Dos personajes no se sumaron a los aplausos que recibió el presidente Enrique Peña Nieto durante su mensaje del sexto y último informe de gobierno, en Palacio Nacional. Fueron los representantes del Poder Legislativo, los morenistas Martí Batres y Porfirio Muñoz Ledo, presidentes de las mesas directivas de las cámaras de senadores y diputados, respectivamente.
No lo hicieron cuando el presidente afirmó que gracias al Pacto por México avanzaron las reformas estructurales, o cuando aseguró que bajo su gestión se recuperó la tutela de la educación pública, o que tuvo que tomar decisiones difíciles para mantener la estabilidad económica.
El único momento en que ambos aplaudieron fue cuando el saliente presidente le deseó el mayor de los éxitos a quien será su sucesor, al “licenciado Andrés Manuel López Obrador”. Sólo en el trato, los morenistas fueron corteses. Antes del mensaje, Peña Nieto saludó a ambos legisladores, y platicó animadamente con Muñoz Ledo, quien incluso lo tomó del brazo. En cambio, Batres sólo le dio la mano y le sonrió, pero hablaron menos.
Al lado derecho del estrado estaban los integrantes de su gabinete, y a su izquierda los gobernadores. Ahí, destacaba la ausencia de uno de ellos, el mandatario de Chihuahua, el panista Javier Corral, quien sostenidamente ha acusado a Peña Nieto de proteger al ex gobernador César Duarte.
El mensaje, alternado con cinco videos de casi 10 minutos cada uno, duró cerca de las dos horas. El presidente reconoció que en su gobierno hubo fallas en materia de seguridad. Sin embargo, no hubo alguna mención para los miles de desaparecidos registrados durante su administración, ni para el tema de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, ocurrido el 26 de septiembre de 2014 y que marcó su gestión.
En cambio, el representante del Ejecutivo sí tuvo palabras de agradecimiento para su esposa, Angélica Rivera, para sus hijos, para su familia política y a todo México.
A toda su gente que, en mi diario quehacer, me inyectó ánimo y energía, para mantener la entereza y el carácter necesarios en la conducción de la República”, dijo con ojos vidriosos.
Media hora después, cuando salió el convoy donde supuestamente iban él y su familia, una veintena de manifestantes tampoco se sumó a los aplausos y, en cambio, les gritaron insultos a su paso.
El 6to Informe de Gobierno de EPN
LOS INVITADOS
Pese a que el mensaje dio inicio al mediodía, desde la madrugada el Palacio Nacional lucía tapiado y con vallas metálicas, para evitar que se acercaran manifestantes, y la entrada para reporteros y algunos invitados era por el lado de la calle de Moneda. Eso permitió que los representantes de los medios de comunicación vieran pasar, entre la biblioteca y la entrada al museo dedicado a Benito Juárez, a columnistas, políticos y empresarios.
Por ahí pasó el titular de Bansefi y ex titular de la Secretaria de la Función Pública, Virgilio Andrade, quien volvió a defender su investigación sobre el caso Casa Blanca, que marcó el sexenio de Peña Nieto, y reiteró que no hubo conflicto de interés de parte del presidente.
También por ahí pasó el secretario del Medio Ambiente, Rafael Pacchiano, el cardenal Carlos Aguiar Retes, y el empresario y uno de los hombres más ricos del mundo, Carlos Slim, que llegó solo y no quiso dar declaraciones a los medios de comunicación.
Ahí se vio pasar a la activista Isabel Miranda de Wallace, a la ex directora de México Unido contra la Delincuencia, María Elena Morera, a la politóloga María Amparo Casar, así como el coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, René Juárez Cisneros, y el presidente consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, quien fue cuestionado sobre la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de quitarle la multa millonaria a Morena sobre la creación de un fideicomiso para damnificados. Córdova respondió que era un “caso cerrado”.
MENSAJE TECNOLÓGICO
Previo al inicio del mensaje, una voz difundió que, al mediodía, hora programada del inicio del mensaje, sonarían los altavoces de la alerta sísmica y que sólo era para probarlos. Pero nunca se escucharon.
El mensaje del último informe del actual presidente fue reproducido a través de cuatro grandes pantallas, colocadas frente a él y atrás suyo y que permitieron a quienes estaban sentados en gradas ver más de cerca al ex gobernador del Estado de México.
Diversas cámaras tomaban la imagen del presidente, pero destacaban dos cámaras en grúa. Para reforzar el mensaje, las pantallas además mostraron cinco videos que se transmitían después de que Peña enlistaba sus principales logros. Cuando el video se mostraba, Peña Nieto se convertía en espectador. Acababa el video y volvía a su papel de orador, para el que se apoyaba en dos pantallas de lectura.
mlmt