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Jamaica, el futuro para combatir bacterias en alimentos

Esta planta es más efectiva para eliminar microorganismos de hortalizas, frutas y verduras que los productos a base de sales de plata y cloro

Escrito en HIDALGO el

PACHUCA.- Microbios provenientes de aguas negras viajan en frutas, vegetales y hortalizas desde el Valle del Mezquital hasta los mercados de la capital; algunos llegan al estómago de los hidalgueneses debido a que no siempre son eliminados por los productos a base de sales de plata y cloro, por lo que científicos hidalguenses desarrollan desinfectantes a partir de la jamaica.

En el país existe una alta frecuencia de bacterias que dañan al ser humano y que son resistentes a los antibióticos como la salmonela, señaló Javier Castro Rosas, uno de los investigadores del área de Química, de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), que comenzó a trabajar con la planta desde hace 15 años.

Recolectando muestras de alimentos en centros de abasto de la zona conurbada de Pachuca encontramos bacterias resistentes hasta 15 antibióticos (...) Necesitamos una sustancia que nos ayude porque regularmente estos productos se consumen crudos", explicó.

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Según el académico, el hipoclorito y las sales de plata son efectivos en agua, pero en hierbas como el cilantro no erradica a todos los microorganismos.

“Con las sales, si tenemos 10 mil bacterias en un gramo, se van a morir entre mil y 2 mil. El hipoclorito va a matar un poco más, 6 mil, pero aun así nos faltan. La jamaica elimina 9 mil, pero para potenciar su efecto añadimos limón, vinagre o aceite de coco para alcanzar 99.9 por ciento”, mencionó.

EL VALLE DEL MEZQUITAL

El proyecto comenzó con indagaciones sobre el origen de las bacterias en mercancía que consumen los habitantes de la zona metropolitana en carne, queso o extractos de fruta que se ofrecen en vía pública o establecimientos del Centro de Pachuca o la Central de Abastos; incluso, en jugos de restaurantes. Esto significa que las prácticas de higiene son deficientes o bien que los desinfectantes utilizados no son efectivos.

“Hicimos un estudio. Estábamos encontrando organismos peligrosos en los alimentos. De 20 muestras, es posible que una o dos resulten contaminadas (…) Comparamos las muestras con bacterias que encontramos en el Valle del Mezquital, a partir de tierras de cultivo, de vegetales y de las aguas negras y encontramos una relación genética idéntica. Es altamente probable que las aguas negras sean el origen, que llegan desde el Estado y la Ciudad de México”, expuso.

En el caso de las reses, dijo, puede ser que el ambiente contamine a los ejemplares o éstas infectan el ambiente, debido a que no todas son criadas en Hidalgo, sino que provienen de otras demarcaciones como Querétaro.

SIETE PATENTES

En septiembre el Instituto Mexicano de Propiedad Industrial (IMPI) otorgó siete patentes a la UAEH por desinfectantes a base de jamaica, de los cuales, seis corresponden a productos específicos –germen de trigo, lechuga, jitomate, manzana, cilantro y chile– y uno es genérico.

Nuestro objetivo siempre fue tener un producto general que funcionara para todos los vegetales y frutas, pero no es tan sencillo porque tienen cubiertas distintas. No es lo mismo el cilantro que una manzana o una sandía, pues el primero es más difícil”.

Los estudios actualmente en proceso contemplan la elaboración de fitofármacos. Para ello se infecta a ratones en tres grupos: al primero se les suministran fármacos, a otro se le da compuestos derivados de la jamaica y el tercero no recibe tratamiento.

El resultado es que quienes fueron expuestos a los derivados de la planta sanan, con los medicamentos algunos mueren y sin tratamiento también perecen cinco o seis después, dio a conocer el académico.

COMERCIALIZACIÓN

De acuerdo con el académico, existen dos opciones para el aprovechamiento de las patentes y que estén disponibles para la ciudadanía: el primero es que la UAEH ceda los derechos a una firma privada y acuerde un porcentaje de las ganancias por un periodo de tiempo. Existen empresas interesadas, pero no mencionó cuáles.

El inconveniente, explicó, es que se depende de las ventas y la proporción es menor a 2 por ciento por el tiempo que dure la patente, que es de 20 años, pero la vigencia inicia a partir del registro, no de que se otorga, por lo que algunas ya tienen siete, cinco o cuatro años.

La otra opción es una empresa de base tecnológica, ya existen en nuestro país, pero son pocas, alrededor de 10 o 15. La empresa pone el capital, su expertiz para hacer la venta, los investigadores apoyan con la transferencia de tecnología y la institución cede los derechos. La UAEH sería accionista por medio del Patronato, esa le daría mayores beneficios y regalías", indicó.

FINANCIAMIENTO

Para llevar a cabo los estudios, los académicos concursaron por fondos propios de la UAEH, de la Secretaría de Educación Pública (SEP), un fondo mixto del gobierno del estado con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en 2005.

Cuando los fondos se acaban, dijo, los investigadores invierten de sus propios recursos, a fin de dar continuidad a los trabajos, incluso entre todos han aportado entre 50 mil y 100 mil pesos para la compra de planta o solventes.

Durante los 15 años participaron 20 estudiantes de licenciaturas, ocho de maestría y cuatro de doctorado, además de cinco investigadores.


emh