la sensación en Texas y todo Estados Unidos por ser catalogados como los héroes de este hecho atroz, Johnnie afirma que hizo lo que cualquiera persona hubiera hecho en la misma situación.
En redes sociales, ciudadanos han dado sus muestras de agradecimiento por su gesta heroica. Incluso, hasta el presidente Donald Trump en sus discursos ha dado el crédito a estos dos hombres por detener al asesino.
Cuestionado por la discusión en torno al control de armas, el mandatario señaló que si hubiera más impedimentos, hubiera más víctimas que las 26.
“Si esos hombres no hubieran tenido un arma y le hubieran disparado (al tirador), las víctimas podrían haber sido cientos", dijo el presidente.
Devin Kelley murió ese mismo domingo. Las autoridades investigan los motivos del multihomicidio, cuya línea principal es la de amenazas a su exsuegra que asistía a esa iglesia bautista.
ams