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Incendio en Notre Dame

El incendio de la Catedral de Notre Dame, en la tarde del pasado día 15 de abril no solo conmocionó a París sino al mundo entero. | Fred Álvarez

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Escrito en OPINIÓN el

¿Qué pasó? ¿Cómo pudo pasar? ¿Por qué pasó? Se descarta, por el momento, que el fuego fuese intencionado. Pero fue un golpe certero al patrimonio histórico mundial, justo al inicio de la Semana Santa, y como era de esperarse los grupos fundamentalistas vinculados a lo que queda de ISIS se pusieron felices: “su construcción [de Notre Dame], comenzó en el año 1163 y acabó en 1345. Es hora de decir adiós a su oratorio politeísta".

El incendio de la Catedral de Notre Dame, en la tarde del pasado día 15 de abril no solo conmocionó a París sino al mundo entero. 

Comenzó a las 18:50 horas en una de las partes más altas de ese monumento y se propagó rápidamente -duro varias horas-, desmoronando el campanario situado en la parte posterior de la nave, así como el gran armazón del siglo XIII, conocido como “el bosque”, además derribó la aguja de Viollet-le-Duc, torre de 93 metros en forma de flecha que semejaba el mástil de una embarcación.

De hecho a las 20:00 horas justo cuando cayó la aguja, imagen que todos vimos en vivo, fue el momento en que el corazón de Francia y el mundo se rompió, algunas en rezos y otros en llantos. Fue el instante más terrible, espantoso e inenarrable. De repente nos pareció ver el fantasma terrorista del 11-S del 2001 cuando cayeron las torres gemelas en Nueva York.

Cuatrocientos valientes bomberos trabajaron para controlar el fuego que amenazaba con derrumbar totalmente la Catedral dedicada a la Virgen María, afortunadamente no llegó a mayores. Sin embargo, las pérdidas se calculan en millones de euros, hay que reconstruir Notre Dame sobre todo a la estructura del edificio, afortunadamente hay recursos para hacerlo, y deberá quedar terminada en cinco años, según el presidente francés, Emmanuel Macron.

Sin embargo a pesar de las grandes pérdidas el daño fue simbólico, afortunadamente muchas reliquias se salvaron, otras -las menos- se han perdido.

Las primeras imágenes del interior de la Catedral nos mostraron la devastación que dejaron las llamas. Llamó la atención de quienes fotografiaron que la cruz del altar principal conocida como la de la piedad, estaba intacta incluso se vio iluminada mientras todavía se notaba el humo y las cenizas después de que el incendio fuera extinguido.

La cruz estaba acompañada por una escultura llamada el Descendimiento de la cruz, con Jesús muerto en brazos, y la brillante cruz dorada; imagen realizada por Nicolas Coustou en el siglo XVIII. ¡Los bomberos que entraron al recinto se sorprendieron! La imagen de la Virgen se mantuvo en pie.

Otros relicarios relativos a la pasión de Cristo que pudieron salvarse fueron un pedazo de la cruz, un clavo, la Corona de Espinas que fue colocado al Mesías durante la pasión, y la túnica de San Luis, rey de Francia.*

La Corona se salvó gracias a Jean-Marc Fournier, capellán de los bomberos de París que insistió en entrar a pesar del fuego para recuperar el relicario sagrado; el sacerdote se convirtió en el héroe de Francia, y del mundo católico.

También, para fortuna de la humanidad el fuego no alcanzó los grandes cuadros de los siglos XVI y XVII, conocidos como Maysque colgaban de las paredes de la nave, el coro y las capillas. Los lienzos, firmados por pintores de renombre en la época, como Charles Le Brun y Jacques Blanchard, quedaron sólo dañados por el agua y el humo; de inmediato fueron trasladados al Museo del Louvre para iniciar su restauración.

Otro espacio que no sufrió daño alguno fue el altar dedicado a la Virgen de Guadalupe que está rodeada por unas banderas de México y contiene una réplica de la Virgen del Tepeyac.

Afortunadamente no hubo pérdidas humanas que lamentar.

El golpe fue duro

La repercusión del incendio de Notre Dame fue universal. Todos los gobiernos del mundo han hecho consideraciones luctuosas sobre lo que el incendio supone para la civilización occidental. Los medios del mundo entero se han condolido del desastre.

Autoridades de todo el mundo manifestaron sus condolencias por la tragedia y ofrecieron solidaridad para rescatar el monumento.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, escribió en Twitter:

 

El Papa Francisco expresó su cercanía a Francia y a los franceses. En un telegrama enviado la mañana del 16 de abril al arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit, el líder religioso se une a su tristeza, así como a la de los fieles de su diócesis, a la de los habitantes de París y a la de todos los franceses: "En estos Días Santos, donde recordamos la pasión de Jesús, su muerte y su resurrección, les aseguro mi cercanía espiritual y mi oración.

Esta catástrofe -agregó-, ha dañado gravemente un edificio histórico. Pero soy consciente de que también ha afectado a un símbolo nacional muy amado por los parisinos y por los franceses sean cuales sean sus creencias. Notre Dame es la joya arquitectónica de una memoria colectiva, el lugar de encuentro de muchos eventos importantes, el testimonio de la fe y de la oración de los católicos en el seno de la ciudad”.

El líder religioso elogio el valor y el trabajo de los 400 bomberos que intervinieron para circunscribir el fuego, "expreso mis mejores votos para que la Catedral de Notre Dame vuelva a convertirse, gracias a los trabajos de reconstrucción y a la movilización de todos, en este hermoso tesoro en el corazón de la ciudad, signo de la fe de quienes la edificaron, iglesia madre de su diócesis, patrimonio arquitectónico y espiritual de París, de Francia y de la humanidad”.

Ayer miércoles el Papa, al saludar a los peregrinos franceses en la audiencia general, recordó el incendio de la Catedral de Notre Dame de París, el empeño de los bomberos y el trabajo de reconstrucción, con estas palabras:

"Aprovecho esta oportunidad para expresar a la comunidad diocesana de París, a todos los parisinos y a todo el pueblo francés mi gran afecto y mi cercanía después del incendio de la Catedral de Notre Dame. Queridos hermanos y hermanas, quedé muy adolorido y me siento muy cerca de todos ustedes. A quienes se han prodigado, incluso arriesgándose personalmente para salvar la Basílica está dirigida la gratitud de toda la Iglesia. Que la Virgen María los bendiga y apoye el trabajo de reconstrucción: que pueda ser una obra coral, para alabanza y gloria de Dios".

Al sentimiento de la Santa Sede se sumaron obispos de diversas partes del mundo. En México la Conferencia del Episcopado Mexicano lamentó “la invaluable pérdida para la humanidad que ha causado el incendio en la Catedral de Notre Dame. Por su parte, el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo Primado de México dijo:

El mundo está consternado por los hechos

Ahora sabemos que el templo católico guardaba una cantidad de tesoros, de reliquias, de obras de arte; además que es parte del corazón de Francia y riqueza literaria inagotable de Victor Hugo, de la historia de Francia y de la historia del mundo.

Desde la coronación de Napoleón hasta los funerales de François Mitterrand, la Catedral forma parte de ella; aparece en La Libertad guiando al pueblo de Delacroix y en el lienzo de David sobre La consagración del Napoleón

Pero Notre Dame sigue viva, sobrevivió al incendio del 15 de abril, como también sobrevivió a varias revoluciones -798, 1793, 1830 y 1848-, y resistió también los embates de La Comuna y de dos guerras mundiales. 

Es de los templos católicos más visitados del mundo, en 2018 fue visitado por cerca de 13 millones de personas y en un día de gran afluencia ha recibido hasta 50 mil personas.

Hacia la reconstrucción

Notre Dame como otros monumentos históricos tienen problemas de restauración desde hace años. Un informe de la Unesco alertaba desde el año 2000 de los graves daños provocados por las tormentas, y pese al valor universal del inmueble, se tardaron más de una década en iniciar las obras de restauración.

Lamentablemente ha tenido que ocurrir una catástrofe histórica para que no le falten recursos a Notre Dame. En este momento hay una enorme recaudación de fondos, con ellos nos dicen que la Catedral estará reconstruida en cinco años. Ojalá.

Hay un problema con los bomberos del mundo, hay que invertir más en apoyarlos. Pudimos ver que en pleno centro de París, tuvieron que pasar varios minutos antes de que los traga humos apareciesen con sus mangueras en el techo, y para entonces las llamas eran imparables.

La restauración completa de la Catedral durará entre “diez y quince años”, según el jefe del Grupo de empresas para la restauración de monumentos históricos, Frédéric Létoffé. 

Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, dice que la Catedral será reconstruida en cinco años. En un discurso televisado a la nación, informó que se reconstruirá una "Notre Dame aún más hermosa y quiero que eso se haga en los próximos 5 años”.

“A lo largo de nuestra historia, hemos construido pueblos, puertos, iglesias. Muchos se han quemado debido a revoluciones, guerras, debido a los errores de la humanidad. Y vez tras vez los hemos reconstruido. El incendio de Notre Dame nos recuerda que nuestra historia nunca termina. Y que siempre tendremos retos que superar. Lo que creemos indestructible también puede ser tocado”, dijo.

¿Qué pasó ese lunes en Notre Dame?

A las 18:20 horas llegó a los servicios de emergencia un primera llamada mencionando un incendio en el ático, pero en ese momento no se veía ningún incendio. A las 18:40 horas hubo una segunda alerta pero ya el incendio era visible dijo el fiscal del caso. De inmediato alrededor de 400 bomberos fueron desplegados en la escena pero no pudieron llegar por el tráfico de la hora pico.

No está claro cómo comenzó el incendio que se extendió rápidamente a través del techo y en una sección de aproximadamente 1000 metros cuadrados. 

Poco antes de las 20:00 horas la famosa aguja de la Catedral se derrumbó mientras miles de parisinos que se habían reunido en las calles observaban con horror.

Alrededor de las 23:00 horas, el presidente francés anunció: “Se ha evitado lo peor. La fachada y las dos torres principales no se derrumbaron”.

A primera hora de la mañana del martes, el incendio estaba bajo control.

¿Qué fue? ¿Negligencia, accidente o fue deliberado?

No sabemos, la investigación apenas inicia. Resulta raro que de inmediato y antes de conocer los resultados de las investigaciones, se haya propalado la información de que el origen del incendio eran probablemente los trabajos de restauración. La pista terrorista no ha sido tomada en cuenta o apenas se ha mencionado, no se debe descartar. Lo curioso es que los hechos ocurrieron al inicio de la Semana Santa, lugar donde se veneran las reliquias de la pasión de Cristo.

Por cierto, no tiene nada que ver, pero mientras ocurría el incendio en París, lejos de ahí, en Jerusalén, se incendió también uno de los salones de la mezquita de Al-Aqsa; afortunadamente el incendio causó leves daños en la Explanada de las Mezquitas. Al-Aqsa es la mezquita más grande de Jerusalén, es el sitio más importante para el Islam después de La Meca y Medina, y también es considerado sagrado por judíos y cristianos, quienes lo llaman el Monte del Templo.

Posicionamiento de ISIS

Por último, nos llamó la atención el júbilo emitido en la red por lo que queda del grupo terrorista Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS). ISIS difundió desde su cuenta en Telegram su alegría por los hechos en la Catedral de Notre Dame. Muy lamentable.

Según la empresa SITE Intelligence Group, los simpatizantes del ISIS describieron las llamas de Notre Dame como una "retribución y un castigo" para los "corazones de los líderes de las cruzadas”.

El texto va acompañado de una fotografía de la Catedral en llamas en el que se afirma: "Su construcción comenzó en el año 1163 y acabó en 1345. Es hora de decir adiós a su oratorio politeísta".

Desde SITE, su directora Rita Katz denunció la celebración del ISIS ante los hechos en Francia.

 

 

Recordemos que desde sus primeras movilizaciones, ISIS fijó como objetivo "derribar la Cruz" de Cristo, ya que plantea sus actividades terroristas como una guerra de religiones; y Francia, especialmente París, ha sido blanco de ataques provocando grandes masacres, como el atentado a la revista Charlie Hebdo en enero de 2019 por una supuesta represalia a una portada en la que se había satirizado a Alá, hasta el ataque en Niza en julio de 2016 cuando un terrorista condujo deliberadamente un camión de carga de 19 toneladas hacia una multitud que estaba celebrando el Día Nacional de Francia, en el paseo de los Ingleses, matando a 86 personas e hiriendo a más 400.

La celebración de los seguidores del ISIS por el incendio en la Notre Dame, al que llaman a un golpe al "corazón de los líderes cruzados" muestra no solo el fanatismo sino también cómo patéticamente arrebatan cualquier cosa como una victoria.

Ojalá que esta Semana Santa haya veneración a las reliquias de la Pasión de Cristo que se salvaron como Santa Corona de Espinas.

Posdata

La veneración de las reliquias en Notre Dame se remonta al siglo IV en los relatos de los peregrinos que llegaron hasta Jerusalén. En particular se destacaba la Vera Cruz, rescatada en el año 326 por Santa Helena, madre del emperador Constantino.

Entre los siglos VI y VII, las reliquias fueron transferidas a Constantinopla en la capilla de los emperadores bizantinos para protegerlas de los saqueos como los sufridos en el Santo Sepulcro ante las invasiones persas.

En 1238, Baduino II de Courtenay, el último emperador latino de Constantinopla, se encontraba “en grandes dificultades financieras” y le propuso al rey de Francia Luis IX, futuro santo, que se encargue de la corona de espinas, "pero los regentes del imperio ya habían ofrecido las reliquias a banqueros venecianos a quienes San Luis compensará luego”.

El 10 de agosto de 1239 el rey recibió 22 reliquias y el 19 de agosto la “procesión llegó a París, el rey abandonó su atuendo real, se colocó una sencilla túnica y, descalzo, ayudado por su hermano, llevó la Santa Corona hasta Notre Dame de París”.

Entonces decidió edificar un relicario “a la medida de estas reliquias: la Santa Capilla. Durante la Revolución Francesa las reliquias fueron enviadas a la abadía de Saint Denis y, sin sus relicarios, a la biblioteca nacional”.

Tras el Concordato de 1801 (entre la Francia de Napoleón y el Vaticano), la Santa Corona se entregó en 1804, junto con otras reliquias, al Arzobispo de París, quien las colocó como parte del tesoro de la Catedral el 10 de agosto de 1806.

Por cierto, fue Jean-Marc Fournier, el cura bombero que salvó las reliquias de Notre Dame, exponiendo su vida.

Que Reforma revele sus fuentes, pide el presidente @fredalvarez  | @OpinionLSR | @lasillarota